En la reciente cumbre de los BRICS realizada en Brasil, bajo el lema “Fortalecer la cooperación para un mundo más justo”, el mundo ha contemplado a uno de los protagonistas globales, con una influencia cada vez mayor sobre lo que sucede en el mundo.
Once países miembros, que representan el 39% del PIB mundial y casi la mitad de la población. Decenas de países que quieren formar parte de los BRICS… No es posible comprender el mundo actual sin tener en cuenta esta alianza del Sur global, que representa el avance del Tercer Mundo.
¿Qué son los BRICS? ¿Hasta dónde llega su influencia en los asuntos globales? ¿Por qué es hoy una alternativa de éxito frente al orden norteamericano?
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Que son, y que no son, los BRICS
Quien mejor ha comprendido la importancia de los BRICS ha sido… Donald Trump. El presidente norteamericano ha planteado que “los BRICS fueron creados para hacernos daños, para degradar nuestro dólar y eliminarlo como estándar”. Anunció aranceles del 100% a los países BRICS amenazando con que “la idea de que los países BRICS están tratando de alejarse del dólar, mientras nosotros nos quedamos de brazos cruzados y observamos, ha terminado”. Y acaba de advertir con aranceles extras a “cualquier país que se alinee con las políticas antiamericanas de los BRICS”.
Como presidente de la reciente cumbre de los BRICS Lula le dio la razón, al afirmar que la furia de EEUU significa que “les estamos incomodando”. Los BRICS son hoy una amenaza de primer orden para la hegemonía norteamericana. Por eso Washington los ha puesto en su punto de mira.
Los BRICS no son una alianza económica o un tratado comercial, como los muchos que existen en el mundo. Es una alianza geopolítica que propone todo un orden global multilateral frente al orden unilateral que sostiene el dominio de EEUU. Es la principal plataforma que utiliza el Tercer Mundo para ganar independencia frente a la superpotencia, impulsando un desarrollo autónomo. No se circunscribe al ámbito económico, sino que abarca el plano político, militar, social, cultural, sanitario… Es decir, propone otro mundo, enfrentado al que impone EEUU.
Y no son una “voz crítica” con el dominio imperial, que solo puede plantear una denuncia simbólica. Son un protagonista global con una enorme y creciente fuerza.
Los cuatro miembros fundadores se han triplicado. A Brasil, China, Rusia e India se le añadió pronto Sudáfrica. El año pasado se incluyeron Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos, y Etiopía. Y acaba de incorporarse Indonesia. Los BRICS están presentes en casi todos los continentes y áreas clave del planeta.
Representan el 37% del PIB mundial, el 45% de la población del planeta, el 72 % de las reservas conocidas de tierras raras, el 44 % de la producción mundial de petróleo y el 36 % del gas natural…
Los BRICS están en avance, representan ya casi el 40% del PIB mundial y la mitad de la población del planeta, y EEUU está en retroceso.
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El plan de los BRICS
Los BRICS tienen un plan. Buscan conscientemente ganar influencia global, para lo que deben enfrentarse al dominio norteamericano. La alternativa de orden mundial que proponen es global, abarca todos los ámbitos. Y no son solo palabras, lo están llevando adelante.
Podríamos sintetizar el “plan de los BRICS” es tres grandes apartados:
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1.- Una “gobernanza” mundial más democrática que se enfrenta a las imposiciones de EEUU.
Los países BRICS reiteran que su primer objetivo es que los países del Tercer Mundo ganen peso y poder en los organismos internacionales… hasta ahora dominados en exclusiva por EEUU.
Proponen una reforma del Consejo de Seguridad de la ONU. Incorporando a India y Brasil como miembros permanentes. Ampliando el número de miembros rotativos para incrementar la presencia del Tercer Mundo. Y eliminando el derecho de veto de EEUU.
