El ministro de finanzas, George Papaconstantinou, señalaba todavía al principio de la semana su «poco entusiasmo» hacia la participación del FMI en un mecanismo de ayuda que Atenas hubiera deseado que fuera exclusivamente europeo. Sólo la patronal aplaude, viendo en el refuerzo UE-FMI la ocasión de «una cura necesaria» para que Grecia «se convierta en un verdadero país europeo». El jefe de la oposición de derechas, Antonis Samaras, ha echado pestes, por su parte, contra una puesta del país «bajo dependencia», mientras que la izquierda comunista denuncia un triunfo de la «plutocracia».
El aís deberá asimismo navegar entre la “deflación”, que implica una bajada generalizada de los salarios preconizada por el director del FMI y el plan de “ahorros creíbles” exigido por la canciller alemana, Angela Merkel. Atenas ha reafirmado al principio de la semana haber hecho su parte para 2010, con medidas de ahorro presupuestario con los que espera reducir el déficit en más de cuatro puntos. Pero el mecanismo europeo debe transcurrir durante tres años, y de aquí a entonces el país está comprometido a reformas estructurales dolorosas, particularmente las del sistema de pensiones y los derechos de los trabajadores. (LE MONDE) DEUTSCHE WELLE.- El portavoz del ministerio de Finanzas alemán, Michael Offer, anunció que, si Grecia necesitara auxilios financieros, sería el Fondo Monetario Internacional (FMI) la primera instancia en responder al llamamiento, sugiriendo que pasaría algún tiempo antes de que Alemania se viera comprometida por las circunstancias a arrimar el hombro como miembro de la Unión Europea. La mayoría de los políticos alemanes están a favor de respaldar a Grecia en esta crisis; no obstante, el partido de izquierda Die Linke ha exigido que los bancos que sacaron provecho a los préstamos del Estado griego sean obligados a participar en el financiamiento de esa ayuda; portavoces de Die Linke han hecho señalamientos que a la administración Merkel seguramente no le interesa ver confirmados: “El Gobierno alemán lo que quiere es salvar a los especuladores y no ayudar a Grecia”, comentaba recientemente la política Gesine Lötzsch, activa en las comisiones presupuestarias. LA JORNADA.- El ingreso promedio de los trabajadores mexicanos perdió una quinta parte de su valor en 2009, como consecuencia de la crisis económica. Se trata de la mayor caída en América Latina y la séptima más importante entre las naciones de desarrollo similar, indicó un reporte conjunto del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) dado a conocer hoy en esta ciudad. En México, el monto de salarios pagados se redujo en 20%, una quinta parte, en 2009, respecto del nivel previo a la crisis. La mayor caída entre los países de desarrollo medio, según las clasificaciones del Banco Mundial, ocurrió en Letonia, con 25 por ciento. Siguieron: Ucrania, Lituania, Federación Rusa, Sri Lanka y Serbia, en un rango de 24 a 22 por ciento. Francia. Le Monde En Atenas, los manifestantes gritan “FMI go home” Catherine Georgoutsos “FMI go home”: viernes 23 de abril por la tarde en el centro de Atenas, una pancarta llevada por militantes de izquierdas proclama en voz alta lo que la mayoría de los griegos murmuran por lo bajo. Comprendido, incluso, el primer ministro George Papandreu, cuyo padre, fundador del socialismo a la griega, debe estar revolviéndose en su tumba. El ministro de finanzas, George Papaconstantinou, señalaba todavía al principio de la semana su “poco entusiasmo” hacia la participación del FMI en un mecanismo de ayuda que Atenas hubiera deseado que fuera exclusivamente europeo. Sólo a patrona aplaude, viendo en el refuerzo UE-FMI la ocasión de “una cura necesaria” para que Grecia “se convierta en un verdadero país europeo”. El jefe de la oposición de derechas, Antonis Samaras, ha echado peste, por su parte, contra una puesta del país “bajo dependencia”, mientras que la izquierda comunista denuncia un triunfo de la “plutocracia”. Consciente del riesgo político, incluso aunque