La pandemia y la crisis han servido de alfombra roja para la penetración del capital extranjero -principalmente norteamericano, pero también europeo- en múltiples arterias económicas y sectores monopolistas clave de nuestro país. Uno de ellos son los grandes grupos de comunicación, que además de su importancia económica, son un potente aparato de poder.
En las crisis económicas, los momentos más vulnerables, los grandes capitales aprovechan la ocasión para conseguir a precios más bajos participaciones de empresas que están sufriendo una caída. La pandemia y la nueva crisis son una oportunidad para los fondos extranjeros de penetrar más aún en sectores claves del país como las manufacturas, los servicios financieros, energía y medios de comunicación.
Los medios de comunicación de España han perdido más de 2.100 millones de euros de su valor en Bolsa en tiempos de pandemia.En julio del 2020, Atresmedia experimentaba una caída del 28%, Mediaset del 43% y PRISA declaró una pérdida neta de 209 millones de euros en los nueve primeros meses del ejercicio, una oportunidad que hay quien ya ha sabido aprovechar. El grupo francés Vivendi entró recientemente en Prisa adquiriendo un 7,6% de sus acciones, para aumentar poco después la compra al 9,9%, convirtiéndose en el segundo accionista de la compañía. Esta operación no hace más que consolidar el control del fondo estadounidense Amber capital, quien siendo el principal dueño de Prisa con un 29,84% de las acciones, no puede elevar más su participación por la legislación, y ha buscado un socio estratégico para aumentar su poder. Por su parte, Vivendi quiere continuar aprovechando la crisis económica en el audiovisual español, y planea crear un canal de televisión de TDT en abierto en el país y seguir aumentando su participando en PRISA.
Buitres financieros… en busca de carne
De momento, las compañías que revolotean cerca de nuestros medios de comunicación esperan la caída del Real Decreto-Ley 11/2020 del Gobierno, el cual pone un tope a la inversión extranjera en sociedades españolas para intentar impedir que se aprovechen de la vulnerabilidad de nuestros sectores.
Sin embargo, Nadia Calviño comenzó a finales del año pasado a mover ficha para atraer inversores extranjeros, transmitiéndole a las compañías internacionales las ventajas de invertir en nuestro país, poniendo el foco en el terreno audiovisual y digital. El Ministerio de Asuntos Económicoscomenzó a sentar las bases para atraer la inversión extranjera en estos ámbitos con una serie de ayudas fiscales, exenciones y mejoras en la financiación con el Plan España Digital 2025.
En 2018 los grandes grupos de comunicación también sufrieron importantes pérdidas por la crisis, Atresmedia cayó un 50% y Mediaset un 40%. En ese momento, los fondos de inversión estadounidenses BlackRock, Invesco y Fidelity aprovecharon el bajo valor en bolsa de Mediaset comprando acciones. Actualmente continúan siendo dueñas de parte del gigante audiovisual español – Black Rock cuenta con más del 4% del grupo – y se unió a sus compatriotas JP Morgan asset manager, la gestora de activos del banco estadounidense, con más del 3% de acciones. Su principal dueño sigue siendo, eso sí, el empresario italiano Berlusconi, quien cuenta con casi el 50% de las acciones. Mediaset sufre una gran penetración del capital extranjero y estadounidense, mayor que otros grupos de comunicación del país.
Si nos fijamos en los accionistas de PRISA, nos volvemos a encontrar con el fondo estadounidense Black Rock, aunque de forma más escondida. La compañía Telefónica cuenta con un 9,4% de las acciones, quien a su vez tiene como uno de sus principales accionistas a BlackRock, lo que le confiere cierto poder al fondo de inversión estadounidense en dos gigantes de los medios de comunicación del país, Prisa y Mediaset.
International Media Group, que está en manos del jeque qatarí Khalid Thani Abdullah Al-Thani, cuenta con un 6’5% de PRISA. Conviene recordar que la familia real Al Thani controla la economía de uno de los países más ricos del mundo gracias al petróleo y el gas. Su desembarco en España se produce a través del fondo de inversión Qatar Holding, que participa en el Banco Santander e Iberdrola con más del 8%.
En los pasillos de los medios del país se oye hablar inglés, pero también suena el alemán. En Atresmedia, el gigante de la comunicación alemana UFA/RTL cuenta con el 18,65% de las acciones. Atresmedia también está condicionada por sus anunciantes. Según un informe de Ymedia Vizeum, Securitas Direct lideró el ranking de presión publicitaria del pasado mes de agosto, lo que podría explicar la agresiva campaña sobre ocupación que han copado nuestras televisiones. También es importante fijarse quién ocupa los asientos de los Consejos de Administración. Patricia Estany Puig, Consejera Coordinadora de Atresmedia, también es en la actualidad Managing Director en JP Morgan, quien vuelve a aparecer de nuevo.
Por su parte, Vocento y Mediaset tienen un inversor en común, el fondo del banco noruego encargado de gestionar el sistema de pensiones público del país, Norges Bank, quien controla más de un 3% de manera directa en Vocento y un 3% de Mediaset. Este fondo noruego está en 34 de las 35 empresas del IBEX y tiene acciones, por ejemplo, de Axiare, Codere, Prosegur, Iberdrola, Inditex, Telefónica, Aena, BBVA, Bankia y el Banco Santander. Actualmente, Vocento ha manifestado su interés en PRISA y el Santander ha mostrado su apoyo en la fusión, idea que su principal accionista, el fondo estadounidense Amber capital, ha rechazado por completo.
La jugada de Vivendi en Prisa no será la única que veremos durante los tiempos de pandemia, ya que, teniendo en cuenta el escenario tan vulnerable en que se encuentran los medios de comunicación del país, volverán a sufrir una penetración del capital extranjero.
Invertir en mass media: no sólo lucrativo, sino estratégico
España sigue manteniéndose entre los principales receptores de inversión extranjera a nivel mundial. Detrás de un importante sector del país como son los medios de comunicación, hay intereses de multinacionales y bancos estadounidenses, alemanes, franceses, italianos y noruegos, de igual modo que ocurre en el resto de sectores del país.
Los medios de comunicación están en manos de banqueros y grandes empresarios de las eléctricas, las farmacéuticas, las apuestas… El discurso que vemos en los grandes medios no es otro que el de la clase dominante, que responde a su único interés, sus beneficios.
En nuestro país hacen falta medios de comunicación independientes, financiados por la gente y no por grandes fortunas, bancos y monopolios, que transmitan información completa y veraz.