El secretario de Defensa de EEUU, Leon Panetta, reiteró durante el 11º Diálogo de Shangri-La de concentrar la estrategia de EEUU en Oriente, junto con el anuncio de desplegar el 60% de los buques de guerra estadounidenses en el Pacífico. A pesar de negar que el movimiento se dirige contra China, pocos en el mundo le creen.Este cambio estratégico de EEUU no es algo nuevo. Ningún otro país puede tomar las mismas medidas para enfrentar el ascenso de China. El impacto en el panorama político mundial presentado por China está haciendo que muchos poderes se sienten incómodos. Este estado de ánimo inquieto se traduce en algunas acciones, cuy sentido es que China siente la presión.Desde una perspectiva histórica, la competencia entre EEUU y China es la más civilizada que ha habido nunca entre una potencia existente y una emergente. China se contiene en expandir sus esferas de interés. EEUU mantiene su postura preventiva en contra de China, pero no quiere hacer daño a la cooperación bilateral. Lo importante es que ambas partes refrenen sus preocupaciones acerca de que el peor de los escenarios dominen su pensamiento.China debe responder a la nueva estrategia de EEUU, pero no debe dejar que esto abrume los planes para la relación bilateral. EEUU puede tener una mayor presencia militar en la región Asia-Pacífico, pero China va a tener más control sobre su área de alta mar, como muchos estadounidenses afirman, para reducir el poder de disuasión de los portaaviones de Estados Unidos.El ascenso de China es de un gran alcance, por lo que es imposible de contener por unos pocos barcos de guerra. Si ese fuera el caso, las futuras relaciones internacionales serían mucho más simples.Cada paso que China da adelante va a causar más presión en EEUU. Si se sintiera ahogada por las actuales maniobras de Washington, ya habría sucumbido a los EEUU antes.Dicho esto, mostrar dureza es la forma menos deseable para hacer frente a EEUU. China debe elegir el enfoque que mejor facilite su crecimiento económico.No hay una amenaza inminente de enfrentamiento militar entre China y EEUU, aunque ambos estén preocupados por esta posibilidad. Pero esas preocupaciones no se deben interpretar como que la guerra es inevitable.Es claro aumento de China proviene de seguridad a un precio caro. La disposición de China para mantener la paz no puede ser más barato que estar involucrado en una guerra. La estrategia que se necesita para responder a este cambio de los EE.UU. y alterar el medio ambiente internacional, las relaciones de todos los de Asia tendrá un costo de China.China no necesita hacer frente a los EE.UU. en el poder militar, sino en la sabiduría y la resistencia. Conforme pasa el tiempo, los beneficios aportados por el crecimiento de China solo le ayudará más.La competencia entre China y EE.UU. no se decidirá por el número de buques de guerra.