La Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) es un organismo que podríamos calificar de supra-organismo, con un componente negativo de estructura burocrática. Lo que suponía un gasto del erario público destinado a personal del orden de 5.698.340 euros en 2007. Esto cuando era presidente el alcalde de Palencia, Heliodoro Gallego. Cuando Pedro Castro, del PSOE y uno de los alcaldes de España (Getafe, Madrid) que lleva más años en el cargo, llega a la presidencia de la FEMP en 2008 la partida de personal aumenta hasta 6.131.436 euros y, en 2009, el presupuesto sube a 6.796.195 euros. Por lo tanto, se ha producido un aumento de más de un millón de euros. Esta es la «nueva política de austeridad», aumentar los gastos.
Este aumento suone el incremento en el número de empleados en la FEMP. Pasan de 109 en 2007 a 120 en 2008. Donde aparecen 6 contratos de alta dirección no existentes anteriormente y 5 titulados superiores más, permaneciendo estable la parte administrativa. Pedro Castro, como representante “genuino” de las castas político-burocráticas locales, genera más gastos innecesarios en plena crisis, en este sistema dominante de duplicación de estructuras burocráticas, de contratación de personal, de creación y mantenimiento de redes clientelares. Lo que hace falta es el ahorro del gasto público que no vaya destinado a necesidades sociales, a necesidades directas de los ciudadanos.