En Julio de 2007, el entonces presidente del PNV Josu Jon Imaz, abrió la guerra. En una carta abierta publicada en la prensa afirmaba sobre la famosa consulta que promovía Ibarretxe: «puede ser el plan B de ETA».
Imaz se reguntaba: “¿Qué pasaría el día después si no hubiera acuerdo político con el Estado? Visto lo visto durante tantos años, no hace falta ser adivino para imaginar a ETA matando en nombre de la defensa de una presunta voluntad popular no atendida. La consecuencia de todo ello puede ser diabólica. No en nuestro nombre”.Quedaba así abierta la guerra entre las dos almas –la etnicista y dogmática, la moderada y pragmática- que cohabitan y se enfrentan en el Partido Nacionalista Vasco.En aquella ocasión, el periódico De Verdad publicó un análisis sobre por qué el alma posibilista y pragmática abría la guerra contra el sector etnicista, concluyendo que la razón última había que buscarla en los cambios acontecidos en la escena internacional. En él nos preguntábamos ¿podrá Imaz convencer a los fundamentalistas de su partido de los nuevos vientos que corren? Y sobre todo, ¿estarán éstos dispuestos al reciclaje o darán la batalla hasta el final? Preguntas que siguen en pie hoy que la guerra se ha recrudecido y nadie puede afirmar si los seguidores de Arzalluz-Ibarretxe pueden optar por la ruptura. Reproducimos aquí el análisis publicado en el De Verdad nº 15, correspondiente al mes de Julio de 2007.Dos almas, ¿dos cuerpos?El alma es en una persona la parte espiritual e inmortal que junto con el cuerpo constituye su condición humana. También en un partido, el alma ideológica, precisa de un cuerpo orgánico. Tener dos almas es muy difícil y mucho más cuando las condiciones obligan a tomar decisiones urgentes; ¿en qué dirección debe moverse el cuerpo? La indecisión y aún más el inmovilismo pueden resultar letales. La convivencia de las dos almas en el PNV arranca de sus propios orígenes. De su enfrentamiento han surgido 4 escisiones, y el problema es si la presente encrucijada está o no en el camino de que cada una cristalice en un cuerpo independiente fraccionando el común. En anteriores ocasiones, las circunstancias que han conducido al enfrentamiento entre las dos almas han obligado a tomar decisiones de las que, pese a su traumatismo inicial, ha dependido la vida y desarrollo del cuerpo al que deben su existencia. Así fue, sin ir más lejos, cuando hubo que cohabitar con Franco una vez que los norteamericanos optaron por el Generalísimo. El alma independentista tuvo que ser encerrada en el armario mientras se hacían lucrativos negocios con el Régimen. El pilotaje del actual Presidente del PNV se ha topado con una de esas encrucijadas. Pero ¿qué circunstancias son estas que obligan a un juego tan arriesgado? ¿Cuándo y por qué han aparecido? Nuevos vientosDesde el Pacto de Lizarra hasta la presentación del Plan Ibarretxe, la dirección del PNV hegemonizada por Arzallus, tomó el llamado giro soberanista. Entre los motivos que auspiciaron la huída hacia delante tuvo un papel destacado la rebelión democrática originada en Ermua. Sin embargo fue el clima internacional marcado por el enfrentamiento del Eje franco alemán con los EEUU y la promoción del diseño de la Europa de los Pueblos, el caldo de cultivo ideal y factor principal de que Arzallus y los suyos se echaran al monte.Por primera vez en 200 años, la fragmentación de España encajaba en la agenda de los poderes europeos que preparaban la hegemonía sobre el continente. Alemania tejió una tupida red de financiación y organizaciones que alentaban el nacimiento de multitud de movimientos independentistas. Francia mantuvo el santuario de ETA con su toma y daca permanente. Arzallus lo venía esperando y quiso aprovechar la oportunidad. De aliado del gobierno de Aznar pasó a convertirlo en la bestia negra a batir, en plena sintonía con los amos que por entonces gobernaban Europa. La revitalización del discurso más xenófobo en coherencia con el ideario sabiniano, sus guiños a los chicos de la gasolina, sus declaraciones al más rancio estilo anti-español y, sobre todo, su utilización del terror de ETA –a la que permanente marcaba el blanco de sus atentados– servidora de las condiciones necesarias para el aislamiento de los no nacionalistas, lo convirtieron en la principal punta de lanza y sostén ideológico del Régimen nazi fascista vasco.Sin embargo las circunstancias actuales son bien distintas y el posibilismo golpea con fuerza la puerta de Sabin Etxea. Los nuevos vientos europeos han cambiado sustancialmente. La Europa de Sarkozy y de Merkel mira hacia EE UU. La Europa de las 5 naciones de Sarkozy –entre las que se incluye España– se dibuja como sustituta de la Europa de los Pueblos, que si no totalmente inactiva, permanecerá adormecida y a la espera de mejor ocasión. No son circunstancias favorables para aventuras soberanistas unilaterales. La desmembración forzosa de las naciones Estado como España se ha caído de la agenda de los jefes.Estas son las razones últimas que explican el giro posibilista que encabeza Imaz. Una vez más los cambios en la escena internacional están en el origen de que el pragmatismo se lance a reconducir la deriva etnicista. El enfrentamiento entre las dos almas del PNV está servido y la carta de navegación está escrita en francés.Beatriz Muñoz