Fernando Colomo es el responsable de casi 40 películas, entre las que se encuentran algunas de las obras maestras de nuestro cine, como Bajarse al Moro o Los años bárbaros. Marcel Barrena es el director de Mediterráneo, que es una de las cinco nominadas a mejor película en los Goya. Un joven director que ya ha triunfado con películas como 100 metros o Món Petit.
Fernando Colomo acaba de pasar por el torbellino de acabar Poliamor para principiantes y meterse de lleno en una comedia navideña, encargo de Amazon, Cuidado con lo que deseas. Nos vimos el 13 de noviembre en la manifestación por el blindaje de las pensiones, y acababa de estrenar. Con Marcel Barrena hablo entre vagones, pero por teléfono. Va camino de los Premios Forqué. Dos conversaciones en paralelo, pero complementarias, tanto que pareciera que estábamos en torno a una mesa tomando algo en cualquier cafetería.
Me permito la licencia de reunirlos aquí. Si la pandemia nos ha obligado a lo telemático, ¿por qué no hacer ‘charlas de café en diferido’? Bromas aparte, puestas en paralelo, estas dos visiones de nuestro cine se multiplican al echar un vistazo a la actualidad del arte en momentos tan difíciles.
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Tenemos la peor taquilla de la historia, pero en 2021 se han rodado más películas incluso que en 2019. Pese a las dificultades, ¿la industria española es fuerte?
Fernando Colomo: Hay una cosa curiosa que es una paradoja. Se están haciendo bastantes películas españolas. Hay mucha creatividad, pero mi impresión, al margen de que este año en taquilla ha sido el 50% de lo que sería el 2019, es decir, baja para todo el mundo, es que hay una paradoja porque con tanta creatividad, dentro del cine español la mayoría de las películas hacen una recaudación muy baja, y las que la hacen alta son las que están apoyadas por las televisiones, que hacen mucha más promoción. Dentro de que todos estamos mal, esas siguen siendo taquillas respetables, aunque son muy pocas. El cine español tiene poca audiencia, pero como el europeo, que no viene de las grandes blockbusters de Hollywood. Que, por cierto, también han pinchado. Es una dicotomía. Hay mucha más creatividad que resultados.
‘Hay mucha más creatividad que resultados’
Marcel Barrena: Lo que ha pasado es el efecto de la pandemia, que ha apartado al público adulto que por norma es el que llena las salas del cine europeo y adulto. Por contra, ha llevado al cine al público joven y a los niños. Las películas de Marvel han funcionado y han sacado mejores números que en la prepandemia; de Disney, Pixar, James Bond… han mantenido el público joven, pero han perdido el adulto. La esperanza es que el público adulto se pueda recuperar y mantengamos el joven que ha vuelto al cine como forma de ocio segura.
Respecto a la producción sí creo que la situación está muy bien. Es muy complicado levantar proyectos desde la nada muy arriesgados, socialmente interesantes. Siguen siendo casi exclusividad de las TV públicas y del ministerio. Sigue siendo muy difícil acceder a ellos y levantarlos.
La otra cara de la moneda es que las plataformas no paran de producir y eso es bueno porque la gente puede trabajar, pero es verdad que los productos más arriesgados y artísticos tienen muchos problemas, y se junta con que es complicado cerrar equipos, porque como hay mucha producción, se concentran los equipos. Hay mucha producción, pero la social es complicada y cuando puedes es difícil cerrar equipos de primera, porque están en las plataformas.
Toda producción es buena y hay que conseguir un equilibrio, o que las plataformas apuesten por cosas más arriesgadas, como pasa en EEUU o en Europa, con grandes autores como Sorrentino o El poder del perro, que producen grandísimas películas en plataformas. A ver si las de aquí se decantan por un win-win que sea bueno para todos.‘Hay que ruperar al público adulto y mantener el joven’
‘Hay que recuperar al público adulto y mantener el joven’
La taquilla mundial ha crecido un 70% respecto al 2021 y es posible que el celo en la pandemia, que nos ha llevado a ser uno de los países con menor incidencia este año, haya perjudicado al cine. ¿Puede el sector adaptarse a esta situación o la esperanza es recuperar la normalidad?
FC En el 2020 se paralizó todo e incluso se dejaron de estrenar películas. Esto no es mucho, porque es el 70% de algo muy bajo. No hemos recuperado las recaudaciones de antes de la pandemia.
Respecto a la comparación con España, hay que tener en cuenta que en el 2020 hubo sorpresas y fue uno de los pocos países donde se atrevieron a estrenar, como con la de Santiago Segura que sorprendentemente dio mucho dinero. En todo caso, hay que tener cuidado con las estadísticas, porque la caída fue muy grande y algunos datos pueden dar a entender que en España había más espectadores.
