Semana Internacional de Cine de Valladolid 2024

Crónica de la Seminci

Un año más hemos sentido la llamada del Festival Internacional de Cine de Valladolid

Un año más hemos sentido la llamada del Festival Internacional de Cine de Valladolid. Este año era nada menos que su 69 edición, un número hermoso y sugerente que lo primero que nos ha dejado ver ha sido la tipografía de la nueva identidad corporativa del festival. Nueva imagen, nuevos labios rojos, más simétricos y menos humanos.

Una revisión del diseño que hiciera Manuel Sierra en 1984, de la mano del entonces director, Fernando Lara. Esta actualización del logo, viene de la mano de PobreLavaca, un estudio ubicado en Zaratán, pequeña localidad cercana a Valladolid. También se ha estrenado una nueva identidad sonora a cargo de Javier Vielba conocido y querido en la ciudad, guitarra y voz de Arizona Baby y Los Corizonas, quien le ha puesto sintonía al festival. Parece que el festival está en alza, de hecho, esta vez la semana se estiró un día más y alcanzó del 18 al 26 de octubre. Durante nueve jornadas se proyectaron más de 211 películas en cinco salas de la ciudad y en el auditorio Miguel Delibes. Este año han sido 98.149 los espectadores, un 11,% más que en el año anterior y un 25% en relación a hace dos. La recaudación también está en alza, ha aumentado 10,53% con respecto a 2023 y casi un 41% en relación a 2022. También en aumento el número de personas acreditadas, este año hemos sido 1.700, y es que merece la pena vivirlo y contarlo. La dirección del festival, José Luis Cienfuegos, apuesta por el crecimiento y la proyección sin perder de vista lo local. Pero es evidente que la estrategia es seguir creciendo. Solo desciende el número de películas, 211 en total.

Se apuesta por proyectar menos títulos pero más veces, de esta forma se facilita el visionado al público y es evidente que la estrategia ha funcionado. Como era de esperar, la sección más vista es la sección oficial, con un total de 26 títulos, tres de ellas fuera de concurso y un total de 40.000 espectadores. Entre las películas a concurso se llevó la espiga de oro Misericordia, de Alain Guiraudie, quien ha convencido al jurado internacional en su totalidad y que cuenta con Albert Serra y Montse Triola en la producción. Una interesante mezcla de géneros que van desde el thriller a la comedia y que nos muestra una reflexión sobre cómo las pulsiones, como el deseo o la culpa, consiguen hacernos incomprensibles para otros. Alain, que basa el guion en una novela propia, se lleva también el premio Miguel Delibes al mejor guion, calificado por el jurado al contar con un ritmo perfecto, ingenio, fluidez y espacio para la reflexión.

La espiga de plata queda repartida entre dos películas muy diferentes: Stranger Eyes, de Teo Siew Hua, y Polvo Serían, de Carlos Marques-Marcet. En la primera se utiliza un lenguaje cinematográfico actual para mostrar la complejidad de vivir en un contexto en el que se pierde la frontera entre lo público y lo íntimo. En Polvo Serían se nos muestra una visión desenfadada del derecho a morir con dignidad y lo hace pasando por la comedia, el drama y el musical. Con banda sonora de María Arnal y coreografías de La Veronal, que van adquiriendo protagonismo a medida que avanza la historia. Estos números musicales, imbricados en la historia, la envuelven en una atmósfera onírica que facilita la relativización del drama. Sus protagonistas, Ángela Molina y Alfredo Castro, recibieron una mención especial por su interpretación.

El premio al mejor director D.O Ribera de Duero se lo lleva Guan Hu con Black Dog, que parte de un planteamiento sencillo y consigue construir una historia llena de capas y detalles en la que, entre otras cosas, se nos habla de las transformaciones sociales de China. Con paisajes inconmensurables, también se lleva el premio a la mejor fotografía. Weizhe Galo maneja la luz de forma conmovedora y construye cuidadosos encuadres. María Laura Weissmahr, con Salve María, consigue el premio a la mejor actriz en una historia que se atreve a contar las dudas y contradicciones que vive una mujer tras ser madre y el anhelo de recuperar su tiempo, su profesión, su vida. Los dos protagonistas de Sex,Gunnar Roise y Thorbjorn Harr, comparten el premio a mejor actor, y es que juntos consiguen construir una película basada en la dialéctica en la que ambos cuestionan su masculinidad, a la vez que hacen una interesante descripción de la clase media noruega. La película es una delicia que deja entrever la importancia del diálogo como medio para el entendimiento, la aceptación y el aprendizaje.

Sin duda esta semana es una visita importante tanto para los fieles al cine de autor como para la industria cinematográfica. Durante esta semana se convoca en Valladolid al sector, visibilizando a los equipos que hacen posible la magia del cine. La Asociación de Distribuidores de Cine Independiente de España (ADICINE) celebraban este año el 2º encuentro MERCI Valladolid. Cerca de 150 exhibidores, distribuidores, representantes de cadenas de televisión y plataformas audiovisuales han podido ver una veintena de producciones en primicia. Allí es donde pudimos vernos de cerca con Rodrigo Sorogoyen y asomarnos a su serie Los años nuevos. Una serie concebida como una obra cinematográfica que pudimos ver en dos bloques de cinco capítulos.

No hay que olvidar el l Encuentro de Mujeres Cineastas, en el que participaron Icíar Bollaín, María Herrera y Almudena Carracedo; la actriz Tábata Cerezo, y las productoras Marisa Fernández Armenteros, María Luisa Gutiérrez, Sara de la Fuente y Sandra Romero, en un encuentro organizado por la ECAM, la CIMA y el Centro Buen día de la Universidad de Valladolid. Y así, hemos podido conocer en persona a directoras y parte de equipos artísticos, realizadoras, directores, guionistas, actores y actrices en 123 encuentros en los que hemos podido ver, hablar, escuchar y pensar el cine más acá de la pantalla. Conciertos, sesiones de Djs, exposiciones completan un programa extenso que agita todo cuanto pase por esta ciudad durante esta semana… ¡Hasta la próxima!