disponga de una confortable mayoría que por el momento permanece unida, el gobierno prepara desde hace muchos días a la opinión pública al hecho de que todos deberán esforzarse. El Sr Papandreu lo repitió el viernes: sin el recurso al plan de rescate, “la economía del país y los esfuerzos de los griegos” corren el riesgo de ser reducidos a la nada por la presión del mercado: en una palabra, la quiebra acecha. “Nueva Odisea” El viceprimer ministro, Theodoros Pangalos, ha excluido a continuación, en la la cadena Méga, que el FMI, que “esta vez no actuará en solitario”, pueda infligir al país las recetas de choque que han sido aplicadas a Hungría o Letonia. “Se pueden poner líneas rojas cuando se está en posición de fuerza, aquí nosotros somos los demandantes”, añadió, cuando la cuestión no es saber quien impondrá finalmente las condiciones, sino de que naturaleza serán éstas. El país, que, según su primer ministro, ha iniciado una “nueva odisea”, deberá asimismo navegar entre la “deflación”, que implica una bajada generalizada de los salarios preconizada por el director del FMI, Dominique Strauss-Kahn, y el plan de “ahorros creíbles” exigido por la canciller alemana, Angela Merkel. Atenas ha reafirmado al principio de la semana haber hecho su parte para 2010, con medidas de ahorro presupuestario con los que espera reducir el déficit en más de cuatro puntos. Pero el mecanismo europeo debe transcurrir durante tres años, y de aquí a entonces el país está comprometido a reformas estructurales dolorosas, particularmente las del sistema de pensiones y los derechos de los trabajadores. Controladas por direcciones socialistas, los dos principales sindicatos del país se han puesto en guardia contra una nueva ofensiva contra “los derechos de los trabajadores”. El ADEDY, que representa a los funcionarios, primer objetivo de la política de rigor, está conmocionado por un “ataque bárbaro”, e intentará hacer rugir las calles el martes, con una concentración en el centro de Atenas. Sospechoso de traición por los trabajadores públicos y la izquierda radical, el sindicato privado, la GSEE, ha llamado al gobierno a conjurar “un agravamiento de la recesión y una explosión social”. LE MONDE. 24-4-2010 Alemania. Deutsche Welle Alemania ayudará a Grecia lo antes posible, pero no sin condiciones Peter Stützle Las decisiones sobre los auxilios financieros para Grecia pueden tomarse en lapsos de tiempo relativamente cortos, pero la clase política germana ha insistido en la necesidad de velar por la transparencia del proceso. La ayuda que Alemania prestará a Grecia para que supere su dramática crisis financiera no es una que pueda materializarse sin recibir el visto bueno de los legisladores y de eso debe ser consciente tanto la élite política de Atenas, antes de emitir suspiros de alivio, como el pueblo germano, antes de dejarse manipular por medios sensacionalistas como el diario Bild, cuyo titular gritaba “¡Ahora sí, los griegos quieren nuestro dinero!” en su edición del 24 de abril. Aunque las decisiones al respecto podrían llegar a tomarse en lapsos de tiempo excepcionalmente cortos, lo importante es que las distintas fracciones del espectro político alemán velen por la transparencia del proceso. Velozmente, pero no de hoy para mañana El Bundestag debe decretar una ley que autorice al Gobierno a concederle auxilios financieros al país mediterráneo, y esa moción legislativa tiende a durar semanas cuando no meses. En este caso, está por verse si la solicitud de acelerar el proceso, hecha por la coalición integrada por la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y el Partido Liberal de Alemana (FDP), es atendida por el ministro federal de Finanzas, Wolfgang Schäuble. En principio, era el propio Schäuble quien quería que las discusiones en torno al tema de la ayuda financiera a Grecia se abrieran y cerraran en el seno del Parlamento alemán lo más rápidamente posible. Esta semana, durante la votación del Bundestag para decretar o no una ley que eliminara al Consejo de