Dada la manifiesta atonía de la demanda interna en la eurozona, la vía de ir asentando la recuperación, y con ella suavizando el ascenso del desempleo, es el crecimiento de las ventas a aquellas economías que van por delante en la recuperación del crecimiento. A un tipo de cambio en la frontera de 1,50 dólares por euro (el miércoles pasado cotizó a 1.5046, el máximo de apreciación desde agosto de 2008) las exportaciones de la eurozona reducen su capacidad competitiva de forma significativa.
Poco imorta ahora que la depreciación del dólar siga propiciando el cuestionamiento de su posición como denominador transaccional en el comercio global y su papel como principal moneda de reserva del mundo. Sería un error que, en lugar de garantizar condiciones favorecedoras del crecimiento económico, del BCE emergiera un orgullo cambiario sobre la base de una apreciación de la moneda común que ya genera más daños que ventajas a los europeos. EXPANSIÓN.- Según la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada ayer, durante el tercer trimestre de 2009 en España el paro bajó en 14.100 personas. Esta noticia, aparentemente buena, no es un "brote verde", se debe a razones estacionales y queda bastante ensombrecida por la destrucción de empleo. Efectivamente, la ocupación total en España, en el tercer trimestre, fue de 18.870.200 trabajadores, lo que supone una reducción de 75.000 personas con respecto al segundo trimestre de este año. Se confirma con ello la tendencia destructiva de empleo iniciada hace ahora dos años. Editorial. El País Dólar perturbador Sin ser un fenómeno nuevo, la depreciación del dólar constituye un obstáculo añadido a la recuperación de las economías europeas que comparten moneda y política monetaria. Dada la manifiesta atonía de la demanda interna en la eurozona, la vía de ir asentando la recuperación, y con ella suavizando el ascenso del desempleo, es el crecimiento de las ventas a aquellas economías que van por delante en la recuperación del crecimiento. A un tipo de cambio en la frontera de 1,50 dólares por euro (el miércoles pasado cotizó a 1.5046, el máximo de apreciación desde agosto de 2008) las exportaciones de la eurozona reducen su capacidad competitiva de forma significativa. Detrás de esa depreciación de la principal moneda de reserva del mundo no sólo está el alejamiento de los mayores temores que la crisis financiera extendió hace algo más de un año, reforzando su papel de refugio, sino la presunción razonable de que las autoridades americanas van a ser menos estrictas que las europeas en el manejo de sus políticas de demanda. La política monetaria desempeña un papel importante al respecto, en concreto el diferencial en tipos de interés. La Reserva Federal estadounidense no tiene prisa en elevar el precio del dinero o en retirar algunas de las excepcionales decisiones adoptadas en el pasado. Tampoco la reconducción de un déficit público en EE UU, muy superior al promedio y al de cada uno de los países de la eurozona, presiona a unas autoridades americanas, cuyo principal objetivo es alejar los riesgos de recaída en la recesión y, en todo caso, reducir el paro. En la eurozona las autoridades parecen empeñadas en sacrificar antes el bienestar de los ciudadanos que la ortodoxia que se dieron para épocas de normalidad económica y financiera. El Banco Central Europeo (BCE) ya ha insinuado la retirada de los estímulos monetarios y los destinados a facilitar el funcionamiento de los mercados de crédito, todavía distantes de la normalidad en algunos países, España entre ellos. El Gobierno español, además, se ha planteado aumentar los impuestos y reducir las inversiones públicas en partidas esenciales para la modernización de la economía. Con ello no facilita precisamente la principal prioridad: reducir la más elevada tasa de desempleo de la OCDE. El BCE debería tomar en consideración antes de atenuar los estímulos monetarios, o sugerir que los gobiernos hicieran lo propio con los fiscales, el endurecimiento medio de las condiciones de financiación en la eurozona del que ese encarecimiento del euro es parte significativa. Poco