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Cataluña advierte que austeridad en el sur de Europa puede perjudicar al norte

El responsable de economía del gobierno de la región de Cataluña advirtió que, si la Unión Europea no relaja su programa de austeridad, la recesión del sur de Europa podría contagiarse al norte del continente.

«Sería una lástima que se estableciera una política macroeconómica más prudente sólo si la recesión llegase al centro de Europa. Sería mejor anticiparse», aseguró Andreu Mas-Colell, consejero de Economía de la Generalitat de Cataluña, en una entrevista con Dow Jones la semana pasada.

«Los políticos de la UE no deberían subestimar los efectos depresivos de la austeridad en el sur», añadió. «Y no deberían subestimar los efectos negativos que podría tener sobre ellos».

La advertencia de Mas-Colell es significativa porque la hace un defensor de las teorías liberales que, sin embargo, cree que la austeridad, un mantra de los políticos de la zona euro durante años, es contraproducente en las circunstancias actuales. Su giro refleja el que ha dado el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, que llegó al poder hace 15 meses con la promesa de reducir impuestos y el papel del Gobierno, pero que se ha visto obligado a incrementar la fiscalidad y a intervenir para rescatar a los bancos.

Mas-Colell también dijo que Cataluña, que ha perdido el acceso a los mercados de financiación internacionales, tendría más probabilidades de regresar a los mercados de crédito si la Administración central le permitiese quedarse con una mayor parte de los ingresos que recauda, el asunto prioritario en la campaña independentista catalana.

Mas-Colell, un respetado economista que fue profesor en la Universidad de Harvard, es el responsable desde 2010 de estabilizar las finanzas de la región más rica pero también más endeudada de España. Tras una serie de recortes del gasto, ahora señala que la austeridad está destruyendo demasiados empleos en Cataluña y que es el momento de adoptar una actitud más moderada en política presupuestaria.

Comparó los recortes indiscriminados a una medicina que incluso el doctor sabe que es excesiva para su paciente enfermo.

«Si piensas que estás sobredosificando a ese enfermo, estás en una difícil situación. Y esa es la situación actual en España», señaló.

Mas-Colell, un experto en la teoría de juegos y en econometría que escribió conjuntamente un manual de teoría microeconómica, encontrará muchos simpatizantes en el sur de Europa a su pensamiento antiausteridad. En la vecina Portugal, que adoptó estrictas medidas de austeridad a cambio de recibir un rescate internacional hace dos años, el banco central estimó la semana pasada que la economía se contraerá un 2,3% este año, más de lo anticipado previamente, en parte por la reducción del gasto público. En España, el banco central prevé que la economía se contraerá un 1,5% este año.

Las relaciones entre el Gobierno pro independentista catalán y el Gobierno conservador de Madrid han sido tensas en el último año, aunque comparten el objetivo de convencer a las autoridades europeas de que España necesita más tiempo para enderezar sus cuentas. El déficit público de España en 2012 fue del 7% del Producto Interno Bruto, y tiene un objetivo oficial para este año del 4,5% y del 3% para 2014. El Gobierno de Rajoy ha propuesto una ampliación de los plazos para cumplir dichos objetivos, alegando que los recortes adicionales en gasto público mermarán una economía que se encuentra en su sexto trimestre consecutivo de recesión.

Las tensiones entre Cataluña y Madrid se relajaron ligeramente la semana pasada después de que el Gobierno de Rajoy prometiera dar más flexibilidad a las regiones respecto al gasto si la UE hacía lo mismo con España.

«Aplaudimos el comunicado. Sin embargo, no es el final de la historia», aseguró Mas-Colell, y añadió que Cataluña quiere que a las regiones se les permita al menos una tercera parte del déficit público estatal, en lugar del actual 2,4%. Las regiones españolas representan más que una tercera parte del gasto público del Estado y los recortes son especialmente sensibles para ellas ya que afectan a servicios como la educación pública o los hospitales. El año pasado, tras un ajuste de liquidez que dejó a la Generalitat con problemas para pagar los salarios de los profesores y de otros funcionarios, Cataluña se vio obligada a pedir al Gobierno central una línea de crédito de más de 5.000 millones de euros. Otras regiones también solicitaron asistencia.

ña debe más de 50.000 millones de eruos, y más de una tercera parte de ese importe a inversionistas institucionales. En enero, con los mercados de financiación reticentes a comprar sus bonos, el Gobierno regional pidió a Madrid 9.070 millones de euros más para cubrir los vencimientos de su deuda. «España es nuestro único banco» en estos momentos, dijo Mas-Colell anunció. «¿Nos gusta esta situación? Es mejor tener un banco que no tener ninguno».

Convergència i Unió, el partido en el Gobierno catalán liderado por Artur Mas, partidario de la secesión, ganó las elecciones regionales en noviembre del año pasado tras comprometerse a celebrar un referéndum en 2014 sobre la independencia de Cataluña. Mas ha exigido a Madrid que revise el régimen fiscal por el que se desvían miles de millones de euros de impuestos recaudados en Cataluña a Madrid. Las negociaciones a este respecto seguramente influirán en la decisión de Mas sobre si seguir adelante con el referéndum y, de ser así, en la decisión de los votantes.

Mas-Colell puso como modelo al País Vasco, región en el norte de España que se queda con una gran parte de los ingresos que recauda. «Ellos tienen acceso a los mercados, y esto es consecuencia de disponer de sus propios recursos fiscales», explicó.

Autoridades de Madrid han declarado que adoptar el mismo modelo fiscal con Cataluña, cuya población tres veces superior a la del País Vasco, haría que prácticamente ni hubiera ingresos que transferir a las regiones más pobres de España.