Como afirma El País es su editorial de hoy, cada día que pasa el sistema financiero norteamericano se revela como un auténtico pozo sin fondo. A los 800.000 millones de dólares del plan de rescate ideado por Bush, se añaden ahora los 1,8 billones de dólares del nuevo plan de rescate ideado por Obama. Y Wall Street se hunde al conocerlo porque no están seguros siquiera de que esa ingente cantidad sirva para arreglar el problema.
La enormidad de la burbuja inmobiliaria creada en EEUU es una bomba de relojería de efectos retardados. Mientras continúa descendiendo el recio de la vivienda y aumentando el número de impagos hipotecarios, más y más activos bancarios se van revelando como tóxicos, sin que nadie pueda saber a ciencia cierta cuando va a detenerse esta depreciación. La concentración de capital en forma de desaparición de varios miles de bancos –como en la década de los 30– y la adquisición de sus activos no tóxicos (es decir, el capital no destruido) en manos de unas pocas megacorporaciones financieras es lo que el editorialista del país, en sintonía con Wall Street, demanda de Obama. El Correo sigue aportando datos sobre la dimensión de la crisis en Euskadi, ese rincón de España que, según Ibarretxe, iba a verse menos afectado por la crisis. En su edición de hoy, el periódico bilbaíno ofrece los datos del sector metalúrgico vasco, que representa el 13% de PIB de la comunidad, que en el mes de diciembre ha conocido la peor caída de actividad de su historia, un 23%. Iñaki Ezkerra en La Razón, se pregunta dónde están los sindicatos con toda la que está cayendo. Recordando cómo en 1988, y con menos motivos que ahora, se plantaron ante Felipe González convocando una huelga general que paralizó el país de norte a sur. En los “miles de millones de euros de las arcas del Estado” que reciben los sindicatos encuentra Ezkerra la respuesta de este silencio de lo que denomina “aristocracia u oligarquía obrera”. Editorial. El País UN AGUJERO SIN FONDO Gran parte de la superación de la crisis financiera y la recesión económica mundial va a depender de las decisiones económicas que está adoptando la Administración de Barack Obama. El martes, el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, anunció un plan de proporciones colosales para salvar el mercado financiero, sumido en una pendiente sin fin de depreciación de activos que amenaza con quebrar el sistema. El plan Geithner destinará más de 1,8 billones de dólares (1,5 billones de euros) a constituir un fondo mixto público-privado para comprar activos tóxicos (…) El Plan de Rescate fue recibido en Wall Street con una caída del 4,6% y semejante desconfianza obedece a poderosas razones. Es un plan contundente, pero del que se ignoran los detalles. Uno de los importantes es saber cómo se articulará la aportación privada a ese fondo mixto para comprar activos tóxicos. Los inversores recelan además del grado de depreciación de los activos bancarios, que parece no tener fondo. Cada nuevo cálculo de la Reserva Federal o del Fondo Monetario Internacional (FMI) aumenta un poco más el agujero, que llega hoy a los 2,3 billones de dólares. Por último, permanece sin respuesta una cuestión estratégica. El sector financiero estadounidense, como el del resto del mundo, debe ajustarse en actividad y empleo a las nuevas condiciones internacionales. Ello implica concentraciones bancarias y desaparición de entidades poco competitivas. No está claro si el plan Geithner pretende una salvación selectiva, que opere en la dirección del ajuste, o actuará como salvavidas universal. La imposición de exámenes estrictos para recibir las ayudas sugiere que el Tesoro se inclina por la primera opción; pero debe concretarla. EL PAÍS. 12-2-2009 Bilbao. El Correo EL METAL DE VIZCAYA SE HUNDE J. L. Galende Las empresas del metal de Vizcaya sufrieron en diciembre la recesión más aguda de su historia, con una caída de la actividad cercana al 23%. Culminaba así, de la peor manera posible, un mal año para un sector que genera casi el 13% de la riqueza de Euskadi y al que los estables comienzos de 2008 ni siquiera le sirvieron para salvar los muebles, ya que en el ejercicio sufrió un retroceso medio del 4,3%. Los pavorosos datos están sobre la mesa de la Federación Vizcaína de Empresas del Metal (FVEM), que agrupa a más de un millar de firmas, la mayoría de las que se dedican a esta actividad en el territorio. El deterioro, agudizado en los últimos meses, se produjo sobre todo en el cuarto trimestre, en el que el desplome fue del 15,6%. El metal de Vizcaya representa cerca del 40% de este segmento en Euskadi. El balance de las compañías que integran la FVEM puede extenderse al resto del País Vasco. Si acaso -señala Jaime Fernández, el director gerente de la asociación empresarial-, Álava presenta datos aún peores. En sintonía con estas cifras, la producción industrial en Euskadi cayó un 21,5% en diciembre respecto al mismo periodo de 2007, según el Instituto Vasco de Estadística (Eustat). Pese a todo, hay áreas que aguantan mejor el tipo que otras. En medias anuales, aún presenta avances la de fabricación