Así­ saquea Berlí­n al sur de Europa

El ataque alemán desahucia España

La pasada semana, sin embargo, el mayor diario nacional (El Paí­s) publicaba un artí­culo titulado El ataque alemán desahucia a España`, en el que lo que hasta ahora permanecí­a invisible, el ataque imperialista sobre nuestro paí­s y nuestro pueblo, se hací­a evidente

Desde febrero de 2010, nuestro partido y nuestras publicaciones venimos insistiendo cómo todo lo que está pasando tiene su origen en un ataque que viene del exterior, concretamente de Washington y Berlí­n. Han tenido que transcurrir más de dos años y medio, y el sinfí­n de recortes y ajustes que hemos sufrido, para que entre los sectores más adelantados y combativos de la sociedad española se haya ido abriendo paso esta conciencia.

A lo largo de todo este tiempo, hemos visto cómo se trataba de dirigir, sucesivamente, el blanco de la lucha popular contra la patronal, los bancos, el gobierno, la derecha,…

La pasada semana, sin embargo, el mayor diario nacional (El País) publicaba un artículo titulado ‘El ataque alemán desahucia a España’, en el que lo que hasta ahora permanecía invisible, el ataque imperialista sobre nuestro país y nuestro pueblo, se hacía evidente. Sus autores, el catedrático de Derecho de la Universidad Autónoma de Barcelona Manuel Ballbé y la abogada Yaiza Cabedo, ponían al mismo tiempo de manifiesto los mecanismos concretos a través de los que Washington y Berlín nos imponen un gigantesco trasvase de riqueza para tapar los agujeros de sus bancos. Recordemos lo que decíamos en estas mismas páginas en abril de 2010: «Un cartel compuesto por seis megabancos norteamericanos y seis europeos se han dedicado en estos tres últimos años a atacar a países del sur para recuperar sus pérdidas»

“a España se le ha impuesto, como se hizo las pasadas semanas con Grecia, un corralito presupuestario que implica la adopción de medidas, por más impopulares que sean, que afectan a partidas de gasto que hasta ayer mismo Zapatero decía ‘intocables’ [y exactamente lo mismo puede aplicarse hoy a Rajoy]: salarios, despidos de funcionarios, rebajas en las pensiones, recortes en sanidad y educación, nuevos aumentos de impuestos… El gobierno puede decretar ya la defunción del Plan E y de nuevas inversiones públicas. Lo que prolongará el estancamiento económico –con el consiguiente empobrecimiento de la mayoría de la población– por bastantes años. Berlín y Washington, a través de la UE y el FMI, han adquirido la potestad de determinar el rumbo de la política económica española, y España queda convertida en una especie de protectorado de ambos”.

En su artículo, los autores comienzan sentando la siguiente tesis: “Los economistas reiteran hasta la saciedad que la imposición merkeliana de austeridad es un error, pero siguen sin entender que se trata de una truculenta estrategia del Gobierno y la banca alemana para desvalijar al sur de Europa con el fin de tapar el enorme agujero financiero alemán (…) El pánico financiero y la austeridad que impone Alemania le reportan grandes beneficios y favorecen la apuesta de los grandes especuladores contra las deudas soberanas de los países del sur de Europa”.

Una “truculenta estrategia” cuya restante final es que “un cartel compuesto por seis megabancos norteamericanos y seis europeos, todos quebrados y rescatados por sus Gobiernos, es decir, por los contribuyentes”, se han dedicado en estos tres últimos años a “atacar a países del sur”, especulando con su deuda pública –que a su vez se transmite a la deuda privada– como “la fórmula del Gobierno y bancos alemanes para recuperar las pérdidas de sus bancos”. ¿Cómo lo hacen?

Los autores señalan 4 medios.

En primer lugar generando rumores que no hacen más que disparar el interés que deberá pagar España cuando acude a pedir prestado dinero.

En segundo lugar, imponiendo privatizaciones de empresas rentables (como los aeropuertos, el AVE, la lotería…) que, de ceder el Gobierno, pasarán a manos de las multinacionales europeas o norteamericanas a precio de ganga.

En tercer lugar, mediante el cierre del mercado de crédito y la transmisión de los elevados intereses que se pagan por la deuda pública a la deuda privada de las empresas de ese país, está provocando una asfixia crediticia que devalúa las acciones de los grandes monopolios españoles (Telefónica, Iberdrola, Repsol, Gas Natural…), con lo cual podrán apoderarse más fácilmente de ellas grupos financieros o monopolistas extranjeros.

En cuarto lugar, y lo más rentable de todo, al propagar el pánico financiero sobre los países del sur, entre ellos España, están provocando la huida de dinero, depósitos e inversiones por miedo a un corralito. De nuestro país, sólo en ocho meses de 2012, han salido ya 330.000 millones de euros, a los que hay que sumar las cantidades equivalentes en Grecia, Portugal o Italia. Capitales que van a parar a bancos de Suiza, Luxemburgo, Holanda y Alemania, en un volumen “sin precedentes”, según la agencia de información económica Bloomberg.

En definitiva, el ataque especulativo que está desahuciando a los Estados del sur reporta grandes beneficios… y tiene entre sus mayores beneficiarios a los grandes bancos europeos y norteamericanos.