Aprovechando el Consejo de Política Fiscal y Financiera el Gobierno de Zapatero ha informado que más de la mitad de las comunidades había rebasado el límite consensuado, para que el déficit no superara el equivalente al 0,75% del PIB de cada autonomía. El exceso llega a alcanzar un máximo del 4,7% y con varias acumulaciones de déficits superiores al 2%. La inmensidad de la burbuja anunciada en España es la burbuja de la deuda. Deuda derivada de tener que sostener los gigantescos avales y rescates a la banca. Pero además en esa deuda está incluida la generada por la financiación autonómica, que la ha disparado. Los reinos de taifas de las insaciables burguesías burocráticas son agujeros negros insondables.
La financiación autonómica hacer eligrar de forma grave las previsiones del Gobierno sobre el déficit público. El saldo negativo de todas las Administraciones podría llegar a convertirse en una brecha, entre gastos e ingresos, equivalente al 9,5% del PIB, un desfase desconocido desde hace más de cincuenta años. Y puede ser peor ya que los datos de 2008 muestran que 10 de los 17 gobiernos autonómicos se saltaron el objetivo presupuestario. Lo que realmente queda claro es que, por encima de las siglas (PSOE, PP), de su aparente diferencia de color, lo que domina es la defensa de los intereses de las burguesías burocráticas regionales, que son los intereses que representan los presidentes autonómicos sean del PP o lo encarnen barones del PSOE. Con el objetivo de financiar y mantener las estructuras burocráticas de dichas castas regionales usando el dinero público, y a costa de inflar el déficit del Estado. Con esta perspectiva, los cálculos efectuados por el Gobierno para 2009 y 2010, son realmente irreales. Porque el objetivo del 9,5% de déficit de las Administraciones Públicas para 2009 no tiene en cuenta la fuerte caída de la recaudación fiscal. Aunque las comunidades que sobrepasaron el objetivo presupuestario están obligadas a presentar un informe de reequilibrio financiero que busque sanear sus cuentas cuanto antes, el propio Gobierno da por hecho que seguirán los números rojos durante los próximos tres años. Lo único que harán será mantener una envenenada espiral de endeudamiento. En realidad, es una financiación autonómica que, en plena crisis económica, supone no sólo un retroceso de la igualdad entre los ciudadanos y de las políticas de progreso social sino que impide a España salir de la crisis y cambiar el modelo económico. Por ello, todos los ciudadanos de a pie debemos exigir una reducción de los gastos superfluos del Estado que llegue al 20%, incluyendo un recorte drástico de tales gastos en las comunidades autónomas.