Según desvela el diario El País, aludiendo a fuentes militares y diplomáticas, el Pentágono quiere aumentar un 50% su presencia militar en la base gaditana de Rota, desplegando dos destructores más con 300 marines cada uno.
El plan completo del Pentágono consiste en aumentar de cuatro a seis los destructores desplegados en Rota, de la misma clase que los actuales pero más modernos. Y además sustituir los actuales por los modernos, que están dotados de helicópteros. Lo que significa que Rota pasaría a albergar también una escuadrilla de helicópteros navales.
El objetivo es contar con una escuadrilla completa de 6 destructores para asegurar que la Fuerza Naval Avanzada Desplegada en Europa o FDNF-E (Forward Deployed Naval Forces-Europe) dispone en todo momento de cuatro unidades operativas.
Los destructores forman parte del escudo antimisiles diseñado por la OTAN, pero en los hechos cumplen otras misiones tanto de la Alianza Atlántica como de Estados Unidos, como patrullar el mar Negro frente a Rusia o intervenir en la guerra de Siria. Dos de ellos (el US Portes y el USS Ross) participaron en el bombardeo con misiles de crucero a instalaciones militares del gobierno sirio en 2017.
“Un socio fiable”
Pedro Sánchez viene haciendo valer, ante Estados Unidos y las exigencias de Trump para que España duplique los gastos militares, la participación española en las misiones internacionales de la OTAN y la cesión de las bases americanas de Rota, donde EEUU tiene desplegado el escudo antimisiles, y Morón, donde está la sede permanente del mando para África y el Mediterráneo (Africom).
Así se lo transmitió a Trump en la cumbre de la OTAN celebrada el pasado 3-4 de diciembre en Londres. España es “un socio fiable, responsable y solidario” con más de 1.000 efectivos desplegados en operaciones de la OTAN. Trump ha suavizado sus críticas a que España no alcance ni el 1% en inversión militar, pero a cambio de convertir a nuestro país en un bastión militar yanqui cada vez más dependiente e integrado en su estrategia militar.
El gobierno aceptó en junio la sustitución de los cuatro destructores por los más modernos y su destacamento de helicópteros navales sin reformar el convenio bilateral, al considerar a los helicópteros como parte de la dotación de los nuevos destructores.
Sin embargo, las nuevas exigencias de la Administración Trump sí obligan a reformar el convenio bilateral entre Estados Unidos y España firmado en 1988, que habría de ser ratificado en el Congreso.
La integración en la estrategia militar norteamericana es una “línea roja” impuesta que ningún gobierno, desde la entrada en la OTAN, se ha atrevido a cuestionar. El gobierno en funciones no debería tomar ninguna decisión sobre las nuevas exigencias y que sea el nuevo gobierno quien lleve al Parlamento este debate y las consecuencias para nuestro país de seguir sometiéndonos a las cada vez más acuciantes exigencias militares norteamericanas.