Batiscafo

Carta abierta a mi amigo Ramón Elejalde por su columna sobre predial

Con algo de incredulidad y mucha sorpresa he leí­do tu artí­culo publicado por el periódico de la familia del señor Alcalde, en la que defiendes de manera vehemente el abusivo incremento en el impuesto predial que su administración ha decretado.

No estamos hablando, como tú lo afirmas, del simple cumplimento de lo ordenado por el Plan Nacional de Desarrollo de Santos, que debiera denominarse “Prosperidad para pocos”, ni del mandato desprendido del Estatuto Tributario adoptado por el Concejo, en el que de forma curiosa se definieron los milajes para el cobro de impuesto predial sin tener aún la actualización catastral. Se trata de una decisión tomada a ciencia y paciencia por Aníbal Gaviria y su pequeño círculo palaciego.

La gran sorpresa surge al tratar de ubicarme en uno de los cuatro grupos en los que divides arbitrariamente a los ciudadanos que rechazamos el abuso. No soy un político derrotado, no soy un rico avaro, tampoco un politiquero oportunista y no hago parte del grupo de ciudadanos con los que se pudo haber cometido un error. Al contrario, pertenezco al pequeño conjunto de los que no fuimos víctimas del abuso, ya que el predial me rebajó. Es preciso también aclarar que eso sucedió en virtud de que el modesto apartamento que poseo, en sociedad con un banco al que le debo todavía más de la mitad de lo que me valió, estaba tan sobre apreciado, que ya no le cabía un peso más de avalúo.«Soy de los que ha tratado de levantar la protesta a la que despectivamente denominas escandola»

Como no puedo encasillarme en tu clasificación y soy de los que ha tratado de levantar la protesta a la que despectivamente denominas escandola, te sugiero que agregues una quinta categoría, que con certeza se volverá la mayoritaria: la de desobedientes civiles asistidos por la fuerza de la razón y en trance de usar la razón de la fuerza y paso a explicarte por qué, a pesar de no ser víctima en lo personal del atraco en comento, me opongo a él y me incluyo en el quinto grupo que respetuosamente insinúo.

No sé de donde sacas la comparación entre el crecimiento del impuesto del 25% para este año, con el de la inflación en los últimos siete. Te doy los datos reales, obtenidos en el DANE y en Planeación Municipal. El crecimiento del IPC durante ese lapso arroja un acumulado del 29,18%, no del 40% y es el resultado de sumar las siguientes cifras: 2006: 4.48%; 2007: 5.64%; 2008: 7,67%; 2009: 2%; 2010: 3,17%; 2011: 3,73% y 2012: 2,44%. Los funcionarios de la Alcaldía que te han pasado la información al menos deberían aprender a sumar.

Tampoco es cierto que el incremento comparable sea del 25%, ya que este es tan solo el calculado por la administración de la Alianza AMA, que tú tanto amas, para el periodo 2012 – 2013. Te voy a dar la cifra que con seguridad los despelucados funcionarios del Alcalde “sin sombrero” no te han dado: entre 2004 y 2012 el recaudo de predial pasó en Medellín de $ 180.000 millones de pesos a $ 390.000 millones. Es decir, se incrementó en un 117%, mientras en el mismo período el IPC solamente creció, ahí sí, la cifra del 40% que tú das – eso es lo comparable -IPC 40% versus incremento predial del 117%; si le sumamos el 25% proyectado para este año, entonces estaríamos hablando del 142%.

Capítulo aparte merece tu referencia a la rebeldía y la desobediencia civil que ha comenzado a gestarse, la cual atribuyes a una causa de los más ricos. Si no lo sabes, el 70,5% de los ciudadanos con propiedad en Medellín, lo son de un solo predio y otro 16% tiene hasta dos propiedades, que como sí debes saber, sucede con frecuencia en todas las unidades residenciales en las que hay una matrícula inmobiliaria para el apartamento, otra para el parqueadero y en muchos casos una tercera para un cuarto útil. Sin temor a equivocarme puedo afirmar que el 86% de los ciudadanos tenemos la propiedad exclusivamente para vivir o trabajar en ella. Se trata de un bien de uso al que la valorización, en lugar de beneficiarnos, nos hace daño. Si mi casa, que solo me sirve para vivir en ella, se valoriza y la vendo, debo comprar otra igual, que seguramente también se ha valorizado, entonces ¿qué fue lo que me gané? Pues una mayor tarifa de servicios públicos y un aumento del impuesto predial.

Si a los anteriores datos le sumas que el 75% de los propietarios pertenecen a los estratos 1, 2 y 3, queda claro que no hablamos de la rebelión de los ricos. Es posible que un pequeño número de ciudadanos con varias propiedades destinadas a la especulación inmobiliaria no se vean afectados con el crecimiento del impuesto predial, pues en sus negocios pueden cargar ese costo adicional a sus compradores o inquilinos. Habrá otro número reducido de personas con altas y privilegiadas pensiones o con ingresos enormes, a quienes tampoco los trasnocha el incremento. Pero puedes tener la certeza de que entre los 600.000 ciudadanos a los que se les creció el impuesto entre un 20% y un 100%, al menos a tres cuartas partes de ellos, les tocará empeorar la dieta alimenticia, reducir los gastos en vestuario, educación, salud o recreación para atender el despropósito del Alcalde que por fortuna no ayudé a elegir.«Deploro que por el cálculo de mantener vigente un proyecto político utilices tu pluma, otrora libre, para defender lo indefensable»

Queda muy mal, saliendo de tu pluma que en el pasado produjo sesudos e independientes análisis, estigmatizar la protesta como procedente de un exalcalde que no es de tus afectos políticos. Ya quisiera yo ver que escribirías tú si el autor del saqueo a los ciudadanos hubiera sido Luis Pérez.

Te considero mi amigo, he compartido contigo puntos de vista democráticos y de avanzada frente a administraciones anteriores, pero deploro que por el cálculo de mantener vigente un proyecto político utilices tu pluma, otrora libre, para defender lo indefensable.

Recurro al expediente de una carta abierta para hacer conocer mi punto de vista, la cual haré circular por el gratuito canal del internet, ya que no tengo columna para defender mis puntos de vista en uno de los dos periódicos que tratan de moldear la opinión de los antioqueños, como tampoco la poseen los centenares de miles de medellinenses esquilmados. Ellos harán sentir su voz por medio de la movilización, la protesta y la desobediencia civil. Allí estaré yo con ellos.