«La amenaza inmediata de contagio de Grecia retrocedió el 29 de junio, cuando el Parlamento griego aprobó un plan para una mayor austeridad, abriendo el camino para que el país obtenga otra parte del dinero del rescate. Pero así como los problemas de Grecia en realidad no han desaparecido, la vulnerabilidad de España tampoco. Una tierra de sorprendentes contrastes físicos, España tiene una economía igual. Hay, en efecto, dos Españas, una vibrante y otra enfermiza. Reforzar una y reactivar la otra, exige dolorosas reformas.»
Que la economía de la zona euro remonte la crisis deenderá de que en España se imponga la versión más competitiva o la rígida. Se requieren reformas mucho más profundas de las que se han previsto. Pero con las elecciones generales previstas para marzo de 2012, la política partidista se está imponiendo y el ritmo de las reformas se está desacelerando. Si esto continúa, llevará el nerviosismo a los mercados. (THE ECONOMIST) THE WALL STREET JOURNAL.- ¿Cuál será la próxima pieza del dominó de la eurozona en caer por la crisis? En los últimos dos años, la sabiduría popular ha considerado a España la más vulnerable a caer después de Grecia, Irlanda y Portugal, pero la atención de los inversionistas se centra cada vez más en Italia. La diferencia entre las rentabilidades de los bonos españoles e italianos se ha reducido a la mitad en lo que va de año, ante el temor a que los problemas de Roma puedan ser finalmente más difíciles de resolver que los de Madrid. Los responsables de políticas monetarias de la eurozona deberían tomar nota: cualquier pérdida de confianza en Italia sería realmente alarmante. R. Unido. The Economist Doble personalidad. ¿Cuánto es de vulnerable España? La crisis de la deuda soberana en Europa ya ha engullido Grecia, Irlanda y Portugal. Pero el verdadero temor es que pueda extenderse a una gran economía. España, cuyo PIB es casi el doble que el de los tres países rescatados en conjunto, ha sido durante mucho tiempo una fuente de preocupación. A pesar de que entró en la crisis con una deuda pública relativamente baja, de sólo el 36% del PIB en 2007, esa cifra se elevará a un estimado del 68% a finales de 2011 debido a los grandes déficits. Peor aún, España comparte varias de las debilidades de las economías más pequeñas, como la pérdida de competitividad y un gran déficit por cuenta corriente. La amenaza inmediata de contagio de Grecia retrocedió el 29 de junio, cuando el Parlamento griego aprobó un plan para una mayor austeridad, abriendo el camino para que el país obtenga otra parte del dinero del rescate. Pero así como los problemas de Grecia en realidad no han desaparecido, la vulnerabilidad de España tampoco. Una tierra de sorprendentes contrastes físicos, España tiene una economía igual. Hay, en efecto, dos Españas, una vibrante y otra enfermiza. Reforzar una y reactivar la otra, exige dolorosas reformas. Un ejemplo de esta dualidad es la austeridad fiscal del gobierno central en comparación con la de las 17 regiones. El año pasado, el centro tuvo que compensar las desviaciones regionales. Lo que permitió que el déficit global cayera como estaba previsto desde el 11% del PIB en 2009 a poco más del 9%, en el primer año de un programa de austeridad introducido con retraso por el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. Sin embargo, el siguiente hito en el camino hacia la sobriedad fiscal, un déficit del 6% del PIB para este año, puede ser más difícil de conseguir. Los informes del 30 de junio no muestran progresos en el primer trimestre de 2011. Una razón puede ser que la composición de la reducción ha cambiado: el año pasado más de la mitad del ajuste se hizo a partir de aumentar los impuestos, este año más de dos tercios ha de venir de recortes de gastos. Mientras que el gobierno central determina los principales impuestos, más de un tercio del gasto público, incluida la salud y la educación, se lleva a cabo por las regiones. José Manuel Campa, viceministro de Economía, dice acerca de las medidas de austeridad que "las regiones tienen autonomía fiscal considerable, por lo que este es un esfuerzo que tanto ellos como el gobierno central deben tomar en conjunto." El centro puede ejercer un control indirecto a través de marcar objetivos de déficit y del derecho de veto sobre solicitar nuevos préstamos. Sin embargo, a Juan José Toribio, ex director de la Escuela de Negocios IESE en Madrid, le preocupa que estas herramientas no sean eficaces y piensa que se necesita establecer techos de gasto regional. Otra dualidad se encuentra en el sistema bancario. Los observadores temen que el Estado español pueda tener que bombear mucho más dinero en los bancos de los aproximadamente 25 mil millones de euros, o el 2,5% del PIB, que actualmente se calcula que será el total de la cuenta de la épica burbuja inmobiliaria de España y su estallido (el proyecto de ley de rescate del Banco de Irlanda es superior al 40% del PIB). El problema se concentra en las cajas de ahorros que componen alrededor de la mitad del sistema bancario nacional, no en los grandes bancos españoles como BBVA y Santander, que están protegidos por sus grandes negocios internacionales. Ha sido ahora cuando el gobierno está revisando las cajas. Su número ha bajado de 45 a 18 – y se están reorganizando en sociedades anónimas que pueden aumentar el capital social. José María Roldán, director general de regulación bancaria del Banco de España, dice que la reforma es "un gran paso adelante, en sustitución del modelo de cajas por una plantilla de banca estándar que es más seguro y comprensible para los inversores internacionales." El programa de austeridad