Editorial

Detrás de la bronca, un atraco financiero y monopolista

Todo este estruendo no es casual. Todos estos decibelios de más están convenientemente amplificados para desviar nuestra mirada y nuestro pensamiento del principal problema que sufren las clases populares, que no es otro que un atraco financiero y monopolista

Todos los días, a todas horas, asistimos a una ceremonia del ruido, a un espectáculo de cacofonía y griterío.

Si encendemos la televisión y seleccionamos una tertulia periodística, veremos un debate -más o menos bien argumentado y serio, o lleno de aspavientos e hipérboles- sobre el capítulo del culebrón parlamentario del día o de la semana. La ley de amnistía, los chantajes de Puigdemont, el «hay que reconciliarse» y el «se rompe España». El caso Koldo y sus escandalosas ramificaciones, las exigencias de que dimita hasta el apuntador y las contestaciones del «y tu más». Las últimas y nauseabundas declaraciones de Ayuso o de la extrema derecha, y su rastro de indignación.

Todo este estruendo no es casual. Todos estos decibelios de más están convenientemente amplificados para desviar nuestra mirada y nuestro pensamiento del principal problema que sufren las clases populares, que no es otro que un atraco financiero y monopolista que nos empobrece al tiempo que genera beneficios récord a bancos y monopolios. Y también para ocultar tras los actores políticos y sus operetas a los verdaderos responsables y beneficiarios del saqueo, a los auténticos dueños del país, a los genuinos hombres del poder: a la oligarquía financiera y al capital extranjero.

Si preguntáramos a un portavoz del PP o de la extrema derecha cuál es la fuente de los problemas que sufren los ciudadanos, escucharíamos la monserga del «gobierno dictatorial en manos del independentismo». Si por el contrario preguntáramos a un representante del PSOE, de Sumar o de Podemos, nos alertarían contra la «derecha aliada con la ultraderecha» o contra la ofensiva de una «fachosfera» neoliberal que quiere imponer recortes de libertades y de políticas sociales.

Es innegable que hay que combatir el tóxico y reaccionario discurso de la ultraderecha, y no tolerar ni un paso atrás en materia de derechos y libertades. Y también que de la mano de la derecha viene todo un programa de «recortes sin complejos» altamente lesivo para los intereses populares.

Pero situando estas amenazas y estos antagonistas, se oculta la dimensión de la agresión que ya sufrimos, el alcance de la amenaza que se nos viene encima… y sobre todo a sus verdaderos responsables.

Un saqueo que viene del exterior

Larry Fink, CEO de BlackRock, principal fondo de inversión del planeta y uno de los grandes dueños de las empresas y bancos del Ibex

La realidad es que sufrimos un saqueo que empobrece a la mayoría de la población. Un atraco que tiene atracadores: los grandes bancos y monopolios españoles del Ibex35, pero sobre todo y cada vez más sus propietarios, los grandes capitales foráneos, especialmente los norteamericanos.

Un saqueo que viene del exterior, que tiene su origen y fuerza motriz en las necesidades crecientes de una superpotencia norteamericana en su ocaso imperial. Unos EEUU que -golpeados por un mundo cada vez más multipolar, por el ascenso de los BRICS o por la creciente lucha de los países y pueblos del mundo- necesitan «exprimir» mucho más intensamente a las naciones de su órbita de dominio, como España. Unos depredadores fondos de Wall Street -como BlackRock, Fidelity, Vanguard…- que se han lanzado al cuello de las arterias económicas del país, adueñándose el capital extranjero del 65% de las acciones del Ibex.

Son ellos -y no sus lacayos de la derecha o la ultraderecha, ni tampoco sus mayordomos del PSOE y del gobierno de coalición- los auténticos responsables del atraco al 90% que nos empobrece. Son ellos los que -a través del FMI o de las instituciones europeas -el BCE, la Comisión Europea, el Eurogrupo- nos dictan las directrices y mandatos macroeconómicos de «obligado cumplimiento».

Son ellos los que imponen unos tipos de interés altos (ahora estancados en el 4,5%) que permiten a los bancos del Ibex tener un récord histórico de beneficios de más de 26.000 millones… Unas obscenas ganancias obtenidas, entre otras cosas, gracias a duplicar o triplicar las cuotas de hipotecas y préstamos, asfixiando a familias y pymes. Las eléctricas ganan hoy casi el triple que antes de la pandemia, porque nos imponen un precio de la luz que duplica el de 2019. Y los fondos y monopolios, en su mayoría extranjeros, imponen la ruina a los agricultores, mientras amasan multimillonarias ganancias disparando el precio de productos básicos. Una familia media se gasta hoy en alimentación 1.000 euros más que en 2021.