4,3 millones de españoles sufren pobreza extrema

Cáritas pone cifras a la exclusión social severa, la precariedad y la desigualdad

Cáritas alerta de que la exclusión social severa afecta a 4,3 millones de personas y que de ellos un tercio son menores. La organización advierte sobre un "proceso inédito de fragmentación social" en España y que la precariedad laboral es la "nueva normalidad"

El macroestudio de Cáritas Española son ráfagas de verdades que desnudan heridas determinantes de la vida en nuestro país. Son 712 páginas, pero no son fríos datos meramente económicos, son un análisis profundo de 140 investigadores de 51 universidades, y de una encuesta a 12.289 hogares por toda nuestra geografía.

El informe asegura que la «clase media se erosiona» y que la precariedad laboral es la «nueva normalidad». La pobreza extrema es ahora un 52% mayor que en 2007. La vivienda inasequible y el trabajo precario son las principales causas estructurales que producen pobreza,“el epicentro de la desigualdad”.

El 5 de noviembre, Natalia Peiró, secretaria general de Cáritas Española, y Raúl Flores, coordinador del Informe FOESSA, en su presentación, fueron desgranando las graves conclusiones reveladoras de que “aun con el crecimiento económico, España mantiene una de las tasas de desigualdad más altas de la Unión Europea, que perpetúa la pobreza y la exclusión”, y que en nuestro país se desarrolla “un proceso inédito de fragmentación social”, por el que, sin cambio de rumbo, “por primera vez la generación actual vivirá peor que sus progenitores”.

.

La vivienda inasequible

El 45% de la población que vive en régimen de alquiler se encuentra en riesgo de pobreza, la cifra más alta de la Unión Europea. El informe valora que “la vivienda es el epicentro de la desigualdad por un modelo inmobiliario especulativo sobre el uso social de la vivienda”. El alquiler es “una trampa de pobreza”.

Como el informe afirma, “la vivienda está expulsando a uno de cada cuatro hogares de una vida digna y triturando el difícil equilibrio de las clases medias. Los datos son claros y también son demoledores: uno de cada cuatro hogares en España sufre rasgos de exclusión residencial”. Y el hacinamiento ha aumentado del 5,1% en 2018 al 7% en 2024.

.

El trabajo no salva de la pobreza

Pese a la mejora del empleo, el informe denuncia que “la precariedad laboral se ha convertido en la nueva normalidad, afectando a casi la mitad (47,5%) de la población activa”. Es decir, mantiene a 11,5 millones de personas atrapadas en diversas formas de inseguridad laboral. De hecho, más de un tercio de la población que trabaja está en situación de pobreza moderada o extrema.

La juventud accede a su primer empleo en peores condiciones y con salarios entre un 15% y un 30% inferiores a las generaciones anteriores. Una juventud que trabaja, madruga y se esfuerza para salir adelante. Más de la mitad de las familias que Cáritas ayuda están trabajando. Hay una presencia creciente de autónomos y asalariados.

.

Clase media, mujeres e inmigrantes se empobrecen

La clase media se está erosionando, porque muchas familias están enfrentando situaciones de empobrecimiento. La pobreza grave aumenta en los hogares encabezados por mujeres, un 15% más que en 2007. El 69% de las personas pobres son españolas. No es un problema importado por los inmigrantes, pero sí la sufren más.

.

Hay pobres porque hay ricos. Hay atraco porque hay atracadores

La denuncia de Cáritas, del avance del empobrecimiento de la población española y de su carácter estructural es incuestionable. Pero falta su contrario. El simultáneo enriquecimiento creciente de una minoría social en España. No es casualidad. Son los dos aspectos de una misma realidad. Es fruto del salto en el saqueo que nos impone -y se agudiza desde 2010-, al 90% de la población, la oligarquía financiera española y la burguesía monopolista estadounidense.

.

