España comenzará 2018 más implicada aún en la estrategia de guerra del Pentágono.La ministra de Defensa, Maria Dolores de Cospedal, ha anunciado que nuestro país duplicará sus tropas en Mali y asumirá el mando de la misión europea. Un anuncio que se suma al de hace unos meses, cuando Defensa aceptó la petición de enviar tropas -de nuevo- a Afganistán.
El gobierno de Rajoy anunció en la Cumbre europeo-aficana celebrada en La Celle-Saint-Cloud (Francia), que aumentará su presencia militar en Mali hasta alcanzar los 300 efectivos, duplicando su aportación actual (130 soldados). La decisión va ligada a la asunción del mando de la misión EUTM-Mali -la fuerza europea que instruye al Ejército maliense para que este pueda enfrentarse a las milicias yihadistas- por un general de brigada español, a partir de enero. El gobierno insiste en que la de Mani «no es una misión ejecutiva», y que los militares españoles desplegados no participarán en actividades de combate, y no acompañarán a los soldados malienses en sus operaciones, sino que su única función es adiestrar y asesorar al ejército del país africano.
Siendo así, empero, España es ya la mayor contribuyente a las misiones militares europeas de la UE en África. El ejército español no solo está desplegado en Mali, sino también en República Centroafricana o en las costas de Somalia. Sobre el papel hace labores de vigilancia o de adiestramiento contra grupos armados yihadistas, pero objetivamente, el gobierno de Rajoy pone nuestras fuerzas armadas al servicio de un doble interés imperialista.
El Africa subsahariana y el Sahel son -desde hace muchas décadas- un área de influencia de los intereses imperialistas de Francia. La de Mali es la última de una larga lista de intervenciones armadas de París en el continente. No solo en Argelia o Túnez -antiguas colonias francesas- han intervenido los legionarios galos: Camerún, Gabón, Zaire… la lista es tan larga como mayoritariamente desconocida. “Desde 1960, los franceses han intervenido más de 50 veces en África. Han combatido en el Chad, en la guerra no declarada con Libia, han protegido los regímenes de Yibuti y la República Centroafricana de los rebeldes, impedido un golpe de estado en las Comores, han intervenido en Costa de Marfil. Cualquier cosa por preservar los intereses económicos, proteger a los expatriados franceses o demostrar la posición de gran potencia del Francia», dice el periódico checo Lidové noviny.
Todavía hoy el gobierno de Ruanda acusa a Francia -junto a EEUU- de ser cómplice del genocidio y de la limpieza étnica de hace 20 años, cuando las Fuerzas Especiales galas dieron apoyo logístico a los hutus para perpetrar masacres contra la etnia tutsi. En el caso de Ruanda, como el de la mayoría de intervenciones militares francesas, se hizo con el plácet de Washington o de acuerdo con los intereses de dominio hegemonista sobre África, en el que Francia ocupa el papel de virrey o de gendarme. ¿Qué hace España siendo un peón de la estrategia imperialista de Washington y París en el continente africano?
La noticia del refuerzo de la presencia militar española en Mali se produce pocos meses después de que el Ministerio de Defensa dirigido por Cospedal aceptara volver a enviar tropas a Afganistán, plegándose a las presiones norteamericanas que exigen a los aliados de la OTAN que aumenten su contribución militar en el país asiático ante la incapacidad del Ejecutivo de Kabul para controlar el país. La participación militar española en Afganistán se dió por cerrada en 2015, tras haber costado 3.700 millones de euros y -sobre todo- la vida de 99 militares españoles y dos intérpretes.
El gobierno de Rajoy se resiste aún a enviar un gran número de tropas tal y como exige el Pentágono a la OTAN -hasta 3.000 soldados de la Alianza Atlántica serán desplegados allí cumpliendo con las exigencias de Washington- y de momento solo enviará unos 30 militares españoles al cuartel general de la OTAN en Kabul. ¿Se mantendrá Moncloa en ese número conforme se agrave la situación y se endurezca el tono de la Casa Blanca?. Mientras se despeja esa incógnita, Cospedal ya ha decidido prorrogar la la batería de misiles Patriot que tiene desplegada en Turquía, cerca de la frontera con Siria, con 140 militares españoles.
La convulsa situación política en España -sobre todo a raíz del procés independentista- ha hecho que Moncloa busque a toda costa el respaldo de la Casa Blanca. La visita de Rajoy al Despacho Oval y su foto con Trump estuvo precedida de la entrevista de Cospedal con James Mattis, el secretario de Defensa. El mayor encuadramiento de nuestro país en la estrategia de guerra del Pentágono es una de las facturas que Washington nos quiere hacer pagar, poniéndonos en peligro a todos.