Ribera Salud, perteneciente al grupo norteamericano Centene, acaba de firmar la compra de POVISA (Policlínico de Vigo), el hospital privado más grande de España y el que disfruta del concierto con la sanidad pública más caro del país.
La compra se ha cerrado a precio de saldo por 22 millones de euros solo nueve meses después que la Xunta renovara el concierto que la Sanidad Pública Gallega (Sergas) mantiene con POVISA desde los tiempos de Fraga, elevando la aportación pública de 80 millones de euros anuales a 84 millones y asumiendo pagar gastos farmacéuticos que hasta entonces no pagaba.
Las negociaciones, como ha reconocido el grupo Nosa Terra 21, su propietario hasta ahora, se iniciaron inmediatamente después de la mejora del convenio con la Xunta en diciembre pasado y se han llevado en secreto.
Nosa Terra 21 amenazó en septiembre del año pasado con una situación “crítica” y un preconcierto de acreedores por una deuda de 42 millones, exigiendo a la Xunta el “rescate” de POVISA introduciendo en el concierto nuevas condiciones. Rescate que finalmente acabó asumiendo el Sergas elevando las aportaciones, reconociendo deudas y asumiendo nuevos compromisos.
Una vez más se ha aplicado el mismo modelo que con el rescate de la banca: se sanea con dinero público (“se socializan las pérdidas”) para garantizar los beneficios privados (“se privatizan los beneficios”).
Hecho el trabajo sucio se puso en marcha la venta al fondo norteamericano Centene, propietario de Ribera Salud.
Centene entra en la sanidad gallega por la puerta grande
Las dimensiones de POVISA ponen de manifiesto la trascendencia de la operación.
El Policlínico de Vigo es el hospital de referencia de casi la mitad de los vigueses. Cuenta con más de 500 camas y atiende a 135.000 personas procedentes de la sanidad pública.
Emplea a 1.500 trabajadores, la segunda empresa por volumen de empleo en Vigo, después de la factoría de Citroën.
Es el único hospital privado de Galicia que tiene formación MIR para profesionales de varias especialidades (Medicina Interna, Cirugía General, Anestesiología, Radiología, Traumatología, etc.). Y cuenta con el Centro de Estudios Povisa (CEP), para diplomados de enfermería y formación profesional orientada al ámbito sanitario.
Es el estandarte del modelo de hospital privado concertado y, por lo tanto, financiado por la sanidad pública. Un modelo inaugurado por Fraga en 1973 que Feijóo ha renovado reduciendo las dimensiones del nuevo Hospital de Vigo, inaugurado en 2015, incapaz de asimilar las 135.000 tarjetas sanitarias asignadas a POVISA, manteniendo así la dependencia pública del hospital privado.
La multinacional norteamericana entra de lleno en la sanidad gallega por la puerta grande. Suma uno de los hospitales considerados de referencia en España, con una facturación anual de 108 millones de euros, 84 de ellos aportados por la sanidad pública.
Ribera Salud, la marca blanca de Centene en España, eran los dueños del Hospital de Alzira, símbolo del modelo de privatización sanitaria del PP en la Comunidad Valenciana, revertido a la sanidad pública en marzo de 2018. Una negociación que la embajada norteamericana intentó echar abajo con todo tipo de amenazas a los dirigentes políticos valencianos.
Actualmente controla la gestión de los hospitales públicos en régimen de concesión de Torrevieja, Denia y Elx-Vinalopó en la Comunidad Valenciana; y el Hospital de Torrejón en Madrid.
Con la compra de POVISA, Ribera Salud continúa la expansión de su red de hospitales en España y controla ya la salud de más de 750.000 personas.
Alarma entre los trabajadores y usuarios de POVISA
La noticia de la venta a la multinacional norteamericana ha cogido por sorpresa a los usuarios y trabajadores, indignados por el secretismo de las negociaciones.
Los representantes del Comité de Empresa se muestran preocupados por la continuidad de los puestos de trabajo y las condiciones laborales. Recelan de las promesas de la Xunta y los nuevos dueños cuando aseguran que “velarán porque se mantenga la plantilla”; recuerdan lo ocurrido en 2014, cuando la empresa propietaria anunció despidos después de renovar el concierto con el Sergas; y exigen que se firme por escrito.
Además exigen la mejora de las condiciones laborales tras una década de recortes de derechos y sueldos congelados.
Pero lo que más preocupa son las repercusiones que la nueva gestión pueda tener en la atención sanitaria a los usuarios y que las denuncias que últimamente han aparecido contra la gestión privada de Nosa Terra no solo no se corrijan sino que se potencien aún más con la gestión de la multinacional norteamericana.
Se denuncia que POVISA tiene las listas de espera más abultadas de Galicia. Que el personal de la clínica, pagado por la Sanidad Pública Gallega, atiende también las camas del sector exclusivamente privado del hospital, del que depende el 20% de sus ingresos.
Pero la alarma principal saltó este verano cuando se divulgó la noticia de que el Policlínico de Vigo estaba desviando recursos de pacientes públicos a los privados, atentando gravemente a la calidad asistencial a los pacientes de la parte pública de POVISA
Según un correo de la gerente del centro, María Luisa Brandt Sanz, remitido a los jefes de servicio el 17 de junio, había que “reducir todas las actuaciones (consultas, pruebas, intervenciones…) en pacientes Sergas que no les aporten ningún valor añadido” y “aprovechar esa liberación de recursos para mejorar cada vez más nuestro tiempo de respuesta a pacientes privados”. Si así tratan los dueños de Nosa Terra a los “pacientes Sergas” de la sanidad pública, como una mercancía en función “del valor añadido” que aportan a los beneficios de la empresa, ¿qué no harán los directivos de la multinacional norteamericana?
Centene Corporation, con sede en Saint Louis (Missouri), es una de las empresas más recomendadas del sector que cotiza en Wall Street. Ocupa el puesto 51 de las empresas más potentes de EEUU.
España y el Reino Unido son dos de los países donde más se expande la compañía y su filial española, Ribera Salud, es la punta de lanza de su negocio en Europa, pionera en la implantación del conocido como “Modelo Alzira” de gestión sanitaria “público-privado”.
Ribera Salud, la punta de lanza de Centene en Europa
La salud de más de 750.000 españoles se decide en Missouri
Desde 2014, año en que la multinacional americana Centene se hizo con el 50% de Ribera Salud, su volumen de negocio se ha multiplicado por cinco, pasando de 20.000 millones de dólares hasta los 100.000 millones. Y sus beneficios netos han aumentado hasta los 900 millones de euros en 2018, según reconocía su presidente y consejero delegado tras cerrar la operación por la que aumentaba su control de Ribera Salud al 90% el pasado cinco de mayo