Subir al 2% del PIB cuando el gasto militar es más del doble de lo que se dice...

Aumento del gasto militar: Las cuentas reales de un “acuerdo de país”… pronorteamericano

Uno de los "regalos" de Cumbre de la OTAN en Madrid es el compromiso -que ya ha empezado a materializarse- de duplicar nuestro gasto militar. Pero en realidad, según rigurosos estudios, el gasto militar español ya es más del doble del oficialmente reconocido. ¿Y quién se beneficia de esta escalada en el presupuesto militar?

La Cumbre de la OTAN ha dejado para España dos compromisos adquiridos por Pedro Sánchez: el establecimiento de dos destructores norteamericanos más en Rota y duplicar el gasto militar para llegar al 2% del PIB en un plazo de 8 años.

El presidente Sánchez ha anunciado que propondrá al Congreso un “acuerdo de país que transcienda las cuestiones ideológicas” para alcanzar el 2% del gasto en Defensa, lo que supondría pasar del 1% del PIB actual, aproximadamente unos 13.000 millones de euros, a 26.000 millones de euros anuales en 2029.

El compromiso de Sánchez no solo ha abierto nuevas grietas en el gobierno sino que está lleno de interrogantes, para empezar ¿cuál es el gasto militar real de nuestro país? ¿Por qué más de la mitad del gasto militar se mantiene oculto? ¿Quién se beneficia de esta escalada de gasto?

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Según el gobierno el gasto militar de nuestro país apenas alcanza el 1% del PIB, se limita al presupuesto del ministerio de Defensa que en los presupuestos de 2022 alcanza los 11.189 millones de euros. Mientras que la OTAN cifra el gasto en un poco más, unos 13.000 millones de euros al incluir las pensiones de militares y civiles del ministerio, lo que supondría el 1,01% del PIB. Con estos números, llegar al compromiso del 2% del PIB, significa doblar el gasto militar hasta aproximadamente los 26.000 millones de euros dentro de ocho años.

Desde hace años, diferentes centros de estudios, como el Centre Delàs d’Estudis per la Pau, vienen señalando que el gasto real militar es más del doble de lo que se dice, ya que los gobiernos, tanto del PP como del PSOE, solo reconocen como gasto militar el presupuesto del ministerio de Defensa, pero hay una parte sustancial de gasto militar escondido, camuflado, en partidas de otros ministerios.

Las cuentas claras

Según el último informe del Centre Delàs, “El gasto militar real del Estado español para 2022”, alcanza los 22.796 millones de euros, si se incluyen las partidas militares repartidas en otros ministerios diferentes al de Defensa, lo que supone el 1,8% del PIB, casi ese 2% que exige la OTAN.

Infografía del Centre Delás dÉstudis per la Pau sobre el gasto militar en España en 2021 y su equivalencia en gastos sociales.

(1). La principal fuente de gasto no contabilizado son los nuevos Programas Especiales de Armamento, renombrados ahora como Programas Especiales de Modernización (PEM), que sumarían más de 51.600 millones de euros en diez años, de los cuales 17.390 millones ya han sido aprobados por los gobiernos de Pedro Sánchez en los últimos cuatro años.

Entre estos programas de armamento adscritos al ministerio de Industria destacan las mejoras en el Eurofighter EF-2000,  la compra anunciada por Sánchez de 20 Eurofighter en su versión más moderna, por 2.043 millones y la inversión de más de 16.000 millones en el desarrollo del nuevo avión de combate FCAS, junto con Francia y Alemania, principales accionistas del gigante aeronáutico Airbus.

La compra de casi 1.000 blindados Dragón, por valor de 6.000 millones de euros que fabrica la antigua empresa española Santa Bárbara, ahora cien por cien en manos de la norteamericana General Dynamics.

(2). Otra de las partidas significativas del gasto militar oculto son los cientos de millones destinados a la investigación militar, consignados como I+D del ministerio de Industria, destinados a las grandes empresas armamentísticas privadas como Airbus, Santa Bárbara, Indra, Escribano o SAPA… Solo en 2021 Industria destinó más de 676 millones de euros en créditos a estas empresas a interés 0.

(3) Tampoco se consideran los costes de las misiones en el extranjero que corren por cuenta del ministerio de Asuntos Exteriores. Un gasto que supone más de 1.000 millones de euros anuales, y sobrecostes que duplican ese presupuesto cada año con cargo al Fondo de Contingencia, utilizado así como otro cajón de sastre donde ocultar gastos militares. Así en 2020 el presupuesto de Exteriores para las misiones en el extranjero fue de 1.180 millones; y el gasto final compensado fue de 933 millones: en total 2.113 millones de euros no contabilizados en el presupuesto de Defensa.

(4) Los Programas Especiales de Armamento, la I+D militar y las misiones en el exterior son las tres principales causas del gasto militar “escondido” fuera de Defensa, pero no son las únicas. Hay más, como las pensiones militares escondidas en el ministerio de Hacienda, y otras partidas en los ministerios de Transición Ecológica o el de Economía.

Pero sobre todo, en lo que va de este año 2022 el gobierno está subiendo el gasto militar extra por la guerra de Ucrania. El Consejo de Ministros acaba de aprobar un crédito extraordinario de 1.000 millones de euros: 660 millones destinados a reponer el armamento y equipos de protección (munición, rifles de asalto, ametralladoras, lanzagranadas…) enviado a Ucrania; y 337 millones para el aumento de 250 militares en el Báltico, incorporados al Grupo de Batalla Letonia donde España ya tenía 350 militares de la misión Presencia Avanzada Reforzada de la OTAN. Este presupuesto extraordinario no se consolida en el presupuesto de Defensa y, por lo tanto, tampoco es computable en el compromiso adquirido por Pedro Sánchez para subir los gastos militares hasta el 2% del PIB.

