Nutrición

Bebidas edulcoradas que no has de beber…

«Tanto las calorí­as que se ingieren de forma lí­quida o sólida se asocian con el cambio de peso. Sin embargo, sólo la reducción de la ingesta en las lí­quidas mostró un efecto en la pérdida de peso en un seguimiento de seis meses.»

Un gruo de investigadores norteamericanos, coordinados por Benjamín Caballero, han publicado un artículo científico por el que se relaciona la pérdida de peso con la disminución de las bebidas edulcoradas. Según el resultado del estudio, realizado sobre 810 personas de 25 a 79 años, reducir la toma de una bebida edulcorada diaria se asoció con una pérdida de medio kilo a los seis meses y de 0,7 a los 18. Además, este tipo de bebida, de los siete estudiados, fue el único que produjo un cambio significativo en el peso. El consumo de bebidas ha aumentado en paralelo con la epidemia de la obesidad. Estudios previos de la de la Escuela Pública de Salud Johns Hopkins Bloomberg (EEUU) relacionaban el consumo de estas bebidas con la previsión de que en 2015 hasta el 75 por ciento de los adultos estadounidenses podrían padecer sobrepeso u obesidad. De hecho, su alto contenido en azúcar es el “gancho” que funciona como un auténtico adictivo. A su vez, está en la base de la obesidad y todo el cortejo de enfermedades relacionadas Diferentes estudios ya han objetivizado, en animales, que el azúcar tiene un poder adictivo mayor que la cocaína o el sexo. Las industrias conocen esta realidad, tal como la industria tabaquera conocía en su momento que la nicotina era adictiva cuando promovían el tabaco como algo saludable. Un estudio, publicado en la revista norteamericana PLoS en la edición de agosto 2007, investigó el impacto de una bebida intensamente azucarada en ratas adictas a la cocaína. La cocaína sigue siendo una de las drogas conocidas más adictivas, pero cuando a las ratas adictas a la cocaína le dieron la opción de elegir entre más cocaína contra una bebida intensamente azucarada, cambiaron su preferencia en cuestión de días. El primer estudio de que el azúcar era tan adictivo como las drogas arrancan de 2004. Estos estudios, al poner de manifiesto un problema enorme que ha dañado la salud de nuestras sociedades, ponen también en alerta a las grandes corporaciones alimentarias. El negocio de las bebidas de bajas calorías se están transformando rápidamente en la corriente dominante. En EEUU y en Europa Occidental la caída en ventas de las bebidas edulcoradas con azúcar corre paralela al auge de las ventas de bebidas de bajas calorías. El aumento de éstas llegan a doblar en porcentaje al de las primeras. Sur productores tendrán que rendir cuentas.