Planificación Financiera, Schäuble aspiraba promover una moción que le permitiera al Gobierno germano participar en el proyecto europeo de auxilio crediticio para Grecia. Un debate previo es necesario Pero los parlamentarios de diferentes fracciones políticas se opusieron a esa iniciativa, prefiriendo conservar en sus manos el poder de decidir y debatir sobre la concepción de una ley específica para el caso después de que Grecia hiciera explícita una solicitud de auxilio financiero. “Esa posición es importante porque, de hecho, abre la posibilidad de que se discutan tópicos presupuestarios en los que el Parlamento debe ser involucrado obligatoriamente”, explicaba el presidente de la Comisión para Europa del Bundestag, Gunther Krichbaum. “Y si el asunto debe ser decidido con celeridad, también aquí en el Parlamento podemos trabajar rápidamente”, agrega Krichbaum. No sería la primera vez que un proyecto de ley urgente arriba al Bundestag un martes, es discutido en las comisiones durante el miércoles y el jueves, y es aprobado antes del fin de semana para que el Bundesrat –el ágora en donde los 16 Estados federados alemanes se pronuncian en materia legislativa– vote y haga posible su entrada en vigor. Bajo la presión de los mercados financieros Dentro de quince días tendrá lugar la próxima sesión semanal regular del Bundestag y el último día de reuniones parlamentarias coincide con la asamblea del Bundesrat. Pero, si la urgencia del caso lo amerita, tanto los miembros del Bundestag como los del Bundesrat pueden ser convocados a encuentros extraordinarios. Ciertamente, varias semanas de dimes y diretes con miras a aprobar una ley pueden reducirse a unos pocos días cuando hay voluntad política para ello. Sin embargo, las horas dedicadas a acelerar la aprobación de la ayuda a Grecia pueden llegar a ser tortuosas para los implicados si los mercados financieros empiezan a fluctuar desbocadamente. ¿Ayudando a Grecia o a los especuladores? Pocos minutos antes de que el Primer Ministro griego, Yorgos Papandreu, solicitara la ayuda económica, el vocero del ministerio de Finanzas alemán, Michael Offer, anunció que, si Grecia necesitara auxilios financieros, sería el Fondo Monetario Internacional (FMI) la primera instancia en responder al llamado, sugiriendo que pasaría algún tiempo antes de que Alemania se viera comprometida por las circunstancias a arrimar el hombro como miembro de la Unión Europea. La mayoría de los políticos alemanes están a favor de respaldar a Grecia en esta crisis; no obstante, el partido de izquierda Die Linke ha exigido que los bancos que sacaron provecho a los préstamos del Estado griego sean obligados a participar en el financiamiento de esa ayuda; portavoces de Die Linke han hecho señalamientos que a la administración Merkel seguramente no le interesa ver confirmados: “El Gobierno alemán lo que quiere es salvar a los especuladores y no ayudar a Grecia”, comentaba recientemente la política Gesine Lötzsch, activa en las comisiones presupuestarias. El ministro de Finanzas alemán se reunirá este 26 de abril con los presidentes de las fracciones del Bundestag para discutir sobre la posibilidad de acelerar el proceso legislativo en torno a la ayuda financiera para Grecia. DEUTSCHE WELLE. 24-4-2010 México. La Jornada Se perdió en México el 20% de poder adquisitivo en 2009 Roberto González Amador El ingreso promedio de los trabajadores mexicanos perdió una quinta parte de su valor en 2009, como consecuencia de la crisis económica. Se trata de la mayor caída en América Latina y la séptima más importante entre las naciones de desarrollo similar, indicó un reporte conjunto del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) dado a conocer hoy en esta ciudad. La magnitud de la caída en el poder de compra de los trabajadores mexicanos ocurrió mientras el estrato de población del país que se ubica en la punta de la pirámide del ingreso aumentó su participación en la renta nacional, según datos divulgados esta semana por el BM. El impacto de