¿Quiénes y por qué tienen interés en mantener “escondidos” los gastos militares reales?

El gobierno solo reconoce como gasto militar el 1% del PIB, se limita al presupuesto del ministerio de Defensa. Pero según el Centre Delàs d’Estudis por la Pau, el gasto real militar es más del doble de lo que se dice

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La “otanización de Europay de España

Hay muchos intereses en juego en la forma de calcular el punto de partida del gasto militar. La primera y principal consecuencia de mantener separados los gastos de Defensa del gasto militar real es que si se mantienen así hay que duplicar la inversión en gastos militares para satisfacer las exigencias de Washington y la OTAN.

Estados Unidos es el primer beneficiado y el principal interesado en que España destine cuanto más dinero mejor a gastos militares. Lo dejó bien claro el presidente norteamericano Joe Biden en la cumbre de Madrid: “Vladímir Putin buscaba la finlandización de Europa, lo que va a tener es una otanización de Europa. Es exactamente lo que no quería, pero justamente lo que tenemos que hacer”.

Estados Unidos es el primer beneficiado y el principal interesado en que España destine cuanto más dinero mejor a gastos militares

La llegada de Biden a la Casa Blanca ha supuesto un giro tan atlantista de Pedro Sánchez que algunos como Enric Juliana ya empiezan a hablar de un «aznarismo de izquierdas»

Para EEUU la “otanización de Europa” significa que la primera línea de disuasión y defensa convencional de la OTAN ha de ser europea: los aliados europeos tienen que construir fuerzas convencionales con la potencia suficiente para hacer frente a Rusia como “amenaza directa” y eso pasa, en primer lugar, por preparar y financiar el mayor despliegue de tropas desde la guerra fría: tener en alerta más de 300.000 militares frente a los 40.000 actuales dispuestos para actuar bajo el mando de la OTAN, según el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg.

Con la llegada de Biden a la presidencia de EEUU se ha consolidado el giro atlantista del PSOE y su alineamiento con las posiciones de Washington. Sánchez ha pasado de dar largas a Trump en la cumbre de la OTAN de 2018, esgrimiendo el papel de España en las misiones internacionales de la OTAN, a encabezar la propuesta de un “acuerdo de país” en el Congreso para duplicar el gasto militar de Defensa, lo que podría llevar el gasto militar real no ya al 2% del PIB, sino por encima del 3%.

Al mismo tiempo hay grandes presiones del lobby de la industria militar para que se duplique el gasto del ministerio de Defensa y se sigan manteniendo ocultos en los demás ministerios las partidas de gasto militar. Lo que multiplica las expectativas de las empresas del sector que esperan triplicar la facturación actual del sector por encima de los 28.000 millones de euros anuales.

La “otanización de Europa” pasa por preparar y financiar el mayor despliegue de tropas desde la guerra fría, más de 300.000 militares frente a los 40.000 actuales

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Fondos y capital extranjero amplían su control de la industria española de armamento

Desde finales de 2021, y sobre todo a partir de la invasión rusa de Ucrania, se está intensificando el control de la industria española de armamento por el capital extranjero. Fondos de inversión y fondos de pensiones se han lanzado a la compra de acciones en las principales empresas del sector, especialmente en las filiales del gigante aeronáutico Airbus y en Indra, que junto con Navantia, empresa íntegramente pública, copan el 80% de la facturación total del sector.

Una treintena de fondos e inversores institucionales han tomado participaciones o ampliado las que tenían en las filiales de Airbus en España, Defense and Espace, Military y Helicoptors España.

Pero es en Indra donde se han dado los principales movimientos. Por un lado, el gobierno dio luz verde a la SEPI para hacerse con el 28% de las acciones  y convertirse en su accionista de referencia, empresa estratégica y piedra angular sobre la que desarrollar su plan de aumento del presupuesto de Defensa. Por otro, en pocos meses los inversores extranjeros han pasado a controlar más del 35% del capital de la tercera empresa de armamento de España. En vísperas de la invasión de Ucrania los bancos  Deustche Bank y Norges (Banco central de Noruega) ampliaron sus participaciones al 5% y el 3,6% respectivamente. Y en los últimos dos meses varios fondos norteamericanos no han parado de aumentar sus acciones: el fondo Amper Capital y su principal ejecutivo con un 7,41%; T. Rowe Price con un 3,52%; los fondos Fidelity y FMR…

Propietarios de Indra, empresa clave sobre la que se levanta el incremento en el gasto en Defensa

Otras empresas españolas del sector con importante aumento de participación extranjera son:

ITP, empresa que fabrica motores para aeronaves militares y comerciales, considerada una de las “joyas de la corona” de la industria vasca, con más de 700 millones de euros de facturación anual, está en proceso de quedar bajo control de un grupo de empresas liderado por el fondo estadounidense Bain Capital.

Santa Bárbara, uno de los principales suministradores de las Fuerzas Armadas Españolas de armamento, munición y vehículos blindados, es propiedad cien por cien de la estadounidense General Dynamics, privatizada por el gobierno de José María Aznar.