El tripartito que gobierna en Cataluña, los socialistas (PSC), Esquerra (ERC) e Izquierda Unida y sus aliados (ICV), y la «oposición», Convergí¨ncia i Unió (CiU) tratan de dar a luz una Ley de Educación «catalana», que se fragmente del sistema de enseñanza en el resto de España. Pero hay una divergencia. El tripartito quiere que el derecho a estudiar en castellano se reduzca a un curso escolar, bien en la etapa infantil o en primaria. Mientras que CiU no está de acuerdo con el cambio y quiere que se mantengan las cosas tal y como están: el derecho a estudiar en castellano hasta los ocho años. Montilla, el charnego, intenta asesinar a su lengua materna, trata de que desaparezca prácticamente de la enseñanza infantil y primaria, por supuesto, con el apoyo de sus adláteres en el tripartito. Se ha convertido en un individuo más excluyente que los «catalanes de toda la vida» como Artur Mas de CiU.
Sin embargo, las sucesivas encuestas reflejan ersistentemente que la inmensa mayoría de la población en Cataluña opina que los padres deben tener la libertad de elegir la lengua en la que quieren que sus hijos sean enseñados. Esta inmensa mayoría en las encuestas supone que también es mayoría entre los votantes de CiU, de ERC, de ICV y, obviamente, del PSC. Aunque la situación ahora es que los niños tienen derecho a cursar la enseñanza hasta los ocho años en castellano, siempre dentro del sistema de inmersión lingüística en catalán, la Generalitat no ha obedecido al Tribunal Supremo que, hace sólo tres meses, dictó una sentencia obligando a las autoridades educativas catalanas a poner una casilla en la hoja de preinscripción que pregunte a los padres en qué lengua quieren que estudien sus hijos tal periodo hasta los ocho años.Ciegos y sordos a la realidad de un territorio donde conviven las dos lenguas. Donde el catalán se utiliza tanto en casa, en el trabajo, con los amigos, como se utiliza el castellano. Ciegos y sordos a la realidad “mestiza” de Cataluña y del resto de España. La mayoría tiene padres nacidos fuera de Cataluña. Así, un 47,9% de los padres y un 46,1% de las madres nacieron en otra parte de España, mientras que sólo un 45,4% de los padres y un 47,2% de las madres nacieron en Cataluña. Pero los nacionalistas excluyentes persisten obcecada y reaccionariamente. Ellos vulneran la legalidad y no cumplen las sentencias, sin que pase nada, mientras sancionan cada vez más a los ciudadanos por el incumplimiento de sus normas como en el caso de la campaña de inspección lingüística en hoteles y restaurantes impulsada por la Generalitat.