En las últimas semanas, una verdadera ofensiva por parte del Gobierno, de los representantes de la oligarquía financiera y de los centros de poder mundial se ha desatado contra las pensiones públicas.
En su afán por ampliar a toda la vida laboral la base del cálculo de la pensión -algo que reduciría las jubilaciones futuras en un 30%- el gobierno nos lanzó caramelos envenenados, como el decir que esta forma de calcular la base de cotización será voluntaria. Celia Villalobos aconsejó a los jóvenes «ahorrar dos eurillos al mes para su pensión del futuro». Luego, Moncloa lanzó un decreto para facilitar el rescate de lo invertido en planes de pensiones privados. Más tarde, el Círculo de Empresarios propuso elevar la edad de jubilación a los 75, y la representante de las aseguradoras sugirió “que los jubilados vendan su casa para completar la pensión”. Medidas en la línea de lo que vienen exigiendo organismos como el FMI, la OCDE o Bruselas.
No son simples globos-sonda o burdas provocaciones. Estamos ante una ofensiva en toda regla, que busca que los grandes capitales y fondos de inversión -nacionales y sobre todo extranjeros- se queden con las pensiones del futuro. Trabajan por crear el clima de opinión de que nada se puede hacer por sostener el sistema público de pensiones, que debemos dejar de aspirar a que las jubilaciones de las próximas generaciones garanticen una existencia digna en los últimos años de la vida.
Buscan degradar y empobrecer, de forma paulatina pero inexorable, el sistema público de pensiones, abocándonos progresivamente a jubilaciones miserables de carácter asistencial que a duras penas garanticen el coste de la vida. Condición indispensable para que puedan ir floreciendo las pensiones privadas, para que bancos, aseguradoras y fondos de pensiones puedan ir apropiándose de los 110.000 millones de euros que mueven las pensiones anualmente en España, y que aún no pasan por su molino. Quieren imponer un sistema mixto (público-privado): el que quiera librarse de su pensión de miseria, que pase por la ventanilla del banco. Son solo dos eurillos al día.
Es necesario quebrar este yugo en sus espaldas, y pasar a la contraofensiva. Porque en la sociedad española -y más en lo tocante a un asunto tan sensible y trascendental como las pensiones- no faltan fuerzas para el contraataque. Si hay un tema en el que se puede unir al 90% de la población, en el que se puede crear un gigantesco frente amplio de unidad, es en la defensa de las pensiones presentes y futuras.
El día 22 de febrero miles de jubilados se han manifestado en cientos de ciudades y pueblos contra las jubilaciones de miseria y para denunciar la estafa de la «subida» del 0,25%. Un falso aumento, claramente por debajo del IPC, que supone una merma continua del poder adquisitivo de nuestros mayores. «La clave de la batalla está en unir en una misma reivindicación la defensa de las pensiones presentes y futuras. Hay que blindar las pensiones en la Constitución.»
Pero la clave de la batalla está en unir en una misma reivindicación la defensa de las pensiones presentes y futuras. La lucha por la defensa de las actuales -y precarias- condiciones de vida de los jubilados, con la lucha por que los trabajadores de hoy -los pensionistas del mañana- no seamos condenados a malvivir con prestaciones de subsistencia, o a entregar una mayor parte de nuestros salarios a la banca para compensar con un plan privado una magra jubilación asistencial.
Por eso desde estas páginas apoyamos blindar las pensiones en la Constitución, una orientación que la Mesa Estatal por el Blindaje de las Pensiones (MERP) lleva más de cuatro años trabajando. La MERP -que agrupa ya a 250 organizaciones, a cientos de personalidades y a miles de ciudadanos- ya ha recogido 800.000 firmas (entregadas al Defensor del Pueblo en Madrid) y se propone llegar a los 2 millones, creando un torrente de unidad en torno a la exigencia de que la Constitución incluya un artículo que prohíba de forma taxativa cualquier intento, presente o futuro, de recortar o privatizar las pensiones. Y que obligue aj cualquier gobierno a garantizar el poder adquisitivo de los pensionistas, revalorizándolas, como mínimo, con el IPC.
Ante esta nueva ofensiva contra las pensiones la MERP responde con un gran manifestación para defender hoy mas que nunca el blindaje constitucional de las pensiones. La MERP llama a toda la sociedad a participar en la manifestacion unitaria convocada para el próximo el 17 Marzo a las 11hs en Sol con el lema Blindemos las pensiones en la Constitución.
Una exigencia que cala y se abre paso. Es el momento de las movilizaciones populares, de que nosotros avancemos y ellos retrocedan. Es el momento de la contraofensiva por las pensiones.