y la reforma de las cajas se mueven en la dirección correcta, pero no funcionarán si la economía sigue estancada. La recuperación ha sido hasta ahora decepcionante, a pesar de un punto brillante que es la gran reducción del déficit por cuenta corriente. El PIB español creció sólo un 0,3% (una tasa anualizada del 1,2%) en el primer trimestre, cuando la zona euro en su conjunto creció un 0,8%. El FMI prevé que la economía española crecerá sólo un 0,8% en 2011. Lo más preocupante, el desempleo se ha disparado, pasando de un promedio del 8,3% en 2007 al 20,9% en mayo, el más alto de la Unión Europea. La fuente del desempleo notoriamente alto de España se encuentra en la más pronunciada división de toda su economía, la que existe entre incluidos y expulsados del mercado laboral. Las trabas para el despido de empleados significa que los empleadores en general sólo contratan mediante nuevos contratos temporales. Los empleados "antiguos" se benefician de cláusulas de revisión salarial que vinculan los sueldos a los precios. Sorprendentemente, los salarios reales aumentaron un 3,2% en 2009, cuando la economía se contrajo un 3,7%. Frente a rigideces de este tipo, un puñado de grandes empresas españolas como Telefónica, una empresa de telecomunicaciones, han optado por expandirse en el extranjero en lugar de en casa. Sólo un tercio de su negocio está ahora en España. El Sr. Campa afirma que las reformas de mercado laboral "van en la dirección correcta". Santiago Fernández Valbuena, director de estrategia de Telefónica, dice que no han hecho nada para hacer la vida más fácil a los empleadores. Eso deja a España frente a una grave crisis social, que se suma a la crisis económica. La tasa de desempleo de su juventud (menores de 25 años) también es la más alta de Europa, un 44,4% (el promedio en la zona euro es del 20%). A pesar de que muchos jóvenes pueden recurrir a las redes familiares de seguridad, tales números sombríos explican la explosión de ira entre los españoles "indignandos". La duplicidad en España Las dualidades no acaban ahí. Como Rafael Doménech, economista del BBVA, señala, también incluyen la brecha entre la productividad de las grandes empresas exportadoras y las pequeñas empresas orientadas al mercado interno. Esta brecha contribuye a explicar por qué España ha sido capaz de defender su cuota de mercado en el comercio mundial a pesar de que ha perdido competitividad en indicadores como la relación de los costos unitarios de la mano de obra. Que la economía de la zona euro remonte la crisis dependerá de que en España se imponga la versión más competitiva o la rígida. Se requieren reformas mucho más profundas de las que se han previsto. Pero con las elecciones generales previstas para marzo de 2012, la política partidista se está imponiendo y el ritmo de las reformas se está desacelerando. Si esto continúa, llevará el nerviosismo a los mercados. THE ECONOMIST. 7-7-2011 EEUU. The Wall Street Journal Italia corre el riesgo de contagiarse de la fiebre española Richard Barley ¿Cuál será la próxima pieza del dominó de la eurozona en caer por la crisis? En los últimos dos años, la sabiduría popular ha considerado a España la más vulnerable a caer después de Grecia, Irlanda y Portugal, pero la atención de los inversionistas se centra cada vez más en Italia. La diferencia entre las rentabilidades de los bonos españoles e italianos se ha reducido a la mitad en lo que va de año, ante el temor a que los problemas de Roma puedan ser finalmente más difíciles de resolver que los de Madrid. Ambos países tienen retos distintos. España registró un elevado déficit del 9,2% del PIB en 2010 y debe reestructurar sus cajas de ahorros. Pero su proporción de deuda/PIB es menor que la media de la eurozona y el crecimiento ha comenzado a recuperarse. Italia, por contra, tiene un bajo déficit del 4,6% y no ha tenido que apuntalar sus bancos. Pero apenas ha crecido en la última década y su proporción de deuda/PIB fue del 119% en 2010, sólo superado por el de Grecia. Por ahora, los mercados están más preocupados por España, en vista de las incertidumbres sobre su déficit y su sistema bancario. Los bonos estatales españoles a 10 años tienen una rentabilidad del 5,64%, o 2,71 puntos porcentuales más que los equivalentes alemanes, mientras que el bono italiano está 2,36 puntos por encima del alemán. El menor diferencial de la deuda italiana también refleja en parte su mayor liquidez: el mercado de bonos italiano de 1,6 billones de euros (millones de millones) es casi el triple que el español. Pero mientras España ha tomado medidas decisivas este año, los problemas a largo plazo de Italia se han hecho más visibles: el país tiene un problema de crecimiento crónico y se espera que la deuda siga bien por encima del 100% del PIB durante años. La cuenta de intereses de Italia superará el 10% de los ingresos estatales este año, frente al 6% en el caso de España, según Moody’s. Los diferenciales de ambos podrían seguir reduciéndose si los inversionistas comienzan a deshacer las posiciones a largo plazo. Gracias a las crecientes rentabilidades, la deuda italiana ha vuelto al 0,5% este año, frente al 2,1% en el caso de España, según datos de Bank of America-Merrill Lynch. Esto está poniendo a prueba la paciencia de los inversionistas cuando a Italia aún le queda por captar casi la mitad de su financiación total de 222.000 millones de euros para el año; España sólo tiene que captar 40.000 millones de euros más. Los responsables de políticas monetarias de la eurozona deberían tomar nota: cualquier pérdida de confianza en Italia sería realmente alarmante. THE WALL STREET JOURNAL. 8-7-2011