importa ahora que la depreciación del dólar siga propiciando el cuestionamiento de su posición como denominador transaccional en el comercio global y su papel como principal moneda de reserva del mundo. Sería un error que, en lugar de garantizar condiciones favorecedoras del crecimiento económico, del BCE emergiera un orgullo cambiario sobre la base de una apreciación de la moneda común que ya genera más daños que ventajas a los europeos. EL PAÍS. 26-10-2009 Editorial. Expansión La destrucción de empleo Según la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada ayer, durante el tercer trimestre de 2009 en España el paro bajó en 14.100 personas. Esta noticia, aparentemente buena, no es un "brote verde", se debe a razones estacionales y queda bastante ensombrecida por la destrucción de empleo. Efectivamente, la ocupación total en España, en el tercer trimestre, fue de 18.870.200 trabajadores, lo que supone una reducción de 75.000 personas con respecto al segundo trimestre de este año. Se confirma con ello la tendencia destructiva de empleo iniciada hace ahora dos años. En el tercer trimestre de 2007, la ocupación alcanzó su máximo histórico 20.510.600 personas, lo que supone, en dos años, una destrucción de empleo de 1.640.400. Por tanto, lo más preocupante de la EPA publicada ayer es que continúa la pérdida de empleo. Esta pérdida afecta tanto a la población española, como a la población extranjera. Así, los ocupados españoles han disminuido, en el tercer trimestre, en 55.000 personas mientras que los extranjeros lo hicieron en 20.000. Por sectores económicos se destruye empleo en la industria (80.000 ocupados menos) en la construcción (72.000) y en la agricultura (50.000). Solo se crea empleo en el sector servicios con un aumento de 126.000 trabajadores que se puede explicar por la mayor actividad de los servicios propios del verano. Como consecuencia sería de esperar que en el cuarto trimestre se produzca una destrucción de empleo también en este sector. Sin ir más lejos, el año pasado se perdieron, en el cuarto trimestre, más de 120.000 empleos en el sector servicios. Disminuyen los activos La EPA, también confirma, la tendencia iniciada en el segundo trimestre de descenso del número de activos, es decir, hay menos personas que buscan trabajo lo que hace sospechar que está aumentando el número de personas que 1) se establecen en la economía sumergida, 2) se quieren formar mejor para adaptarse a las nuevas demandas del mercado laboral, 3) se repliegan a sus hogares para hacer tareas domésticas, 4) pierden su trabajo y, dadas las malas perspectivas se desaniman hasta el punto de que no buscan un nuevo empleo y 5) abandonan el país y buscan trabajo en el extranjero. También llama la atención el elevado paro juvenil que vuelve a aumentar y que, según la EPA, alcanza casi el 40%. Se trata de 886.000 jóvenes, entre 16 y 24 años que quieren trabajar y no encuentran trabajo. A esto se une otro dato escalofriante: una caída en el tercer trimestre de casi 70.000 ocupados en el colectivo de edad de 25 a 29 años. Ello se debe a que en un periodo de crisis el desempleo se ceba más en los jóvenes ya que para las empresas es más barato despedirlos que a los de más edad. Sin embargo, para un país este tipo de paro es un lastre económico, ya que los jóvenes son los que tienen una mayor flexibilidad geográfica y funcional, más capacidad de absorber las nuevas tecnologías y, por tanto, de aumentar la productividad de las empresas, y todo ello con menos exigencias salariales. Los datos de ocupación del tercer trimestre, tanto de la EPA (-75.000) como los de afiliación a la Seguridad Social (-52.000) siguen señalando que España se enfrenta a una desgraciada combinación de modelo económico agotado (y que no parece que por ahora tenga recambio) con una fuerte caída de la actividad económica. Su manifestación más grave es precisamente el fuerte aumento en la destrucción de empleo. En este sentido, el nuevo Plan E aprobado ayer, en Consejo de Ministros va en la mala dirección ya que aumenta el gasto público improductivo en vez de reducirlo. Las Administraciones