España tiene riqueza

Desde que estalló la crisis de 2008, hace ya 15 años, la economía española no ha dejado de crecer. Hubo un pequeño parón en la pandemia, pero, ya más que recuperada, España es cada vez más rica. La economía va bien, pero el 70% de toda esa riqueza se la quedan los grandes oligopolios del Ibex35.

A lo largo de estos años los trabajadores hemos perdido poder adquisitivo, cada año nos ha quitado 700 euros de media, por la subida generalizada de los precios. Y, aunque la inflación ha bajado algo, los precios no solo no bajan, sino que se mantienen altos y siguen aumentando. Y no digamos con la vivienda. El euríbor ha bajado, pero el precio de los alquileres y las hipotecas sube cada vez más.

Sin embargo, en el otro lado de la balanza, los bancos y oligopolios del Ibex35 no paran de batir récords de beneficios.

La riqueza extrema aumenta

La gran banca ganó el año pasado 26 mil millones, un 24% más que el año anterior. Y la mayor parte de los beneficios de este atraco se lo han llevado los grandes capitales extranjeros, especialmente el estadounidense, que controla el 65% de las acciones del Ibex35, y es el accionista mayoritario de muchos de esos oligopolios españoles. La burguesía monopolista estadounidense, a través de Blackstone y otros fondos buitre, también controla el mercado de la vivienda, y se apropia el dinero de los alquileres, las hipotecas y la factura de la luz.

Las empresas del Ibex 35 cerraron 2024 con un beneficio neto conjunto récord de 64.349 millones de euros, lo que supone un aumento del 25,87% respecto a 2023 (que fueron 51.134 millones). Los ingresos totales ascendieron a 601.196 millones, un 4,5% más. Los beneficios de las seis principales entidades financieras (Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Banco Sabadell, Bankinter y Unicaja Banco) sumaron 31.768 millones de euros, un 20,5% más que en 2023, que representa casi el 49% del total del Ibex35.

Y en lo que vamos de año siguen creciendo los beneficios del Ibex35. Así, en el primer semestre, ha acumulado 31.758 millones de euros, un 7,4% más que en el mismo periodo de 2024. Y las mismas seis principales entidades financieras sumaron 17.086 millones de euros, un 11,8% más que en la misma mitad de año pasado (15.287 millones).

.

Unos pocos crecen, otros muchos menguamos

El empobrecimiento de la gran mayoría de la población española es consecuencia de los escandalosos récords de beneficios de bancos, grandes empresas y fondos de inversión extranjeros. Y esto hay que tenerlo muy claro. Porque nos dividimos en tres grandes bloques.

Las grandes fortunas, banqueros y grandes empresarios, que no hacen más que enriquecerse. Son entre un 10% y un 20% de la población con las rentas más altas, porque incluye a otros sectores sociales muy vinculados al enriquecimiento oligárquico. Este grupo ha aumentado su poder adquisitivo en los últimos 5 años a costa del saqueo y empobrecimiento del resto.

En el extremo opuesto, está la población más vulnerable y desfavorecida, y cuya dolorosa situación expone el informe de Cáritas. Como hemos visto, un tercio de la población ha sido arrojada a la pobreza moderada y extrema.

Y el más numeroso son quienes no sufren la anterior situación de pobreza, pero sí que sufren recortes en sus condiciones de vida y muchos tienen dificultad para llegar a fin de mes. Más o menos la mitad de la población. Familias que han visto cómo la factura de la hipoteca se duplicaba o muchas pymes y autónomos que ahora pagan el triple de intereses.

.

Redistribuir la riqueza, la verdadera alternativa

Redistribuir la riqueza es una alternativa real, factible. Aplicarla solo requiere voluntad política. Una parte importante de economistas y cargos públicos, además de sindicalistas y luchadores sociales, se refieren ya de manera constante a la redistribución de la riqueza como una alternativa práctica. Y en España una mayoría social superior al 70% apoya medidas para redistribuir la riqueza, como que los más ricos paguen más impuestos.