Denunciamos rotundamente la violencia policial ejercida contra la población, no tiene justificación alguna y merece el tajante rechazo de toda la sociedad catalana y española
Hasta 844 ciudadanos catalanes tuvieron que ser atendidos por el Sistema de Emergencias Médicas de la Generalitat, durante la jornada del 1-O, como resultado de la violencia policial. Al menos la mitad de ellos recibieron heridas de diversa consideración. Y dos tuvieron que ser ingresados en estado más grave: un hombre herido en un ojo con una pelota de goma y otro que ha sufrido un infarto en el desalojo de un centro de votación.
La violencia policial que sufrimos ayer no tiene justificación alguna. Cumplir el mandato judicial, que ordenaba desalojar centros de votación y requisar material electoral, no implicaba en modo alguno agredir a la población civil ni impedir las manifestaciones.
La brutalidad que todos vimos en imágenes que han provocado una lógica indignación es antagónica a la proporcionalidad con que debe actuar la policía en un país democrático como es España.
La posición expresada por el gobierno de Rajoy, calificando de “extraordinaria” la actuación policial, o valorando cínicamente al referirse a los heridos que “estas cosas pueden suceder”, expresa su carácter reaccionario.
Las agresiones contra la población civil por parte de la policía fueron un garrafal error político, proporcionando a Puigdemont argumentos para esconder sus maniobras antidemocráticas y focalizar toda la atención en “la represión del Estado”.
Pero, sobre todo, es una barbaridad que debe provocar el unánime rechazo de todos, independientemente de la posición que se haya mantenido ante el 1-O o de que se apoye o no la independencia.
Se han cursado ya más de 70 denuncias por las agresiones sufridas. Deben de investigarse y depurar responsabilidades, empezando por el ministro del Interior.
La violencia policial genera división y enfrentamiento, entre la sociedad catalana y el resto de España.
Nos unimos al rechazo de la sociedad catalana, compartido por todo el pueblo español, a la brutal actuación de policía nacional o guardia civil.
Con la misma firmeza con que nos enfrentamos al carácter antidemocrático de quienes quieren imponer la fragmentación a la sociedad catalana, denunciamos tajante los injustificables ataques contra la población.