Manuel de la Rocha Rubí es actualmente presidente del Movimiento por la Paz (MPDL). Abogado de la UGT, ha sido alcalde de Fuenlabrada, diputado socialista durante tres legislaturas y portavoz de la corriente de opinión de Izquierda Socialista del PSOE.
El MPDL ha firmado un manifiesto junto con Fundipax, Fundación Cultura de Paz, Asociación Española de Investigación para la Paz, Asociación de Cooperación por la Paz e Instituto de la Paz de la Universidad de Granada; y se han manifestado ante la embajada rusa en Madrid.
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¿Cómo ves la grave situación bélica que en este momento vivimos en Europa?
Con enorme preocupación. La invasión de Ucrania por Rusia, ordenada por Putin, es un acto intolerable de guerra contra el Derecho Internacional y contra la población ucraniana, que los ciudadanos de todo el mundo debemos condenar y rechazar. Putin ha hecho suya la tradición expansionista del nacionalismo ruso sobre Ucrania, como antes lo hizo sobre Crimea y Bielorrusia, y nos está llevando a un conflicto de dimensiones desconocidas.
De repente nos percatamos que los conflictos bélicos perviven en el viejo continente, una tierra que ha sufrido los más atroces impactos bélicos de las dos guerras mundiales o las guerras yugoslavas en los 90, hoy, en 2022 vuelve a vivir la crudeza e inhumanidad de un nuevo conflicto bélico en Ucrania. Un episodio que, una vez más, avergüenza a un continente que no es capaz de mantener la paz en su territorio.
Hemos vuelto al conflicto de bloques militares que creíamos superado y a la militarización del lenguaje y del discurso público: un relato belicista que genera un estado de opinión que entiende que para la resolución del conflicto la solución es militar, y en el que la paz es vista como una opción negativa que renuncia a la justicia.
¿Cuál es la responsabilidad de Rusia en la crisis?
La responsabilidad primera y principal en este conflicto es de Rusia, y de su presidente Putin, quien para pedir seguridad para Rusia no ha dudado primero en llevar junto a la frontera de Ucrania a más de cien mil soldados, amenazando con anexionarla si no acepta formar parte de su “zona de influencia”, y después invadirla, rechazando cualquier atisbo de soberanía para ese país. Y mintiendo a los líderes occidentales, principalmente a Macron y a Scholz, a los que comprometió unos días antes que no tenía intención de invadir Ucrania.
¿Y cuál es la responsabilidad de la OTAN, o como dices en el artículo, mejor decir Estados Unidos?
Hay también, en efecto, una importante responsabilidad en la OTAN, o más bien en los Estados Unidos, en la generación inicial de la tensión, pues frente a la opinión de algunos países europeos, quiere forzar la expansión de la organización hasta la frontera de Rusia, llevando también su amenaza militar y la inseguridad a las mismas puertas rusas de Ucrania.
¿Cómo valoras el papel de Europa?
La Unión Europea ha sido ninguneada tanto por Rusia como por EEUU, que quieren ser los únicos titulares de la capacidad de decidir las zonas de influencia de cada uno en Europa, excluyendo a los propios europeos. La UE debe erigirse como la mejor aliada de la paz, siendo protagonista principal en las negociaciones de las partes, y no sometiéndose a la estrategia de Estados Unidos y Rusia. Los tiempos de imponer intereses geoestratégicos con amenazas o, más aún, a través de la fuerza militar como está haciendo Rusia deben terminar. Y la UE está en gran medida paralizada por la regla de la unanimidad de los 27 en política exterior y de seguridad, lo que le ha impedido ser un actor importante en la prevención de este conflicto.
España está siendo uno de los países europeos más atlantistas, enviando buques, aviones y tropas. ¿Cómo valoras esta decisión?
Antes de la invasión militar por parte de Rusia y del inicio de la guerra, la escalada bélica por ambos lados ha sido continua. Muchos países de la OTAN estuvieron enviando tropas, incluida España, sobre todo al inicio de la tensión. Luego el Gobierno de España ha hecho una cierta reconducción de su posición insistiendo más en la vía diplomática, que como hemos visto no ha dado resultado.
“Me posiciono inequívocamente en contra de la guerra y de la participación de España”
¿Debería España mantenerse fuera de la guerra y defender una política de paz y neutralidad activa?
Me posiciono inequívocamente en contra de la guerra y de la participación de España en la misma, en contra de que nuestro país participe en la escalada militar y a favor de la paz y de las vías diplomáticas como única salida para la solución de los conflictos entre los Estados. Debemos exigir a Rusia un alto el fuego y la inmediata retirada de sus tropas de Ucrania, y que sea la negociación y la diplomacia la que dé una solución a este conflicto, que tiene una larga historia.
España debería defender una política de seguridad compartida, que promovió ya en los años ochenta del siglo pasado el socialista Olof Palme, primer ministro sueco. Era la época en la que el movimiento pacifista europeo, fuertemente organizado en la END (European Nuclear Disarmament), se oponía a la política de bloques militares, y en España también a la pertenencia de nuestro país a la OTAN y a favor de la neutralidad activa.
La seguridad de Europa necesariamente debe incluir también la seguridad de Rusia. Por eso, a la vez que condenamos la invasión rusa de un país soberano como es Ucrania, reivindicamos que la OTAN no incluya a Ucrania entre sus miembros, sino que tenga un estatuto de neutralidad. A la vez deben aplicarse con suficiente flexibilidad los Acuerdos de Minsk de 2015, que garantizan la pertenencia de Donetsk y Lugansk a Ucrania con estatutos especiales y que firmó Rusia. Y no podemos dejar de reivindicar que Naciones Unidas ocupe un papel protagonista con el único objetivo de impulsar un proceso de paz justo.