Los nuevos datos macroeconómicos conocidos en mayo han creado mayor preocupación sobre la economía china. La tendencia a la desaceleración del mes de abril continuó en mayo con la inversión y el consumo en declive. El recorte repentino por el banco central de las tasas de interés el 8 de junio confirmó la visión pesimista de la situación económica actual.Mientras tanto, el exceso de capacidad productiva de China se ha convertido en más evidente en el contexto de la deprimida economía mundial.El sombrío pronóstico para la economía de China ofrece la oportunidad a los dirigentes para hacer frente a los problemas y decidir en qué medida se puede permitir una reducción en la tasa de crecimiento.Incluso si no hubiera crisis mundial, es el momento para que China transforme su estructura industrial y el modelo de crecimiento, debido a que su rápido desarrollo de los últimos 30 años no puede sostenerse por sus enormes costos sociales y ambientales.De hecho, la estrategia de desarrollo actual de la economía china está estrechamente relacionada con su futura transformación y determinará si se puede esquivar con éxito la trampa de los ingresos medios. Así que la estrategia debe ser con visión de futuro, sostenible y propicia para estimular el dinamismo interno de China para el crecimiento futuro.La economía real es siempre una fuente confiable de dinamismo interno. La vitalidad de la economía real de China, especialmente en el sector privado, puede ser efectivamente liberada si se puede conseguir más apoyo financiero orientado al mercado. Sólo después de que el sistema financiero liderado por el gobierno sea transformado exitosamente y orientado hacia la economía de mercado, China romperá el cuello de botella en el desarrollo de su economía real.La reducción de impuestos en una economía estancada efectivamente aliviaría la presión sobre las empresas y el público. Estos recortes reducen los ingresos financieros del gobierno, pero si el gobierno chino puede reducir sus altos gastos administrativos, las reducciones de impuestos no harán mella en la capacidad financiera del gobierno.El consumo basado en una distribución equitativa de la riqueza nacional es otra fuente inagotable de dinamismo interno. Pero sólo cuando la mayoría de los consumidores en la base de la pirámide social estén pagados equitativamente por su trabajo podrá realmente China estimular su consumo interno.En resumen, la necesaria estabilización del crecimiento económico de China pone sobre el tapete la necesidad y la complejidad de la reforma en varios campos relacionados entre sí. Cualquier acción improvisada o miope sólo retrasará lo inevitable.