Públicas españolas deben dedicarse a reducir el gasto público y a bajar los impuestos. Los ayuntamientos deben dejar de arreglar aceras y dedicarse a pagar las deudas que tienen con las empresas. Otros países como Francia y Alemania están saliendo de la crisis poniendo a sus parados a trabajar en lo mismo en que trabajaban antes de la crisis. En España no: tendremos que dar ocupación a nuestros desempleados en otros sectores, a poder ser con alto contenido tecnológico y con vocación exportadora. Una pesada digestión, que durará años, tras los excesos de la construcción inmobiliaria. Para favorecer este cambio de modelo sería prioritario cambiar la política económica y hacer cuanto antes la reforma laboral (simplificación de los contratos, mejorar la formación de los trabajadores que facilite la reasignación de la mano de obra entre sectores económicos, disminución escalonada de las prestaciones por desempleo, descentralización de la negociación colectiva, mayor movilidad geográfica y funcional, etc.). Así mejoraría la competitividad de nuestra economía y se evitaría seguir destruyendo empleo. Solo una mayor competitividad nos permitirá recuperar la senda de crecimiento económico y la creación de empleo. EXPANSIÓN. 24-10-2009 Opinión. Estrella Digital Cajamadrid: enfrentamiento entre todos José Oneto (…) la confirmación por parte de Aguirre de que su candidato para la presidencia de la segunda Caja del país y la cuarta entidad financiera de España es Ignacio González ha provocado un auténtico terremoto político no sólo en el Partido Popular, sino en el Partido Socialista de Madrid que dirige Tomás Gómez. La pelea dentro del Partido Popular ha superado el conflicto que tiene enfrentados al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, con Esperanza Aguirre y ha estallado en la dirección nacional del partido, que se opone al nombramiento de González y que ha lanzado el nombre del ex vicepresidente Rodrigo Rato, del que, según se sepa, nunca ha hablado Mariano Rajoy con ninguno de sus colaboradores aunque en algunas fuentes populares insisten en que el ex vicepresidente le habría comunicado a Rajoy que estaba disponible para el puesto, sin que el presidente tomase ningún tipo de posición. El silencio de Rajoy durante todos estos meses de conflicto dentro de la Caja, un conflicto cuyo uno de los últimos episodios ha sido la judicialización del tema por parte del Ayuntamiento, pidiendo a los tribunales que anulen las elecciones que deben tener lugar en el mes de noviembre, ha complicado aún más la situación. Algo que ha aprovechado Esperanza Aguirre para lanzar su candidatura argumentando que, según los estatutos, las prerrogativas para la propuesta de presidente le corresponden a la Comunidad y no a la dirección nacional, como ha ocurrido en otras Comunidades gobernadas por el PP. Rechazado por el Banco de España y por la Moncloa, Rajoy parece haber optado, en última instancia, por Rodrigo Rato, del que ha estado alejado desde la derrota en las últimas elecciones generales y al que no le ha pedido el menor consejo sobre la situación económica y sobre las medidas que habría que tomar. Pero el conflicto no sólo está dentro del Partido Popular, sino también en el Partido Socialista. Tomás Gómez, secretario del partido en Madrid, habría adquirido el compromiso de votar a Ignacio González, según el acuerdo diseñado hace varias semanas, sin consultar con la Ejecutiva Nacional ni con el propio Zapatero, sin saber que la Moncloa y el Banco de España tienen su propio candidato: Luis de Guindos, secretario de Estado de Economía con José María Aznar, actual miembro del equipo de Pricewaterhouse y ex responsable de Lehman Brothers en España. El enfrentamiento entre Ruiz Gallardón y Aguirre se ha convertido en un nuevo enfrentamiento entre Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre, que a pesar de todas las presiones mantiene la candidatura de González, y en un conflicto entre Tomás Gómez, que todavía no sabe si va a ser candidato como cabeza de lista por Madrid a las próximas autonómicas, y la dirección nacional. ESTRELLA DIGITAL. 26-10-2009