Un informe de la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS) coloca a bancos y cajas, no como los únicos, ero sí como los principales responsables de alimentar la especulación inmobiliaria durante los años del “boom inmobiliario”.Según el informe realizado por el investigador Juan Fernández de Guevara, de la Universidad de Valencia, bancos y cajas proporcionaron “el combustible que la burbuja inmobiliaria necesitaba para continuar el proceso de crecimiento de precios”. La base estuvo en los créditos a las inmobiliarias que se multiplicaron por 25 entre 1995 y 2007, mientras que los préstamos a los compradores de vivienda sólo se multiplicaron por 9. La concesión de crédito fácil a las inmobiliarias “alimentó una desmesurada sobre oferta de pisos y el carácter especulativo del precio” durante diez años seguidos.