Isabel Schnabel, economista alemana miembro del Comité Ejecutivo del BCE, ha hablado clarísimo en una reciente entrevista, acerca de cómo deben protegerse en este momento los intereses de monopolios y bancos, y qué limites deben cumplir los gobiernos para de ningún modo ayudar a la población más allá de un mínimo de subsistencia.
La economista sostiene que mientras la inflación no para de subir los gobiernos europeos están aplicando políticas (ayudas, subvenciones a la gasolina…) que favorecen el consumo y esto eleva los precios. O sea que su primera receta es menos ayudas a la población.
E insiste en que las medidas de apoyo para rebajar el impacto de la crisis en los hogares se están aplicando de «manera gruesa», lo que podría estar alimentando la inflación y además obstaculizando la transformación del sector energético europeo.
Así que según esta economista los trabajadores de Europa tienen que apechugar con la subida de precios sin ayuda de los Gobiernos y además son responsables, si no se amoldan a la pobreza, de que suba la inflación y de impedir que las eléctricas ganen más dinero y puedan financiar su transformación a energías renovables.
En todo caso concede que los gobiernos pueden intentar paliar las necesidades básicas de susbsistencia, pero de ninguna manera subir los salarios lo mismo que suben los precios, por ejemplo. Lo imprescindible para contener el malestar social se sobreentiende.
¿Y ella qué medidas propone? Las que están ejecutando desde su Banco Central Europeo: subir el precio del Euro, subir los tipos de interés. Esta medida, que perjudica a la población con hipotecas y préstamos y a las empresas con créditos, la justifica la economista con un cuento muy viejo: «Cuando los tipos de interés aumentan, los préstamos se encarecen (…) Esto reduce la demanda de bienes, hay menos personas que quieren los productos. Como resultado, la inflación cae.»
Simplemente no es verdad. Porque la inflación está causada en su mayor parte por el alto coste de la energía, «los precios más altos de la energía están empobreciendo a Europa» reconoce la economista, y no porque la gente tenga precisamente mucho dinero para gastar. El único efecto real comprobado de subir los tipos de interés es que la Banca aumenta su tasa de ganancia.
Y encima Schnabel ha amenazado que si esta situación se mantiene, el BCE tendrá que subir los tipos aún más. «Las medidas gubernamentales de ayuda a la población podrían estimular la demanda y hacer subir la inflación. Entonces podríamos tener que subir los tipos de interés todavía más.» O sea que si los gobiernos se empeñan en auxiliar a la población, el BCE aún puede dar otra vuelta de tuerca a los tipos de interés. «Desde una perspectiva política, puede ser favorable apelar a una gran parte del electorado con un paquete de medidas de alivio. Pero a largo plazo, tendremos que asumir colectivamente estos costes». Colectivamente ya sabemos qué quiere decir…