La CIA junto con los servicios secretos alemanes de la entonces Alemania Occidental , espiaron durante medio siglo a través de la compañía suiza Crypto AG a medio planeta.La información ha sido desvelada conjuntamente por el diario estadounidense The Washington Post y las cadenas de televisión ZDF (Alemania) y SRF (Suiza), y procede de documentos clasificados de la CIA. La CIA bautizó la operación como «el golpe de Inteligencia del siglo» y se trata de una de las operaciones de inteligencia más exitosas de la posguerra.
Crypto AG, empresa suiza líder mundial en tecnología de encriptación, vendió sus equipos de encriptación a más de 120 países, utilizados como puerta de entrada de la inteligencia norteamericana y alemana para espiar los mensajes secretos de otras naciones. La “neutral Suiza” fue la embajada de los servicios de inteligencia aliados. Según la televisión pública SRF, los principales funcionarios del Gobierno suizo estaban al tanto del asunto.
La compañía suiza era secretamente propiedad de la CIA y del Servicio Federal de Inteligencia de Alemania Occidental, el BND que manipularon los dispositivos de cifrado para espíar las comunicaciones diplomáticas y militares de los países clientes de Crypto AG. Bautizada como operación Rubicon pues se la considera una de las intervenciones más audaces de la CIA. “Los gobiernos extranjeros estaban pagando un buen dinero a Estados Unidos y Alemania Occidental por el privilegio de que sus comunicaciones más secretas fueran leídas por al menos dos (y posiblemente hasta cinco o seis) países extranjeros», señala un informe de la Agencia estadounidense publicado por The Washington Post.
Pero ¿quienes eran esos cinco ojos? Se especula con que esos cinco o seis países a los que refiere el informe eran posiblemente EE.UU, Canadá, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda.
Las revelaciones del ex-agente Edward Snowden eran sólo el pálido reflejo del verdadero poder de la superpotencia norteamericana.
EEUU controlaba el sistema de encriptación mundial. Países como Irán, Arabia Saudita, países africanos y latinoamericanos, como Chile, Argentina y Nicaragua; India y Pakistán, Estados miembros de la OTAN como por ejemplo España, la ONU e incluso el Vaticano fueron espiados.
En la década de los 80, Crypt controlaba el 40% de los cables diplomáticos y gubernamentales mundiales. Solo China y la URSS fueron herméticos al espionaje. Incluso todo el equipamiento de la ‘Condortel’ ,la red de comunicaciones de la Operación Cóndor, provendría de Crypto AG. EEUU espió así a los ayatolla iraníes durante la crisis de los rehenes de 1979 o a la junta militar argentina durante la guerra de las Malvinas.
Crypto, cuyos productos aún se utilizan en una decena de países, fue disuelta en 2018.El servicio de inteligencia alemán abandonó la operación a principios de los 90, pero la CIA continuó con el espionaje hasta 2018. La información publicada confirma el enorme grado y la capacidad de intervención, infiltración y control de la que dispone EEUU en el mundo. Nada se mueve en el mundo sin el consentimiento de la CIA.