El presidente electo, Mariano Rajoy, pedía hace unos días, en plena campaña electoral, «media hora» de gracia a los mercados tras las elecciones. Y los mercados se la dieron: la Bolsa española se mantuvo ayer de 9.00 a 9.30 de la mañana (más o menos) y la prima de riesgo no parecía verse alterada a esas horas por el resultado electoral, que de alguna manera le da a los mercados lo que pedían, una mayoría fuerte para poner en marcha las reformas (y los recortes) necesarios, si es que esos recortes no provocan una recaída en la recesión muy peligrosa. Pasada la media hora, la presión arreció ayer y se acentúa hoy: la agencia de calificación Fitch acaba de lanzar una nota en la que reclama, desde ya, «medidas adicionales» al nuevo Gobierno.