MB Yo intento ser optimista y creo que la taquilla en España va a mejorar. Cada país tiene su idiosincrasia. Aquí ha costado volver al cine y en EEUU las grandes producciones han vuelto a llenar. Aunque no al mismo nivel. He notado un cierto desánimo en la producción por los malos resultados en taquilla que en otros momentos hubieran multiplicado por tres.
Creo que deberíamos hacernos fuertes en el cine porque es un bien cultural. En otros países nuestras películas tienen un recorrido amplio. Si TVE pone dinero en una película, va a ir al cine, después a las plataformas y después a TVE. Hay quien habla de los malos resultados de taquilla sin atender a que una película tiene muchas vidas. Me gustaría que el cine fuera la principal, pero ya no lo es.
‘Una película tiene muchas vidas’
Es cierto que una película que ha estado en cualquier plataforma ha tenido una taquilla y luego en plataforma va a tener muchos más espectadores. Sigue teniendo mucho sentido proteger el cine, porque no solo es la pantalla grande, sino todas sus ventanas. Hay que seguir contando historias, haciéndolas cada vez más robustas y que no pare de crecer el cine español y su calidad: mejores facturas e historias. Vamos muy bien.
Analizar estos dos años es complicado porque no existen en los libros de historia. Hay que se cautos y ver cómo evoluciona y encajan las piezas. Hay que ser optimistas.
Tenemos un cine extraordinariamente diverso, que no le importa pinchar en hueso, hablar de las relaciones laborales, las muertes en el Mediterráneo, la memoria frente al terrorismo, la memoria histórica, las diferencias de clase a través de la historia de dos adolescentes…. además en las nominaciones a mejor película de los Goya hay dos películas que dirigen mujeres.
FC Hay un cosa que nos cuesta, que es hablar bien de nosotros mismos. Es esa sensación de que somos un desastre, pero desde fuera al cine español se le ve como muy creativo y variado. Recuerdo cuando yo empecé o en los años 80, había mucha menos gente que hacía un cine tan variado, cosa que no pasaba con el cine francés. Estamos en un momento de mucha creatividad, pero tenemos el cuello de botella de la exhibición. Tenemos tres tipos de películas, las apoyadas por las televisiones, las apoyadas por TVE y las que no están apoyadas por nadie, o por televisiones autonómicas y que se hacen con presupuestos muy bajos. El problema es que las primeras, al margen de la pandemia, siguen haciendo taquilla, las de TVE se defienden, y las autonómicas (excepto las de Madrid, donde no se invierte) se estrenan de milagro.
El único defecto que tenemos es el antichovinismo’
MB Las películas noveles suelen colarse entre las películas mejores del año. Cuando era más joven era extraño que una novel llegara a un nivel alto, como Tesis, El orfanato… que eran una anécdota. Hoy en día llevamos muchos años con películas entre las mejores que son noveles.
Creo que el cine español siempre hemos sido muy sensibles, pero cada año se cuentan mejor y por eso hay menos miedo a contarlas. Respecto al papel de las directoras, había que atenderlo y era incomprensible que no hubiera más. Y en parte es gracias a los nuevos sistemas de ayudas, polémicas pero necesarias, para acceder a posiciones de poder. Son merecidas y necesarias, y son puntos de vista que yo como espectador quiero ver. Soy muy optimista respecto a los productores que apuestan por esa realidad, porque es una realidad, es talento más que una apuesta.
Parece que el exceso de información satura e impide valorar en profundidad las cosas, pero no es el caso del cine español que tiene oferta para todos los gustos, para la diversión y el entretenimiento o para la reflexión y la crítica. ¿Hay una tradición que hace especialmente eficaz y atractivo a nuestro cine a la hora de contar historias, o no es un fenómeno particular?
FC El único defecto que tenemos es el antichovinismo. Pero visto fríamente y cuando hablas con gente de fuera, el cine español es muy interesante y variado. Hay países como Corea del Sur, que lleva muchos años comprando cine español y que les sorprende y les gusta. Tenemos el problema de distribución, igual que en el resto del mundo, que es el mismo problema que tienen las cinematografías europeas. Estoy seguro que hay buen cine sueco, pero aquí no llega. Aquí llega el francés, sobre todo comedias después de Intocable, pero no llega. Está todo copado por el cine de Hollywood que controlan las salas hasta el punto de controlar cuánto tiempo están en cartel. Pero cuando haces un cine independiente, aun teniendo calidad, no sales adelante en términos de recaudación, salvo de pronto las de los Goya, que no son más de cinco.