la crisis de 2009 en el mercado laboral fue severo, indicó el reporte, al referirse a la situación específica de 41 países de desarrollo medio, entre ellos México. El número de empleos y la tasa de ocupación fueron negativamente afectados, aunque el daño fue mayor en la calidad de los empleos y el ingreso de los trabajadores, indicó el informe. Aumenta concentración En México, el monto de salarios pagados se redujo en 20 por ciento, una quinta parte, en 2009, respecto del nivel previo a la crisis. La mayor caída entre los países de desarrollo medio, según las clasificaciones del Banco Mundial, ocurrió en Letonia, con 25 por ciento. Siguieron: Ucrania, Lituania, Federación Rusa, Sri Lanka y Serbia, en un rango de 24 a 22 por ciento. Comparado con naciones de ingreso medio en América Latina, la pérdida de ingreso de los trabajadores mexicanos fue la más pronunciada en 2009. En todos los casos incluidos en el grupo de 41 países la merma fue menor a 10 por ciento: Venezuela, Colombia, Perú, Brasil y Chile. Del total de naciones consideradas en ese conjunto, sólo en tres casos ocurrió un aumento de la nómina pagada: las áreas urbanas de China, Argentina y la República de Macedonia. Esta semana, el Banco Mundial reveló que la concentración del ingreso en México aumentó en los últimos cuatro años. La décima parte de los mexicanos en la punta de la pirámide de la riqueza concentró ingresos por el equivalente a 439 mil 597.2 millones de dólares, 41.3 por ciento del ingreso total nacional. Cuatro años antes, la participación de este grupo en el ingreso nacional fue de 35.4 por ciento. La décima parte de los mexicanos más pobres participó con 1.2 por ciento del ingreso total, una disminución respecto del 1.5 por ciento que tuvo cuatro años antes, de acuerdo con los datos del organismo. Los datos sobre la evolución del mercado laboral en 41 países de desarrollo medio están incluidos en un reporte más amplio sobre las consecuencias de la crisis económica en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), conjunto de metas planteadas al inicio de este siglo y que buscan de manera general reducir la pobreza en el mundo en 2015 a la mitad de los niveles existentes en 1990. La crisis económica mundial generó una desaceleración en el ritmo de la reducción de la pobreza en los países en desarrollo y afecta el progreso en relación con el cumplimiento de los demás ODM, según el Informe sobre seguimiento mundial 2010: los ODM después de la crisis, elaborado de manera conjunta por el FMI y el BM. El Banco Mundial calculó el miércoles pasado que 10 millones de latinoamericanos cayeron en pobreza en 2009. Según el gobierno mexicano, el año pasado el número de pobres en ese país aumentó en 5 millones. La crisis ha generado un gran sufrimiento para millones de personas en el mundo, dijo hoy Murilo Portugal, subdirector gerente del FMI, en la presentación del reporte. Como consecuencia de la crisis, en 2015 –el plazo fijado para el cumplimiento de los ODM– habrá 53 millones de personas en condiciones de extrema pobreza más de las que habría de no producirse la crisis, indica el reporte. Sin embargo, el informe estima que la cantidad de personas en extrema pobreza llegará en ese año a 920 millones, prácticamente la mitad de los mil 800 millones que vivían en esa condición en 1990. Así, la meta de reducir a la mitad la pobreza en el mundo estaría en vía de ser cumplida, pero no así otras establecida en la misma Declaración del Milenio. Es muy poco probable, indica el reporte, que se cumpla el ODM fundamental de reducir a la mitad entre 1990 y 2015 la proporción de personas que sufren hambre, dado que actualmente más de mil millones de seres humanos siguen teniendo dificultades para satisfacer sus necesidades humanas. Otra meta de difícil cumplimiento es la desnutrición entre niños y mujeres embarazadas. Según el Banco Mundial de 2009 a 2015 habrá 1.2 millones de muertes adicionales de niños menores de cinco años por causas relacionadas con la crisis. LA JORNADA. 24-4-2010