Sin teoría revolucionaria no hay práctica revolucionaria. Al proletariado la conciencia le viene de fuera. «Sólo el materialismo filosófico de Marx señaló al proletariado la salida de la esclavitud espiritual en que se han consumido hasta hoy todas las clases oprimidas. Sólo la teoría económica de Marx explicó la situación real del proletariado en el régimen general del capitalismo». Sólo partiendo del marxismo (lo que significa, a su vez, desarrollarlo) y fortaleciendo y ampliando su propia organización revolucionaria puede el proletariado dotarse de la posición, el punto de vista y el método, de la ideología, la filosofía y la ciencia que necesita para acabar con la explotación capitalista y construir un mundo nuevo, libre de cualquier tipo de explotación y opresión.
Tal y como lantea Lenin, “los obreros no tenían ni podían tener, de forma espontánea, la conciencia del antagonismo irreconciliable entre sus intereses y todo el régimen político y social contemporáneo (…) La conciencia política de clase no se le puede aportar al obrero más que desde el exterior, esto es, desde fuera de la lucha económica, desde fuera de la esfera de las relaciones entre obreros y patronos”.Sólo la teoría marxista, el materialismo histórico -construido desde el punto de vista del materialismo filosófico- desvela la explotación capitalista y el antagonismo que entraña, proporcionando al proletariado la conciencia de cuales son sus objetivos históricos como clase (acabar con la explotación y la opresión, y tomar el poder político destruyendo el Estado burgués) y permitiéndole organizarse de forma independiente -en un partido comunista que parta del marxismo- para conquistarlos.Por eso la burguesía, la ideología burguesa en el seno del movimiento obrero, siempre centra sus ataques sobre el marxismo. Consideran “dogmático” que el marxismo sea la teoría revolucionaria del proletariado ( afirman que“hay otros movimientos emancipadores que han contribuido a construir un mundo mejor”). Defienden que los partidos comunistas no deben situarse “por encima de las masas” y deben diluir su actividad entre “las luchas concretas”.Posiciones que ya tuvo que combatir Lenin: “Puesto que ni hablar se puede de una ideología independiente, elaborada por las propias masas obreras en el curso mismo de su movimiento, el problema se plantea solamente así: ideología burguesa o ideología socialista. No hay término medio (pues la humanidad no ha elaborado ninguna "tercera" ideología, además, en general, en la sociedad desgarrada por las contradicciones de clase nunca puede existir una ideología al margen de las clases ni por encima de las clases). Por eso, todo lo que sea rebajar la ideología socialista, todo lo que sea separarse de ella significa fortalecer la ideología burguesa. De ahí que nuestra tarea, la tarea de la socialdemocracia, consista en combatir la espontaneidad, en apartar el movimiento obrero de este afán espontáneo del tradeunionismo, que tiende a cobijarse bajo el ala de la burguesía, y enrolarlo bajo el ala de la socialdemocracia revolucionaria”.La tesis fundamental de la teoría marxista, su nódulo principal, es la teoría de la lucha de clases como motor de la historia. La posición y el punto de vista de las clases y la lucha de clases -de su antagonismo irreconciliable- nos permite desarrollar un sistema general de representación del mundo antagónico y enfrentado a la ideología burguesa.Tal y como afirma Lenin, “los hombres han sido siempre, en política, víctimas necias del engaño ajeno y propio, y lo seguirán siendo mientras no aprendan a descubrir detrás de todas las frases, declaraciones y promesas morales, religiosas, políticas y sociales, los intereses de una u otra clase. Los que abogan por reformas y mejoras se verán siempre burlados por los defensores de lo viejo mientras no comprendan que toda institución vieja, por bárbara y podrida que parezca, se sostiene por la fuerza de determinadas clases dominantes”.Y Lenin prosigue dejando claro que “la ideología comunista ha podido conquistar esta supremacía y podrá mantenerla sólo en lucha tenaz contra todas las demás ideologías”.En el terreno de las ideas se dirime una virulenta batalla, una aguda lucha de clases entre las ideas y posiciones burguesas y las ideas y posiciones proletarias. La ideología comunista sólo puede desarrollarse en combate a la ideología burguesa. Sin destruir la concepción ideológica burguesa dominante, cuyo único fin es asegurar el mantenimiento del orden de explotación capitalista, sustituyéndola por ideas y posiciones proletarias, es imposible cualquier proyecto de transformación social. La práctica de la crítica y la autocrítica es la herramienta que permite desvelar la huella de clase detrás de cada idea, proclama política… y diferenciar, en el transcurso de ella, las ideas burguesas de las proletarias, destruyendo la concepción burguesa dominante y extendiendo las ideas proletarias, para que “éstas ideas correctas características de la clase avanzada se conviertan, una vez dominadas por las masas, en una fuerza material para transformar la sociedad”.