Por otro lado, todo está cambiando con las plataformas. Lo que te estoy contando es lo de hace 3 o 4 años hacia atrás, ahora está cambiando y el producto español se está viendo masivamente, como en el caso de Netflix, como El Hoyo, que casi no había hecho taquilla en España y pega una subida. El tema de las salas evoluciona y se sabe que hay películas que se van a ver más en las plataformas. Se estrena en el cine pero se ven más en las plataformas. Es nuevo y está cogiendo por sorpresa al propio Hollywood.
‘El cine sí hace lo que no se hace en la sociedad’
MB No conozco todo el cine, pero me aventuro a decir que el cine español es el más variado o uno de los más. No conozco una cinematografía en la que se usen más temas, más idiomas, tan variado… es la traducción en el arte de lo que debería ser la sociedad española, orgullosa de sus culturas, sus lenguas e idiosincrasias de cada territorio. El arte siempre ha sido sensible, ha tenido cariño y consciencia, con distintas sensibilidades. Por eso salen películas tan dispares. Nada que ver una película de Euskadi con una de Cataluña, no solo por lengua, sino por personalidad propia. Lo mismo pasa en Sevilla o en Madrid cuando se producen películas de corte mas artístico, menos pensando en el mainstrem. Tratan más la particularidad de sus territorios, por eso salen películas como Estiu del 93 o Loreak, películas tan distintas que forman parte de una misma cinematografía que es la española. El cine sí hace lo que no se hace en la sociedad, sentirse orgulloso de su idiosincrasia. Está a la vanguardia.
Las plataformas audiovisuales han acelerado su expansión con la pandemia, e incluso se ha llegado a hablar de que sustituyan a la televisión y a las salas, pero lo que parece es que se consolidan distintos medios. También se llegó a decir que la radio desaparecería con la TV. ¿Cómo influye esto a la hora de trabajar una película o de pensar las obras?
FC En España seguimos produciendo con las ayudas del ministerio de Cultura, que cada vez son menos y a menos películas. Son unos privilegiados. Y se produce con las televisiones. Luego, cada vez más empiezan a haber películas que son totalmente de una plataforma. Estamos en ese proceso de cambio. Pero, en España, todavía ni desaparece una cosa ni se consolida la otra. Sin embargo, en el mundo, ya hemos visto que Spielberg, que atacó a Netflix, ya le están produciendo.
MB La aparición de las plataformas no va a acabar con el cine. Se ha pensado que el cine moriría 40 veces. Ya pasó con la TV. El cine se desarrolló y logró cosas impensables. Si las plataformas hieren a alguien va a ser al de TV. Las plataformas no creo que hieran a la pantalla grande porque es una experiencia distinta. Son líneas de producción amigas o socias. Las plataformas van a necesitar de producción para cumplir con sus clientes y las grandes películas de Netflix han pasado por el cine porque necesitan de esa ventana para darse glamour y grandiosidad. Son líneas muy cercanas.
‘Las plataformas van a encontrar en el cine social un gran tema para seguir produciendo’
También creo que esas plataformas van a encontrar en el cine social y artístico un gran tema para seguir produciendo.
Respecto al futuro del cine en sala, grandes películas espectáculo como las de Marvel seguirán batiendo récords en sala, y el cine arte seguirá funcionando porque el cinéfilo lo pide. Y esa clase media de películas, que no son ni una ni otra, puede que vayan a las plataformas, no a las salas. Eso sí puede ser.
Soy optimista con el trabajo en equipo de salas y plataformas, y puede que caiga el de la TV tradicional.
Hablando de lo digital, oye Fernando, ¿eres consciente de que Poliamor para principiantes se ha convertido en un fenómeno en Tik Tok?
Sí, pero es curioso porque empecé a escribir el guion y asistí a una cena de ese estilo. (En la escena que se repite en las redes, el personaje de Karra Elejalde escucha cómo un grupo de jóvenes sentados en círculo se presentan explicando los distintos tipos de relaciones que tienen).
En la película está llevado a la comedia, pero era algo parecido. Se ha producido un cambio social muy importante en las relaciones. Se está empezando a ver como normal lo que antes se veía como algo de pervertidos.
¿Cómo pasas de una comedia sexual a una comedia navideña, que no es un género que se haya hecho en España, salvo excepciones como Santiago Segura o tú?
