SELECCIÓN DE PRENSA INTERNACIONAL

El ansia de Washington en perseguir el dominio militar

19-5-2017

El Almirante John Richardson, Jefe de Operaciones Navales de los Estados Unidos (CNO), publicó el miércoles un informe oficial titulado The Future Navy. Frente a la construcción naval de China y Rusia, «nos dirigimos ahora a una flota que tiene unos 310 barcos … Vamos a tener que construir barcos, y vamos a tener que mirar cómo ampliar la vida de los buques», dijo Richardson. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prometió antes ampliar la flota de la Marina a 350 buques.

La Marina de Estados Unidos es la primera del mundo en tonelaje, calidad y capacidad bélica, y Washington gasta más en su ejército que los ocho países siguientes. Sin embargo, Washington está siempre alerta a la competencia de sus así llamados rivales – Pekín y Moscú. Esto indudablemente demuestra la avidez de Washington en la expansión de su influencia militar.

Llegar a un estado de absoluta seguridad es poco probable, pero Estados Unidos es el país más estratégicamente seguro del mundo. Es cierto que China y Rusia han visto un crecimiento de su fuerza militar, pero su capacidad para construir portaaviones sigue estando muy por detrás de Estados Unidos. Según The National Interest, Estados Unidos habrá construido tres portaaviones de clase Ford para el 2030, y es poco probable que Pekín alcance a Washington en este campo durante las próximas décadas.

Aunque el segundo mayor del mundo, el presupuesto militar de China representa sólo el 1,3 por ciento del PIB. Si el Pentágono insiste en mantener la brecha actual con China en el gasto militar, Estados Unidos estará bajo una enorme carga ya que el PIB de China está alcanzando al de Estados Unidos.

Ningún país está dispuesto a tener una carrera armamentista con Washington. En cambio, Estados Unidos sí lo está está persiguiendo. Las opiniones de la sociedad estadounidense sobre la seguridad y el orgullo han sido manipuladas por algunas supuestas élites estratégicas, y los equipos militares avanzados, como por ejemplo los portaaviones, se han convertido en símbolos ubicuos en la cultura pop estadounidense.

Estados Unidos seguramente será arrastrado a una situación insegura si insiste en intimidar a otros países con su fuerza militar. En la actualidad, la seguridad nacional estadounidense enfrenta desafíos urgentes del mundo islámico, pero obviamente estos desafíos no pueden ser resueltos por el aumento del gasto militar o la construcción de equipos más avanzados.

La fortaleza militar de Washington ya ha superado con creces la de otros países. Es de voluntad de coexistir armoniosamente con otras civilizaciones de lo que Washington carece. Estados Unidos confía ciegamente en la adoración de los seres humanos y en su rendición ante el poder militar, y las élites estadounidenses estarán perdidas cuando descubran que la fuerza militar no ha tenido el efecto que esperaban.

Washington se autoarrastrará hacia abajo si insiste en que el poder militar es una solución para todo. Estados Unidos es libre de construir tantos buques de guerra como quiera, pero un dominio absoluto del mundo nunca volverá a resurgir.