Aretha llenaba el escenario con su majestuosa presencia, sobrecogía con su poderoso torrente de voz; pero si algo la hacía especial, es que cuando interpretaba grandes éxitos como “Respect” o “Think”, en los que en el estribillo repetía una y otra vez “Freedom… freedom”
Aretha Franklin murió a los 71 años el 16 de Agosto del 2018 a consecuencia de un prolongado cáncer, que como tantas cosas en su vida era un relativo secreto. Aretha llenaba el escenario con su majestuosa presencia, sobrecogía con su poderoso torrente de voz; pero si algo la hacía especial, es que cuando interpretaba grandes éxitos como “Respect” o “Think”, en los que en el estribillo repetía una y otra vez “Freedom… freedom”, mujeres y hombres de todas partes del planeta coreaban su canción sumándose a un coro gospel que iba creciendo en intensidad a medida que avanzaba la música.
Aretha es un personaje fundamental para entender la música popular de la segunda mitad del siglo XX. Como lo son Bob Dylan, The Beatles o the Rolling Stones. Es decisiva para que en los 80 salgan grandes voces negras como Whitney Houston, Mariah Carey o Alicia Keys. Impresionó a figuras del rock como Gregory Allman (de los Allman Brothers), Eric Clapton o los mismísimos Rolling Stones, y artistas pop como Elton John, Eurythmics o George Michael colaboraron con ella a lo largo de su carrera a modo de homenaje.
A diferencia de los músicos de décadas posteriores, Aretha, que comienza su carrera a principios de los 60, tiene que enfrentarse a una manifiesta segregación racial. Los músicos negros, con un circuito de conciertos reducido, son a menudo víctimas de estafas. No cobran por sus actuaciones o lo hacen en una cuantía menor de la estipulada. Por eso se dice que la diva cobraba por adelantado y en efectivo, y su camerino era una oficina de pagos en la que tras el concierto se pagaba a los músicos y a los técnicos.
En aquel momento el panorama musical estaba dominado por hombres. Los referentes del rhythm & blues son Ray Charles, Sam Cooke o Wilson Pickett, y conjuntos vocales masculinos como The Platters o The Temptations. Etta James es la única cantante relevante del género.
En los 50, la música negra se populariza a través del blues de Chicago y del rock & roll de Chuck Berry y Little Richard. El blues, aunque electrificado, procede de zonas rurales. En los 60, las comunidades negras de las grandes ciudades pasan a engrosar la masa de obreros que trabajando en cadenas de montaje propiciarán que EEUU se convierta en la primera economía industrial del mundo. En los barrios negros se crea un nuevo estilo musical; el rhythm and blues, que conserva la estructura musical del blues pero se fusiona con el gospel, con las melodías de la música pop proveniente de Inglaterra y coge elementos del jazz y del rock & roll. La vida de los obreros negros, recluidos en guetos urbanos es diferente a los braceros de los campos de algodón o los campesinos que emigraban a la ciudad y que fue la base social del surgimiento del blues.
Aretha franklin perdió a su madre a los 10 años. A los 12 se quedó embarazada y a los 14 tuvo otro hijo de otro hombre. Su primer marido la maltrataba. Este no era un caso excepcional sino la vida habitual de las jóvenes mujeres negras en los barrios de Detroit, Chicago, Nueva York… Lejos de conformarse con ser la dramática protagonista de un blues, Aretha aprovechó la formación que le daba ser la voz principal de un coro gospel para resquebrajar muros. A la denuncia de la segregación racial se le sumó la voz de las mujeres, que en este nuevo periodo reclamaban su espacio. Exigían respeto.
La banda sonora de una larga marcha
El nacimiento y desarrollo del rhythm and blues corre paralelo al movimiento por los derechos civiles, convirtiéndose muchas veces en su banda sonora.
El movimiento por los derechos civiles es un movimiento de masas de la comunidad negra que exige iguales derechos que la población blanca. Surge con el boicot a los autobuses de Montgomery (Alabama) en 1955, y concluye en 1968 con el asesinato de Martin Luther King. Es un movimiento pacífico que cuenta con el apoyo de la Iglesia cristiana negra y con asociaciones de estudiantes y trabajadores. Comenzó con ocupaciones masivas de autobuses, tiendas y restaurantes en las que hombres de raza negra, vestidos con sus mejores ropas, exigían ser tratados como blancos y se desarrolló con multitudinarias marchas a Washington, creando todo un tejido organizativo que recorría todo EEUU, en una década caracterizada por movimientos populares y revolucionarios en todo el mundo.
Esta lucha favoreció la difusión de la música urbana negra y en especial del rhythm and blues y despertó su interés, tanto en EEUU como en Europa. En 1960 se funda en Detroit el sello discográfico Tamla Motown, que aglutinará a los mejores compositores, arreglistas, músicos e intérpretes de soul con la intención de producir éxitos de música negra dirigidos a la juventud blanca, contribuyendo a derribar los muros sociales de la segregación. En la Motown grabarían Stevie Wonder, Diana Ross y las Supremes, Marvin Gaye, los Jackson Five, Michael Jackson y un largo etcétera. Este sello será un potenciador para el desarrollo y difusión del soul, y su influencia se dejará notar en el rock y en el pop de todo el mundo.
Pero las chicas de la Motown dan una imagen comedida, formal e inocente. Aretha Franklin que graba para Atlantic Records, dinamita ese arquetipo, su poderosa voz y la intensidad de sus canciones conectar mejor con las mujeres negras de su época, y a la postre con las mujeres de todo el mundo, convirtiéndose en la reina del soul.