Obama dispuesto al dialogo con los Talibanes moderados.

Dividir al Talibán.

Barack Obama, defiende la posibilidad de dialogar e incluso lograr acuerdos con los talibán menos radicales para lograr su apoyo en la guerra en Afganistán.(EFE)

La estrategia en Irak fue dividir a la insurgencia separando a la parte sunni, minoria de la que procedia el partido BAAS, de la parte de insurgentes extranjeros islamistas y las bases de Al-quaeda.

Obama, acetarí­a dialogar e incluso llegar a acuerdos con los talibanes menos radicales para lograr su apoyo en la guerra de Afganistán. Así­ lo afirma en una entrevista con el diario The New York Times, en la que recuerda el éxito de las tácticas empleadas por el general David H. Petraeus en Irak, donde tuvo éxito a la hora de separar a los insurgentes iraquí­es de los elementos más radicales de Al Qaeda en la zona.Obama, que ordenó el mes pasado el enví­o de 17.000 soldados adicionales a Afganistán, responde con un rotundo «no» a la pregunta de si EE UU está ganando la guerra en ese paí­s.»Si preguntas al general Petraeus, creo que responderí­a que parte del éxito en Irak se basó en contactar con gente que considerarí­a fundamentalistas islamistas, pero que deseaban colaborar con nosotros por ser totalmente contrarios a las tácticas de Al Qaeda en Irak», explicó.La estrategia en Irak fue dividir a la insurgencia separando a la parte sunni, minoria de la que procedia el partido BAAS, de la parte de insurgentes extranjeros islamistas y las bases de Al-quaeda.Los Consejos del Despertar fueron creados con el respaldo de Estados Unidos para contener la creciente violencia sectaria. Según militares estadounidenses, la mayorí­a de sus miembros fueron antes combatientes de la resistencia a la ocupación. En los últimos años, crecieron a un número de más de 100.000 hombres, a los que se les paga a cada uno 300 dólares por mes. La violencia insurgente está en uno de sus puntos más altos en Afganistán desde que las fuerzas lideradas por Estados Unidos derrocaron a los talibanes a fines de 2001.El gobierno de Obama está intentando convencer a otras naciones de la OTAN de reforzar los compromisos de tropas para la operación internacional en ese paí­s.Kabul Más allá del beneplácito con que las autoridades afganas recibieron la noticia del refuerzo de tropas estadounidenses, la situación no permite lanzar las campanas al vuelo. Muchos ciudadanos consideran que a más efectivos extranjeros, más violencia y más ataques de los insurgentes. El año pasado fue particularmente sangriento, con 2.118 ví­ctimas civiles a manos de los insurgentes (el 55% del total de estos muertos), pero también por las tropas de EE.UU., la OTAN y de Afganistán. Esto representó un aumento del 40% respecto a 2007.La situación es especialmente peor en el sur de Afganistán y toda la frontera con Pakistán, justamente donde Kabul pide que se desplieguen los nuevos efectivos estadounidenses. Es ahí­ donde surgió el Talibán y donde se está fortaleciendo. También ahí­ está el feudo de los lí­deres tribales que simpatizan con Al Qaeda. Además, es la región donde se produce aproximadamente el 90% del opio del mundo (casi 8.000 toneladas en 2008), principal fuente de financiamiento de los grupos musulmanes extremistas.EEUU y Pakistán, intentan mantener ciertas fachadas formales mientras aplican una hoja de ruta pragmática que incluye el pactar con los talibanes que quieran abandonar la lucha armada tanto en Afganistán como en Pakistán.Una vez conseguido esto probablemente se pretenda separar a los talibanes paquistaní­es de los afganos y de los mujaidines, que con ellos se han aliado, negándoles el refugio de la conflictiva Provincia de la Frontera del Noroeste (NWFP). Una vez empujados a Afganistán parece que será más fácil encargarse de ellos.La nueva insurgencia talibán se encuentra ahora a la ofensiva (el 2008 ha resultado ser el peor año para los estadounidenses), ello se debe ante todo a dos razones: el respaldo que los talibanes aún obtienen de Pakistán y una creciente reacción pastún contra una presencia de las tropas extranjeras en suelo afgano que dura ya siete años. Una escalada de las tropas estadounidenses no forzará a los jefes talibanes ni a los caudillos locales a negociar acuerdos de paz; sobre todo, cuando algunos de los paí­ses con tropas en Afganistán dan señales de fatiga de guerra y de un deseo de retirar sus tropas.La nueva estrategia EE UU para Afganistán se centra en una «escalada» de las fuerzas estadounidenses, no para derrotar a los talibanes en el terreno militar, sino para llegar a un acuerdo polí­tico con el enemigo desde una posición de fuerza. Dicho de modo sencillo, intenta lograr en Afganistán lo que ha hecho el gobierno de Bush en Iraq,Pakistán y Afganistán son dos Estados multiétnicos frágiles. De manera irónica, al ignorar los factores étnicos y definir su lucha contra los yihadistas en términos militares, EEUU está ayudando a al-Qaeda y a los talibán a conseguir el liderazgo del nacionalismo pastún. La situación en Pakistán, el corte de las rutas de abastecimiento de las tropas de Afganistán, a través de la del paso del Kyber, en plena zona tribal Pastun donde los talibanes libran constantes combates, destruyen puentes, vuelan camiones y contenedores de abastecimiento, obliga a EE UU a buscar con urgencia la apertura de una nueva ruta de abastecimiento.Es claro que estados unidos quiere impulsar un papel predominante a la OTAN en Afganistán y comprometer a sus «socios» Europeos a una mayor presencia militar en Afganistán, compartiendo el esfuerzo económico que conlleva.EEUU piensa que la estabilización de la región sólo puede funcionar si se incluye a Pakistán en la estrategia y se ofrecen ayudas concretas a este paí­s, al borde de la fragmentación.