No ha sido en la convención organizada por el PP en Cataluña donde se ha desmontado con más contundencia la mentira del «déficit fiscal». Ha sido desde la izquierda. El pasado 20 de enero, el ex-ministro socialista Josep Borrell publicada, junto al empresario catalán Joan Llorach, un extenso y documentado artículo poniendo en cuestión, con datos y cifras contundentes, el «expolio fiscal» de 16.000 millones de euros que, según argumenta el gobierno de Artur Mas, le obligan en contra de su voluntad a aplicar una política de recortes.
Por no abrumar con una avalancha de datos económicos y técnicos (que sepueden leer en elpais.com/elpais/ 2 0 1 4 / 0 1 / 1 9 / o p i n i o n / 1 3 9 0 1 5 3 6 9 5 _441521.html), bastará con decir, resumidamente, que como no todos losimpuestos que se cobran en Cataluña los pagan los catalanes ni todos los que pagan los catalanes se recaudan en Cataluña, la cifra de los impuestos cobrados por el Estado a los ciudadanos catalanes que maneja Mas es en realidad una hipótesis, una simple estimación. «La mentira del “déficit fiscal” esconde la sumisión de Mas a los dictados del FMI y Berlín, que supone para los catalanes una catarata de recortes»
Pero además, el cálculo de los gastos del Estado que corresponden a Cataluña -y que un Estado independiente tendría que asumir- están minusvalorados, pues los economistas de Mas solo han contabilizado los que se efectúan directamente en Cataluña, pero no los que se realizan fuera de ella pero sin embargo son utilizados también por los ciudadanos catalanes, como embajadas, consulados, administración tributaria, justicia, defensa,…
Restando todas estas cifras los autores obtienen un déficit fiscal de Cataluña con el Estado de 792 millones, en lugar de los 16.000 millones de los que habla Mas. Y acaban su artículo retando a que, si están equivocados, se lo demuestren con datos y números objetivos que contrarresten los suyos.
Todo esto puede parecer que no es más que un debate entre economistas. Sin embargo encierra poderosos argumentos políticos. Porque desmonta que la razón de los recortes aplicados por Mas en los últimos 3 años -y que continuarán también este gracias al voto favorable de ERC a los Presupuestos de 2014- sea el “expolio fiscal”, es decir, el famoso “Madrid nos roba” en el que Mas y los suyos han hecho creer ciega e ingenuamente a muchos catalanes, para ocultar que son ellos los ejecutores de la política de saqueo y expolio que sufren los catalanes.
Un mentira que en realidad no esconde otra cosa que la sumisión de Mas a los dictados del FMI y Berlín, abriendo de par en par las puertas al saqueo de Cataluña a manos de la burguesía catalana y de los bancos, multinacionales y fondos buitres extranjeros.
Saqueo del que la casta política de los Mas y compañía aspira a seguir quedándose con las migajas, bien sea en la forma legal de las prebendas y privilegios de los que disfrutan, bien sea en la forma oscura y delictiva de la corrupción anegante que inunda su gobierno.