Con una de las participaciones más altas de su historia -votó un 55% de los 39 millones de electores, un récord absoluto en Colombia- el izquierdista Gustavo Petro, candidato de la coalición Pacto Histórico, logró quedar primero con el 40,34% de los votos, doce puntos por encima de su inmediato perseguidor, el derechista empresario y exalcalde de Bucaramanga Rodolfo Fernández, que logró el 28,15% de los votos. En menos de tres semanas los colombianos habrán de decidir cuál de las dos alternativas llega a la presidencia.
Que un candidato de la izquierda -el exalcalde de Bogotá (2012-2015) y exguerrillero del M19 en su juventud- Gustavo Petro haya logrado el primer puesto en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, con más de ocho millones y medio de votos, es ya de por sí un hito histórico, que demuestra hasta qué punto los movimientos sociales de Colombia, que desde 2019 han salido masivamente a las calles a luchar contra las reaccionarias políticas de Iván Duque, han cristalizado su energía en una alternativa de gobierno.
Su oponente en el balotaje es Rodolfo Hernández, ex alcalde de Bucaramanga, que dio la gran sorpresa al superar en votos al derechista Federico Gutiérrez, el candidato continuista del «uribismo», que obtuvo el 24% de los votos. Fernández, un candidato tan reaccionario como populista, se presenta como candidato de la pomposamente llamada «Liga de Gobernantes Anticorrupción». Pero mientras que Petro ha destapado hasta cinco escándalos de corrupción que han generado más de 1.900 condenados, el propio Rodolfo Fernández tiene un turbio historial de denuncias, irregularidades y acusaciones activas de la Fiscalía. En la actualidad él y su hijo están imputados en un delito de Interés Indebido (de 5 a 16 años de prisión) por el caso Vitalogic.
El uribista Gutiérrez anunció que pediría el voto para Rodolfo Hernández en la segunda vuelta, lo que indica un frente de la derecha y los poderes oligárquicos para cerrar el paso a Petro. Sus votos combinados, sobre el papel, superan en dos millones los logrados por Petro. Pero todo depende de la movilización de las clases populares.
El Pacto Histórico encabezado por Petro es una coalición progresista donde conviven formaciones socialdemócratas y de centroizquierda -como la propia Colombia Humana de la que viene Petro, u otros como Unidad Democrática- con otras más a la izquierda -como el Polo Democrático Alternativo, la Unión Patriótica, el Partido Comunista Colombiano, el MAIS, o el Partido del Trabajo de Colombia- así como con organizaciones ambientalistas y de carácter indígena.
El tándem de Gustavo Petro, que ya disputó la segunda vuelta con Iván Duque en las presidenciales de 2018, y de su candidata a vicepresidenta Francia Márquez (procedente del Polo Democrático Alternativo), se configura así como una alternativa para cambiar el signo político de Colombia, uno de los países de América Latina que siguen en manos de gobiernos clara y nítidamente pronorteamericanos.
¿Conseguirá el candidato de la izquierda los dos millones de votos que necesita para superar la suma de votantes de Fernández y el uribismo? Depende de la movilización de las clases más trabajadoras y empobrecidas. Algunas encuestas, como la realizada por el Centro Nacional de Consultoría, indican que Petro podría alcanzar casi el 45% de los votos, cuatro puntos por encima del 41% de Rodolfo Fernández.