Con España e Italia en el centro de la diana, la prima de riesgo desbordando los 400 puntos, los intereses de la deuda pública por encima del 6% y la bolsa desangrándose día a día, el Wall Street Journal, el portavoz por excelencia de la oligarquía financiera de Wall Street, acaba de anunciar el futuro inmediato que nos tienen preparado: «Cuando los votantes acudan a las urnas el 20 de noviembre, el destino de España puede haber sido decidido en otros lugares». ¿Cuál es ese destino? ¿Cuáles esos otros lugares donde se está decidiendo?
Mi deuda, vuestra crisis Tras el chantaje lanetario lanzado por Washington en la discusión sobre el techo de la deuda, la extorsión económica al que está sometiendo al resto del mundo se ha multiplicado.A medida que aumentan las urgencias de la superpotencia yanqui para alimentar con una porción cada vez mayor de recursos ajenos la ingente montaña de deuda que necesitan para mantener su hegemonía, más agresivas se vuelven las medidas que impone a los países sometidos a su órbita.Y en su dominios europeos, enfila directamente contra Italia y España, la tercera y cuarta economías más grandes de la zona euro, convertidos ya en los siguientes eslabones débiles de la cadena de países intervenidos. La amenaza inminente de un rescate a la griega o la portuguesa –o como mínimo una intensificación extrema del saqueo que ya estamos sufriendo– se cierne sobre nosotros.Ya no esperan nada de Zapatero y le exigen pública y perentoriamente a Rajoy que anuncie de inmediato “reformas estructurales mucho más duras”. De lo contrario, la intervención sobre España a través de un plan de rescate similar a los aplicados a Grecia, Irlanda y Portugal puede estar a la vuelta de la esquina. La amenaza del Wall Street Journal no puede ser mas clara: “España ha perdido el beneficio del tiempo”. Quieren más, y lo quieren ya. Sumisión indignante Hace dos semanas que venimos advirtiendo cómo la convocatoria de elecciones anticipadas ha venido impuesta por la necesidad de un gobierno fuerte para aplicar una nueva vuelta de tuerca en sus planes de recortes y rebaja salarial. Pero al parecer, Washington no puede siquiera esperar hasta noviembre.Todo apunta a que estamos viviendo las vísperas de un salto cualitativo, de enormes consecuencias, en el grado de intervención política y saqueo económico al que Washington está sometiéndonos desde la llamada telefónica de Obama a Zapatero en mayo del pasado año. Lo que hemos vivido estos últimos 16 meses (rebaja salarial, recorte de las pensiones, abaratamiento del despido, subida de impuestos, eliminación de gastos sociales, carestía de la vida, empobrecimiento generalizado…) puede llegar a ser apenas un pálido reflejo de lo que nos espera en el futuro inmediato.Y mientras tanto, el conjunto de la clase política y los grandes medios practican una sumisión indignante de vasallaje hacia los poderes imperiales, al tiempo que a la oligarquía española sólo le preocupa cómo cargar el peso de la factura que exige Washington sobre el 90% de la población para que no afecte a sus beneficios. La carrera ya ha comenzado La carrera por establecer la correlación de fuerzas y el programa que ha de aplicarse tras las elecciones del 20-N ha comenzado ya, cuatro meses antes de que se produzcan, y Wall Street ha sido el primero en hablar.Su mensaje es diáfano: no admite más que una intensificación de los tributos que hemos de pagarle. En caso contrario, el destino de España puede estar ya decidido por otros antes de que los españoles acudamos a las urnas. ¿Cómo que nuestros votos no valen nada y “el destino de España” se decide en “otros lugares”? ¿Qué se han creído esta gente?Nuestra respuesta no puede ser otra que empezar también ya la batalla del 20-N. Necesitamos un amplio frente de unidad que exprese políticamente la oposición del 90% de la población a su proyecto de recortes y rebaja salarial. Una amplia unidad capaz de agrupar a todas las fuerzas y movimientos políticos, sindicales, sociales, ciudadanos, personalidades,… que nos oponemos a este saqueo generalizado de nuestras rentas y salarios.Un frente amplio con otra alternativa, con un programa y una política de redistribución de la riqueza para crear empleo y acabar con el paro, elevando el nivel de vida de la población.Sólo organizando una amplio frente de unidad así, que levante la bandera de la redistribución de la riqueza como el programa y la alternativa que necesitamos para salir de la crisis en beneficio de la mayoría, podremos hacer frente a sus planes.Ese es el reto que tenemos, ganar fuerza política para hacer avanzar un programa y una alternativa de redistribución de la riqueza. Ese tiene que ser nuestro objetivo de aquí al próximo 20-N. Ese es el programa que sirve a los intereses del 90% de la población. Esa es la alternativa que representamos las candidaturas UCE-De Verdad contra la crisis.