Detrás de la inflación hay un atraco de bancos y monopolios

Dos años de inflación, dos años de atraco financiero y monopolista

A lo largo de estos dos años la inmensa mayoría nos hemos empobrecido... al mismo tiempo que banca, monopolios y sobre todo el capital extranjero han obtenido una lluvia de beneficios. No son dos procesos inconexos, todo lo contrario. En un saqueo hay saqueados... porque hay saqueadores

Desde mediados de 2021 el IPC ha subido un 13%, la cesta de la compra un 26%… mientras los salarios han subido (de media entre un 7 y un 8%).

Los precios suben más que los salarios y las rentas de las clases trabajadoras. Según la fundación Funcas -un think tank dedicado a la investigación económica y social ligado a la gran banca, poco sospechosa de difundir propaganda izquierdista- el aumento del coste de la vida generó un empobrecimiento para las familias de 34.000 millones de euros en 2022, a los que hay que sumarles otra pérdida de 8.100 millones en el primer semestre de 2023. En total, la inflación nos ha sustraído a las clases populares 42.000 millones.

La inmensa mayoría nos estamos empobreciendo. Pero no todos. No todos están sufriendo con la inflación. En un saqueo hay saqueados… porque hay saqueadores

Una ultra-minoría de banqueros y monopolistas llevan dos años haciendo su agosto, haciendo caja de decenas de miles de millones. Y piensan seguir perpetrando -e intensificando- un atraco financiero y monopolista sobre el 90%, usando la subida de los precios para aumentar su margen de beneficios.

Mientras los precios de los alimentos se disparan, y hacer la compra se convierte en un ejercicio de funambulismo para muchas familias; mientras agricultores, ganaderos o pescadores sobreviven al borde de la quiebra por los altos precios del combustible , de los piensos o de los fitosanitarios, viendo como sus mercancías se venden al consumidor por cuatro, por ocho o por diez veces su precio en origen… las grandes cadenas de alimentación -muchas de ellas de capital extranjero- hacen caja, aumentando su margen de beneficios o practicando el engaño de la reduflación (mantener el precio, pero rebajando la cantidad).

Aunque ahora se haya moderado, durante el 2022 y buena parte de 2023 la factura de la luz ha electrocutado el bolsillo de la inmensa mayoría -especialmente de las 2,7 millones de familias en situación de pobreza energética-, así como de las pymes y los autónomos. Un hachazo eléctrico que disparó los beneficios del oligopolio energético -Endesa, Iberdrola, Naturgy…- un 31%en 2022… y un 40% en el primer trimestre de 2023.

Ellos, este pequeño puñado de bancos, monopolios y fondos extranjeros, se enriquecen a costa de empobrecernos, de saquearnos de forma implacable y concienzuda.

Mientras el precio de la vivienda nos empobrece a todos, expulsando a las rentas medias y bajas y a las clases asalariadas del centro de las ciudades, los grandes dueños del mercado inmobiliario, cada vez más, el capital norteamericano -tres grandes fondos de Wall Street, Blackstone, Cerberus y Lone Star, se han quedado con más de dos tercios de los pisos que la banca española- consiguen astronómicos beneficios por metro cuadrado.

Ellos, este pequeño puñado de bancos, monopolios y fondos extranjeros, se enriquecen a costa de empobrecernos, de saquearnos de forma implacable y concienzuda. Sus indecentes beneficios y los padecimientos que soportamos la inmensa mayoría… no son sino las dos caras de una misma y sola cosa.

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El BCE vuelve a subir los tipos de interés

Una tortura al servicio de la banca… y los fondos de inversión de EEUU

Minerva Bermejo

Poco después de que la Reserva Federal norteamericana mantuviera reuniones con los principales bancos nacionales y organismos reguladores de los países del G7, el Banco Central Europeo dirigido por Christine Lagarde decidía subir los tipos de interés en la eurozona… por décima vez, a pesar del deterioro creciente de la economía.

Una medida que supone una vuelta de tuerca más en el potro de tortura para millones de miles de familias hipotecadas, o para centenares de miles de autónomos y pymes, pero un maná de beneficios para los grandes bancos españoles… y sobre todo para el capital extranjero, especialmente norteamericano (BlackRock, Vanguard), los grandes propietarios de las entidades financieras del Ibex35.

El BCE ha decidido, una vez más, elevar los tipos de interés, del 4,25% al 4,5%. Toman esta medida sabiendo (por sus propios informes internos) que el verdadero factor que hincha la inflación es el aumento avaricioso del margen de ganancias de las grandes empresas, y con plena conciencia del sufrimiento que supone para amplias capas de la población.

La subida de los tipos significa un nuevo aumento de las cuotas hipotecarias, que ya se han encarecido entre 260 y 610 euros al mes, (3.100 y 7.300 al año) para millones de familias. Pero para pymes y autónomos, este precio de los préstamos -el más alto en 20 años- significa un enorme trasvase de sus beneficios a las cuentas de resultados de los grandes bancos.

Pero, dado que el 99,8% de las empresas españolas son pymes, y que para este sector los créditos bancarios son la única manera de comprar a proveedores, reparar o renovar maquinaria, etc… la subida de los tipos de interés supone una tortura para toda la economía española.

Estos fondos de inversión que hinchan la inflación -liderados por los norteamericanos, como BlackRock, Blackstone, Fidelity o Vanguard- han obtenido 3.000 millones en un año.

Una y otra vez, el BCE, que no está sujeto a ningún control democrático por el Parlamento Europeo, nos vende la medida de la subida de los tipos como «la receta clásica e inevitable para enfriar el consumo y contener la inflación». La realidad es que se trata de una política alineada con las directrices de la Fed norteamericana -cuyo gobernador, Jerome Powell, mantiene reuniones periódicas con Christine Lagarde- destinada a hacer que los bancos europeos ganen mucho, mucho dinero, a costa de las clases populares y trabajadoras, incluyendo las empresas no monopolistas.

En España, la subida de los tipos ha hiperbeneficiado a los bancos. Los seis grandes del Ibex -Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell, Bankinter y Unicaja- han obtenido un beneficio conjunto en el primer semestre de 12.386 millones, superando así en un 20,2% el mismo periodo de 2022: el Banco Santander ganó 5.241 millones, el BBVA 3.878 millones y Caixabank 2.137 millones.

Pero junto a ellos y por encima de ellos, llueven millones para sus propietarios extranjeros. Fondos de inversión extranjeros, en primer lugar norteamericanos -como BlackRock, Vanguard, JP Morgan, Goldman Sachs, Capital Group…- pero también europeos -como Norges Bank, Crédit Agricole, Deutsche Bank o Fintech- son los nuevos dueños de la banca española.

Estos fondos de inversión que hinchan la inflación -liderados por los norteamericanos, como BlackRock, Blackstone, Fidelity o Vanguard- han obtenido 3.000 millones en un año. Estos grandes capitales de Wall Street no sólo son los principales accionistas de Santander, BBVA o Caixabank, sino que tienen una fuerte y creciente presencia en las principales empresas de los sectores que más están tirando al alza de los precios e hinchando sus márgenes, como la energía, la alimentación, el transporte y la hostelería.