Plantean un cambio en profundidad del FMI y el Banco Mundial. Que EEUU no tenga capacidad de veto para imponer sus mandatos. Y que se amplíe la cuota de decisión de los países del Tercer Mundo.
E impulsan que países del Tercer Mundo encabecen más organismos globales. Apoyando que un etíope dirija la Organización Mundial de la Salud o una nigeriana la Organización Mundial de Comercio.
Un orden mundial más democrático, que exige aumentar el poder del Tercer Mundio y recortar el de EEUU. Eso quieren los BRICS.
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2.- Acabar con la hegemonía del dólar y la arquitectura financiera con la que EEUU nos impone un atraco global.
El dominio del dólar es una centrifugadora que obliga al resto del mundo a entregar a EEUU forzosamente una parte de su riqueza. Es un pilar de la hegemonía norteamericana. Y los BRICS lo cuestionan.
Ya han emprendido un camino de “desdolarización” para no depender de la moneda de la superpotencia. Primero primando que las compras y operaciones entre miembros de los BRICS se realicen en monedas locales, y no en dólares. Y luego planeando crear una “moneda BRICS”que pueda competir con el dólar.
Pero también atacan otros pilares del dominio norteamericano. El sistema SWIFT permite a EEUU controlar todos los pagos internacionales, pudiendo cerrar el grifo estrangulando a cualquier país. Los BRICS están impulsando un sistema de pagos independiente, en el que Washington no puede meter mano.
El plan de los BRICS se corresponde con los intereses de la humanidad y se enfrenta al orden con que EEUU impone su dominio a todo el planeta.
También se pretende crear una agencia de calificación BRICS, para escapar del monopolio de las agencias norteamericanas, brazo armado financiero de Wall Street.
Y los BRICS ya están impulsando una alternativa al FMI, con el Acuerdo de Reservas de Contingencia (ARC) y al Banco Mundial (BM) con el Banco de Desarrollo de los BRICS (NBD). EEUU emplea el FMI y el BM para prestar dinero a cambio de imponer salvajes programas de ajuste y un grado mayor de expolio. La ARC y el NBD prestan sin imponer condiciones. Y en su consejo ningún país tiene derecho de veto, nadie puede imponer nada a nadie, como si hace EEUU en el FMI y el BM.
Más autonomía de los organismos económicos de la superpotencia supone sufrir menos saqueo y poder tener más desarrollo y más independencia.
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3.- Cooperación independiente entre los países BRICS… sin que EEUU pueda meter mano.
Los países BRICS están reforzando la cooperación entre ellos en cada vez más ámbitos, al margen de EEUU, lo que permite escapar de las imposiciones y abusos de la superpotencia.
En primer lugar en el ámbito económico. El comercio entre los países BRICS se ha triplicado en los últimos cinco años. El principal socio comercial de Brasil es China, duplicando el peso de EEUU. Esto refuerza a Lula para poder responder de forma enérgica a los aranceles de Trump.
Pero es cooperación intra-BRICS no es solo económica. Los países BRICS refuerzan su cooperación militar, con acuerdos de seguridad y maniobras conjuntas. Han impulsado un “Parlamento de los BRICS”, para potenciar la integración institucional. Fomentan los intercambios educativos y los proyectos científicos conjuntos. Han creado un consorcio común para producir vacunas, de forma que no estén a merced de las farmacéuticas norteamericanas. Impulsan “think thanks”, centros de pensamiento, de los BRICS, para crear ideas propias que se enfrenten a las que difunde la superpotencia… E incluso han creado los Juegos BRICS, donde el deporte fomente la unidad.
Una cooperación que no es imposición -como sucede con EEUU cuando utiliza esta palabra- sino que se basa en respeto mútuo, la no injerencia en los asuntos internos y la defensa de la soberanía nacional de cada país.
Este plan de los BRICS, al que se suman cada vez más países, impulsa un orden multilateral que se corresponde con los intereses de la humanidad, y que se enfrenta al orden que impone EEUU para dominar a todo el planeta.