Es reflejo de la nueva situación, de la nueva correlación de fuerzas parlamentarias tras las últimas convocatorias electorales. Y es un paso más en el camino de cerrar definitivamente la etapa de recortes y avanzar en la mejora de los salarios y las pensiones y recuperar derechos laborales y sociales.
Apoyamos cada paso que se dé para satisfacer las reivindicaciones de la mayoría social, cada una de las mejoras salariales o sociales, y cada uno de los derechos recuperados por mínimos que sean.
Apoyamos que se consoliden. Y que esos pasos y mejoras sean la base para ir forjando un amplio frente parlamentario de progreso.
Porque lo contrario, quien no las defiende ataca la mejora de las condiciones de vida y bienestar de las clases populares y del 90% de la población.
La proposición para derogar la reforma laboral se ha aprobado, además de los votos del PSOE, con los votos a favor de Unidos-Podemos, ERC, Compromís y Bildu, que han pedido también la derogación de la anterior reforma de Zapatero. Y con la abstención de Ciudadanos, PNV y PDECat (antigua Convergència). Sólo el PP ha votado en contra.
El texto aprobado exige sobre todo la derogación de los aspectos más lesivos para los trabajadores y aboga por crear un nuevo Estatuto de los Trabajadores que impida “injusticias” como el vaciamiento de los convenios colectivos, los falsos autónomos o la precariedad laboral.
Este nuevo rechazo parlamentario a las anteriores políticas aplicadas con la mayoría absoluta del PP, se suma a otras iniciativas. La LOMCE ha sido paralizada después de que el Parlamento aprobara una resolución para paralizar el calendario de implantación con 186 votos a favor y sólo el voto en contra de PP y Foro de Asturias, y la abstención de Coalición Canaria, UPN y Ciudadanos. El 23 de noviembre la mayoría parlamentaria aprobó otra proposición, elaborada por En Comú Podem, para subir de forma escalonada el Salario Mínimo Interprofesional a 800 euros mensuales en 2018 y a 950 euros en 2020.
Una nueva situación
La aprobación por la mayoría parlamentaria de estas proposiciones (como la retirada de la LOMCE o la subida del salario mínimo del 8% aprobadas por el gobierno) no son “estafas” o meras concesiones de Rajoy, sino fruto de la nueva situación, de la nueva correlación de fuerzas, cuya base es una mayoría s social contra los recortes y por un cambio de políticas que viene empujando con fuerza y se ha manifestado concentrando su voto en determinadas fuerzas parlamentarias.
Desde los medios de la derecha se acentúa que las proposiciones aprobadas no tienen efectos legales prácticos. Pero la realidad es la contraria. Ninguna de las políticas o reformas rechazadas volverá a ser igual.
Paralizaron la LOMCE y ya se negocia un pacto por la educación. El gobierno se ha visto obligado a declarar que están “dispuestos a mejorar la reforma laboral”. Y, aunque limitado, han subido el salario mínimo y reconocen que en los presupuestos tendrán que incluir partidas sociales, como la protección por desempleo.