de material eléctrico, que en Vizcaya creció en 2008 el 3,75% y el 1,9% en la comunidad autónoma, constatan los cálculos de la federación y del Eustat. No obstante, en el último mes del año tampoco se libró de un retroceso del 8% (…) La situación ha tenido consecuencias sobre el empleo, el aspecto más dramático de la crisis. La industria vasca perdió a lo largo del cuarto trimestre 9.400 puestos de trabajo, según el Eustat, de los que cerca de 3.000 fueron aportados por las empresas agrupadas en la FVEM, integrada en la patronal Cebek. Una situación que no refleja toda la realidad, ya que las suspensiones de empleo por medio de EREs no aparecen en esta estadística. El «gran problema» que tiene el metal, señala el dirigente empresarial, se sitúa en el ámbito financiero. «Tanto para las empresas que no van bien como para las están capeando el temporal -precisa-, la restricción del crédito es un grave problema», explica Fernández a EL CORREO. Incluso hay algunas que pueden crecer, pero que no lo hacen por falta de dinero, asegura. Hasta tal punto la coyuntura es apurada que Fernández culpa a los bancos de «no cumplir la función que tienen atribuida» y pone en duda que la sequía de los préstamos se explique por criterios de riesgo, como argumentan las entidades (…) EL CORREO. 12-2-2009 Opinión. La Razón ¿Y LOS SINDICATOS? Iñaki Ezkerra ¿Y los sindicatos? Esta es la pregunta básica que uno se hace después de la sesión de anti-investidura del martes en el Congreso de Diputados; después de aquella convincente escenificación de la soledad radical de Zapatero. Bien, todos los partidos -incluida Izquierda Unida- cercaron al Gobierno con el alambre de espino de la pérdida de confianza, pero los sindicatos siguen sin dar señales de vida, lo que no deja de ser un misterio en unos tiempos de crisis y paro galopante. Por mucho menos de lo que está pasando ahora, Nicolás Redondo, padre, le montó a Felipe González la famosa huelga del 14 de diciembre del 88, que supuso el comienzo del fin para aquel PSOE (…) A los sindicatos de hoy les pasa como al tabaco y a los pollos. Ya no son como los de antes. Ya no saben de la misma forma. O han perdido la nicotina o no son de granja o ambas cosas a la vez (…) Ya nada es lo que era y los sindicatos no iban a ser una excepción. Hoy se han convertido en una casta social como en su día los políticos. Recuerdo un pleno del Congreso de Diputados en que Carrillo le reprochó a Suárez que hablara de la «clase política» y se desmarcó con desdén de «esa clase de políticos» a los que se refería el primer presidente de la democracia. Hoy habría que hablar de «clase sindical», de «aristocracia», de «oligarquía obrera», de toda esa peña multitudinaria y no contabilizada oficialmente de «liberados» que llega a los cientos de miles, que recibe miles de millones de euros tanto de las arcas del Estado como del Fondo Social Europeo y que no está para pronunciarse ni sobre los parados ni sobre nada porque no le afecta el paro. Son los mudos de la crisis. Anteayer todos los partidos hablaron. Pero ellos guardan silencio no sea que llamen la atención y se les jorobe el invento. LA RAZÓN. 12-2-2009 Económico. Expansión MOODY’S TAMBIÉN CUESTIONA A ESPAÑA Como ya hiciera el pasado 19 de enero la agencia de calificación crediticia Standard & Poor’s (S&P), su homóloga Moody’s ha empezado a abonar el terreno para rebajar el ráting de la deuda pública de España, en este caso también desde la máxima calidad crediticia –la triple A– hacia el escalón inferior. En un exhaustivo informe, Moody’s previene sobre esta posibilidad fundamentalmente ante la insuficiencia de la respuesta gubernamental para reactivar el crecimiento económico, por el excesivo apalancamiento de la economía, en particular el inducido por el sector constructor y por la precaria competitividad de las empresas (…) El vicepresidente Solbes reaccionó con complacencia a la rebaja decidida por S&P, al asegurar que mantenemos un notable alto y que, en todo caso, las otras dos agencias –en referencia a Moody’s y a Fitch–aún mantienen la máxima calificación. ¿Qué dirá si se confirma el movimiento de Moody´s? Zapatero optó directamente por cuestionar la credibilidad de las agencias de ráting. Probablemente, el presidente esté realmente convencido de la irrelevancia de lo que puedan opinar unas desacreditadas entidades (..) Es cierto que estas agencias no están en su mejor momento, pero sus amonestaciones a la pérdida de solvencia de España influyen en los mercados, en tanto que se trata de una alerta a los potenciales compradores de deuda pública española de los riesgos crecientes para hacer frente a los compromisos adquiridos. La consecuencia inmediata, como ya se está viendo, es un fuerte encarecimiento de las colocaciones de deuda del Estado y, por extensión, de la financiación de los bancos, de las cajas y de las empresas. En un momento de creciente necesidad de endeudamiento, esta situación acrecienta los gastos presupuestarios y, por tanto, el déficit público, restando margen de maniobra, si es que le queda alguno, a la política fiscal. EXPANSIÓN. 12-2-2009