Las urnas han dado cuatro sopapos al presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, miembro nato de la oligarquía criolla y declarado admirador de Donald Trump. El plebiscito -un referéndum constitucional y consulta popular- celebrado el 16 de noviembre planteaba cuatro cuestiones de gran importancia política para el futuro del país, incluyendo la espinosa autorización para instalar nuevas bases militares de EEUU en Ecuador o la trascendental convocatoria de una Asamblea Constituyente para redactar una nueva Constitución, así como la eliminación del financiamiento estatal a movimientos y partidos políticos (obligándolos financiarse de donaciones privadas) y la reducción a la mitad del número de legisladores en la Asamblea Nacional.
Los resultados han dado un sonoro «NO» a las cuatro preguntas, una derrota significativa de un presidente nacido en Miami y que hacía pocos meses (en febrero de 2025) había conseguido ser reelegido para un segundo mandato.
Casi 14 millones de ecuatorianos -incluída la diáspora de migrantes en el extranjero, entre ellos la numerosa comunidad ecuatoriana en España- estaban llamados a votar el pasado domingo 16 de noviembre, en una jornada que se desarrolló con alta participación, superior al 80%, y sin incidentes graves, según el Consejo Nacional Electoral. Lo cual es en sí mismo una buena noticia, ya que Ecuador pasa por una grave crisis de seguridad, en la que las bandas del narcotráfico han irrumpido no pocas veces en los procesos electorales.
Esta escalada de violencia ha sido la excusa elegida por Daniel Noboa para «habilitar una mayor cooperación militar extranjera» -eufemismo que esconde la intención de instalar nuevas bases militares de EEUU en Ecuador, además de reactivar la base de Manta para el uso norteamericano- y «redactar una nueva Constitución», argumentando que la Carta Magna vigente desde 2008, elaborada durante el gobierno de Rafael Correa, es demasiado “garantista” y «limita la capacidad del Estado para enfrentar al crimen organizado y atraer inversiones». Además, la Carta Magna del 2008 incluye una prohibición constitucional explícita para permitir la instalación de bases militares de otros países (principalmente de EEUU) en territorio ecuatoriano.
En las últimas semanas, Noboa se había reunido con importantes cargos del gobierno de Trump para reforzar acuerdos migratorios, arancelarios y de seguridad, por ejemplo con Kristi Noem, máxima responsable de la «Gestapo migratoria» (la temida ICE) que todos los días realiza cacerías de migrantes en EEUU, enseñándoles en una visita una base costera en la que el presidente ecuatoriano pretendía alojar militares estadounidenses.
El proyecto de instalar en Ecuador un «modelo Bukele» de combate al narcotráfico no sólo busca combatir al crímen organizado, sino sobre todo crear un marco represivo contra los movimientos populares, y convertir al Ecuador en una potente plataforma de intervención militar de EEUU en Sudamérica, sustituyendo a una Colombia que de la mano de Petro ofrece cada vez más problemas a Washington.
Además, el plebiscito incluía la propuesta de reducir el número de asambleístas de 151 a 73 (lo que que implica un sistema político menos representativo y más fácilmente controlable por los grandes partidos), y eliminar la financiación pública a los partidos políticos, dándoles como única opción financiarse por donaciones privadas: algo muy poco problemático si te financian las grandes fortunas del país, como a Noboa, y un escollo importante si sólo puedes basarte en microdonaciones populares.
Pero todas estas políticas entreguistas y antidemocráticas de Noboa se han estrellado contra una ola de ‘noes’. La propuesta de autorizar la instalación de bases militares extranjeras ha sido contundentemente rechazada, con un 60% de votos negativos. La intención de convocar una Asamblea Constituyente para redactar una nueva Carta Magna que sustituya a la que promulgó Rafael Correa ha chocado contra un 58% de ‘noes’. La exigencia de reducir legisladores y de eliminar los subsidios estatales a los partidos también ha sido rechazada, con el 62% y el 65% respectivamente.