Es un encargo. Estoy en la postproducción y montaje de Poliamor, y llega esta idea que viene de Amazon y se pone todo en marcha. Como está tan difícil levantar una película, que son 2 o 3 años como mínimo para cualquiera, cuando me ofrecen una película que sabes seguro que se va a rodar y tiene una fecha… La verdad es que era un reto. Lo cogí y hubo que escribir un guion rápidamente. No es algo que haría siempre, pero lo acepté y tiramos adelante.
(La entrevista con Marcel Barrena acaba, inevitablemente, preguntándole por los Goya) ¿Cómo has recibido las nominaciones?
MB: Los Goya tienen esa capacidad de ilusionarte y decepcionarte. No obedecen a una matemáticas. Llegar a la final sabiendo que no hay muchas posibilidades de ganar.
Es un broche, pero piensas en las nominaciones que no tienes. Tener 7 es un logro, claro, teniendo en cuenta que es uno de los mejores años, con películas guardadas del año pasado. Se hecho un tapón excesivo con muchas películas para ver, y nos hemos canibalizado. Bueno, es una pasada 7 nominaciones, muy contentos…
Pero entonces piensas en por qué mejor película, pero no mejor dirección, o por qué no mejor sonido. El trabajo de sonido de esta película han sido 7 meses. Con un sonido directo en alta mar alucinante, de Eva Valiño. Y luego, 7 meses trabajando los efectos de sonido. Pero no ha entrado. Esto tiene esta ambivalencia.
Estoy muy feliz porque al final los premios son lo que son y la película es la misma con o sin nominaciones. Uno se presenta para jugar y si te nominan estás contento. Era un año difícil para todos, y seguramente todas podían haber tenido mas nominaciones, excepto El buen patrón, claro, por la saturación de películas. Cualquier otro año hubiéramos tenido más.
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Llevas 5 películas como director, con un gran reconocimiento. ¿Cómo eliges qué historias quieres contar?
MB: Elijo las que me emocionan. Me he criado con el cine de Spielberg. Estoy formateado con el cine de superación, pero a la hora de elegir también me tienen que emocionar, y que me enseñen temas que yo no conozca. Nunca se me hubiera ocurrido meterme a socorrista. Son temas que me aportan mucho, como trabajar con gente real -con Albert Casal en Món petit-, conocer las interioridades de quien sufre una enfermedad degenerativa –en 100 metros– , y que pese a todo haga un Ironman –un triatlón con tres pruebas extremas-. Esto me aporta mucho. O como cuando vi que no se había hecho ninguna película sobre el Mediterráneo y conocí a Óscar.
Además hay que trabajar, porque tenemos esta costumbre de pagar guarderías y comer. Si tengo que poner la cabeza en la guillotina, que sea porque al compartirlo con la gente suma y tiene elementos para comercializarla, porque hay que llevar a la gente al cine. Yo me emocionaba viendo Regreso al futuro.
‘Riesgo y potencial comercial para llegar a todo el mundo’
Mis proyectos tienen que tener riesgo y un potencial comercial para llegar a todo el mundo. Temas que me aporten durante la investigación, que no sean de usar y tirar, que el viaje valga la pena, porque son 4 o 5 años de nuestras vidas y las de nuestras familias.
Para acabar, ¿qué creeis que se podría hacer por el cine?
MB: España es un país complicado. Tenemos un sector ideológicamente muy radical contra el cine español, y esto no pasa en otros países. Hay dos líneas de actuación. Desde los medios contar la verdad, porque dicen que los del cine no somos unos subvencionados y que las películas españolas no las ve nadie, y es mentira, porque los coches y la electricidad también esta subvencionada. Vivimos en la época de las fake news, que vienen desde donde vienen, sectores que crean odio, y como el arte es crítico es una diana.
‘Si el cine pasa a formar parte de las escuelas, mejor que mejor’
Lo fundamental es que desde el ministerio de Cultura se fomentara la enseñanza del cine en los institutos, así es como se promociona la marca España que todavía no sé qué hace. Que en un instituto de Madrid se pusiera el cine de Cataluña, que en los institutos de Sevilla conocieran la obra de Almodóvar o de Icíar Bollaín, que en Sevilla se viera el cine de Fernán Gómez, de Paco Rabal, que Handia se viera en Mallorca y que se estudiara nuestro cine desde el arte y lo social. Generaría empatía y conocimiento, y que entre todos se conociera una industria reconocida en todo el mundo, menos aquí. No hay muchas industrias que tengan varios ganadores de Oscars en varias categorías. Cada año hay películas grandes y pequeñas en los principales festivales del mundo… creo que todos los problemas se arreglan con educación y cultura. Si el cine pasa a formar parte de las escuelas, mejor que mejor.