El presidente del BCE comparece en el Congreso

Draghi, sin luz ni taquí­grafos

"Faciliten el despido, reduzcan los salarios de los funcionarios, privaticen los servicios públicos, descentralicen la negociación colectiva, liberalicen los servicios profesionales, reduzcan las pensiones y disminuyan el tamaño del sector público" y una reforma constitucional que refuerce las reglas de control de déficit"." "Usted es libre de hacerme caso, yo soy libre de comprar su deuda aunque, como ambos sabemos, si no me hace caso su Gobierno caerá".(Carta secreta de Trichet del 5 de agosto de 2011 a los gobiernos de Berlusconi y Zapatero)

El pasado 28 de enero la «troika» (los hombres del FMI, el BCE y la Comisión Europea) visitaba España para revisar y controlar la aplicación de la reforma bancaria «teledirigida» desde Berlí­n, dos semanas después es el propio jefe del BCE, Mario Draghi, el que se presenta en Madrid para comparecer en el Congreso a puerta cerrada. ¿A qué viene tanto secretismo?

Si Draghi, el “hombre de negro” de más categoría que llega a nuestro país, se encierra en el Congreso con los diputados dos horas sin actas, sin taquígrafos y sin grabaciones, no es para “escuchar la visión de los diputados”, como él dice, sino para dictar las nuevas órdenes directamente a los diputados españoles. «¿Qué nuevas «órdenes» habrá dictado Draghi, el «gran hombre de negro» a los diputados españoles a puerta cerrada?»

“Los hombres de negro” de la “troika” que le precedieron ya dictaminaron que a pesar de los “significativos progresos alcanzados”, son necesarias más “reformas estructurales”, tales como imponer las pérdidas a los atrapados en las preferentes o mantener la restricción del crédito hipotecario. Y Draghi ha llegado para dictarlas en secreto.

Aún está pendiente que se publique la “carta secreta” que Trichet, el anterior jefe del BCE, envió a los gobiernos de Berlusconi y Zapatero en agosto de 2011 exigiendo un programa de reformas de calado si no querían que sus gobiernos cayeran (*). Programa que Zapatero aplicó, incluida la reforma de la Constitución en pleno mes de agosto. Y que costó el puesto a Berlusconi tres meses después, mediante un “golpe de Estado fiananciero” y la instalación de un gobierno tecnócrata.

¿Qué programa y bajo qué condiciones habrá dictado el “gran hombre de negro” en el encierro del Congreso? ¿Sólo más medidas financieras o habrá llegado con el conjunto de reformas que están exigiendo el FMI y Berlín, tale como nuevas rebajas del salario mínimo, los “minijobs” basura para jóvenes, o la nueva gran reforma de las pensiones para recortarlas aún más y privatizarlas?

No nos engañemos, Draghi trae el nuevo “dictak” alemán. Y no tardaremos en empezar a comprobarlo.