Televisión

De House al Doctor Mateo

Mateo Sancristóbal es un prestigioso cirujano que ejerce su profesión en Nueva York. De la noche a la mañana su vida cosmopolita es reemplazada y se ve obligado a convertirse en un médico rural en la localidad asturiana de San Martí­n de Sella -nombre ficticio otorgado a Lastres, donde se ha rodado la serie-. A partir de ahí­ la situación es perfecta para derivar en una cadena de despropósitos que se convierten en la principal razón de ser de esta comedia de situación. Además, entre sus principales alicientes encontramos la excepcional interpretación de Gonzalo de Castro, que si fuera americano merecerí­a sin discusión un premio Emmy; y la maravillosa colección de paisajes que las localizaciones del rodaje nos ofrecen.

Mateo Sancristóbal es un hombre estricto, cínico, e intransigente. Es un maniático del orden y la limieza, y tiene el corazón cerrado. No es capaz de compartir su vida con nadie que no sea él mismo. El rechazo inicial de los habitantes del pueblo será la primera consecuencia lógica. Entre el resto de miembros del excelente reparto también encontramos a Natalia Verbeke, en el papel de Adriana, la profesora de la escuela. Una persona honorable, que vive para su trabajo, con un alto sentido de la justicia y la rectitud, y que acabará viviendo un extraño romance lleno de complicaciones con el protagonista.Doctor Mateo es en realidad la adaptación española de la británica Doc Martin, que cosechó altos niveles de audiencia en varios de los países en los que ha sido emitida, entre ellos Alemania, Italia, Inglaterra, e incluso Australia. Sin embargo, los responsables de la versión española, producida por Notro Telvisión y dirigida por César Rodríguez Blanco y Ángeles Reiné, han moldeado cuidadosamente el original para que esta serie nos resulte del todo familiar.Recordándonos en algunos momentos a la genial Doctor en Alaska, las peripecias que el protagonista vive, en lo que al principio se le antoja un territorio completamente hostil, se van combinando con el progresivo descubrimiento del idílico entorno que le envuelve, y que da un colorido y una riqueza visual sin precedentes a la serie.También el parecido con el Dr. House destaca en algunos momentos, sobre todo en lo que respecta al difícil carácter de su protagonista. Sin embargo la cercanía de una serie producida en nuestro país empieza a ser garantía indiscutible de que en poco tiempo compita frontalmente en audiencia con los caros productos norteamericanos. Los espectadores españoles seguimos teniendo esa tendencia a colocar rápidamente a estos personajes patrios en la cumbre de nuestro imaginario popular inmediato, a costa de desbancar a los que nos sugieren multinacionales como la Fox.Así pues Doctor Mateo batió un record el día de su estreno: el 26% de share corrobora que una de cada cuatro personas que estaba viendo la televisión tenían sintonizada Antena 3 para seguir la serie. Desgraciadamente, el retorno de Aída provocó la competencia directa entre dos de nuestras mejores series, algo que se ha notado en los índices, y que deberían tener muy en cuenta los programadores.Una idea original, un reparto excelente que garantiza interpretaciones dignas de premio, una factura técnica en correspondencia, y además, la posibilidad de descubrir los hermosos paisajes de Asturias a través de la ficción. Un éxito de nuestros mejores creadores que se prevé no será pasajero.