«El 19 de diciembre de 2008, el movimiento Free Gaza zarpó desde Chipre en dirección a Palestina. Nuestro objetivo era romper el bloqueo israelí sobre la franja de Gaza. Fuimos los últimos extranjeros que lograron entrar y quedarse en Gaza. Nos vimos envueltos en algo que nadie se esperaba.» Así presenta Arce su documental «Erased. Wipped off the map», un testimonio insólito y estremecedor que ninguna televisión de nuestro país ha querido emitir. Frente al acomplejado desprecio, los atrevidos periodistas realizan una excelente campaña de difusión por Internet, gracias a la cual podemos desafiar la censura e introducirnos en el ojo del huracán, donde nadie más quiso entrar.
Entrar en Gaza constituye, hoy en día, un reto a suerar para cualquier informador. Gaza se ha convertido en uno más de los muchos “cuartos oscuros” en los que se ahoga la libertad de prensa, deliberadamente y a partir del bloqueo y la censura militar ejercidas por los Gobiernos egipcio e israelí. El propio Alberto Arce tiene desde hace tiempo prohibida la entrada a territorio israelí, pero el no quería ir a israel, y su tenacidad le llevó a entrar clandestinamente en Gaza por la costa, a bordo de una endeble embarcación, y observar el horror con sus propios ojos.“Mientras los periodistas aceptaban las reglas israelíes y aseguraban que era imposible penetrar en Gaza, cabe preguntarse: ¿tenía yo más experiencia, apoyos, dinero o valor que quienes se vieron atrapados en el lado israelí de la frontera? Definitivamente no.” Así define Arce algunas de las circunstancias a las que se enfrentaba, y su posición de principios como informador. Según su particular código, son los periodistas quienes tienen la obligación de poner los ojos al servicio de la información, sin mediación ni filtro, sin partes de guerra unilaterales, sin someterse a las reglas militares.Justo al finalizar los ataques, el periodista Jon Sistiaga penetró en la zona afectada para mostrarnos las consecuencias inmediatas, en un excelente documental llamado “Lo que Israel no quería que vieramos”, emitido en Cuatro. Sin embargo, nadie más que Arce tuvo las agallas de violar las injustas leyes belicistas israelíes y adentrarse en el territorio prohibido mientras las bombas caían sobre su propia cabeza.El resultado es un documento que se corresponde con un concepto revolucionario del periodismo, en el que el narrador arriesga su vida para contar simplemente la verdad. Además de hacerlo sin las ataduras de un informativo, de la crónica de dos minutos parcial e impersonal. El hombre y su cámara, como en el primer documental del genio Bertov, se convierten en un arma mucho más poderosa que cualquier misil de los que pueda disparar Hamas.Borrados del mapa está construido a partir de las imágenes que Arce filmó empotrado con los civiles, con un chaleco de paramédico, viajando en las ambulancias de la Media Luna Roja. Son las imágenes que filmaba mientras escribía textos para el diario El Mundo y, en un diálogo imaginario, desafía a aquellos periodistas que decidieron aceptar empotrarse en la jaula que los israelíes diseñaron para ellos en la frontera.Un documental de visionado casi obligatorio para cualquier defensor de la democracia y la libertad, que cualquiera puede encontrar en la siguiente dirección de Internet:http://www.wipeoffthemap.com/