Lo que probablemente no estuviera claro hace tres años, aunque ahora parezca evidente, es que el equilibrio de poder está cambiando. El fuerte nivel de endeudamiento de la UE, y la boyante economía de China ponen de manifiesto este cambio. El primer ministro chino, Wen Jiabao y otros dirigentes del país han realizado varias visitas por el continente prometiendo apoyo a Grecia, España e Italia cuando lo requieran (…)
No parece probable que el gigante asiático vaya a comprar una cantidad importante de la deuda emitida por los países europeos con más problemas. Si a Europa le interesa la liquidez de China, tendrá que colocar activos reales, o concesiones políticas, encima de la mesa. El proceso ya está en marcha. En julio de 2010, la naviera estatal china Cosco, firmó un acuerdo de alquiler a 35 años de un puerto griego por 4.200 millones de dólares (3.022 millones de euros). Para una gran nación comercial, pocas cosas hay más estratégicas que un puerto.