Medidas de ahorro e inversión

El Decálogo vasco de UPyD (II)

La presidenta de UPyD, Rosa Dí­ez, y uno de los candidatos por Vizcaya en las elecciones al Parlamento Vasco, Tomás Tueros, fundador de CCOO en Euskadi.

Unión Progreso y Democracia (UPyD), después de señalar que «el problema número uno de los ciudadanos vascos sigue siendo la falta de libertad», y, como hemos analizado en la primera parte, plantear, además de «que el nacionalismo pase a la oposición», medidas contra el terrorismo y por la regeneración democrática, aborda el impacto de crisis en el Paí­s Vasco. Así­ afirma, en el punto cuatro, la necesidad de «enfrentarse a la crisis económica» ante su brutal impacto.

UPyD adelanta medidas en la erspectiva del ahorro, en el gasto público innecesario, y de la inversión productiva. Demanda que “los presupuestos públicos deben prever inversiones para reactivar la economía vasca, pero también debe reducirse esos presupuestos para “conseguir una dimensión más proporcionada del sector público vasco, que alcanza ya el 33% del PIB, algo insólita en una economía desarrollada de libre mercado, pero que existe para reforzar el poder nacionalista”, proponiendo medidas de transparencia. Por supuesto, denuncia el sistema actual del Cupo que sobrefinancia la comunidad vasca “para reforzar el poder del nacionalismo” que lo utiliza en “gastos absurdos como las ‘embajadas’ vascas, entidades superfluas o los viajes del lehendakari al extranjero”. UPyD propone medidas que generen más igualdad y mejores políticas sociales porque “es necesario igualar las prestaciones sociales básicas en todos los municipios y territorios”. Propuestas que abarcan una política de vivienda pública, de inversión en sanidad, alcanzando el gasto medio de las demás comunidades autónomas españolas. Y otra vez, la necesidad de la libertad lingüística, ya que “el euskera no debe ser lengua vehicular exclusiva en ninguna línea educativa porque perjudica el futuro laboral de los jóvenes, obligados a vivir en un mundo que ya es global”, añadiendo que “salvo en los casos en que sea indispensable, el conocimiento del euskera no debería valorarse más que la capacidad profesional en ningún puesto de trabajo”. Por la importancia que tiene la educación dado que “es el principal capital de cualquier país, y más de los que no tienen otros recursos” UPyD dedica un punto a proponer una educación, pública y laica, de calidad, con posibilidad de elección de la lengua castellana como vehicular, actualmente suprimida, rechazando la creciente euskaldunización forzosa. UPyD considera necesario y urgente una alternativa democrática al régimen de los últimos treinta años, de “nacionalismo obligatorio”. La regeneración democrática de la política vasca exige que el nacionalismo pase a la oposición.