Detrás de todo su órdago independentista y de su reclamación de un Estado propio para Cataluña, no se escondía otra cosa que una nueva oleada de ataques y recortes contra los catalanes, a golpe de pito del FMI y Berlín.
Si no fuera por lo dramático del asunto para millones de personas, daría risa recordar ahora las inflamadas reclamaciones de Artur Mas sobre el derecho a decidir. ¿Derecho a decidir, qué? Porque, de momento, su órdago soberanista y su consulta están en el aire. Nadie sabe si se hará, ni cuándo ni cómo. Pero, eso sí, los recortes por valor de 4.000 millones en sanidad, educación y servicios sociales ya están puestos sobre la mesa antes incluso de que se forme el nuevo gobierno. «Con gobiernos como el de Mas, son el FMI y Merkel los que tienen de verdad la potestad de decidir» Su verdadera hoja de ruta para Cataluña no ha tardado ni 15 días en revelarse. Y no es, como afirmaba Mas, hacia la creación de un futuro Estado propio, sino hacia la continuación de la demolición sistemática del actual Estado del bienestar.¿Van a poder decidir los catalanes si pagan o no los draconianos intereses de una deuda que ellos no han creado? Porque en 2013, el gobierno del señor Mas ya tiene presupuestado pagar 2.300 millones de euros a la gran banca nacional y extranjera. Hay que recortar un 7% los gastos sociales para que la partida de intereses de la deuda sea la única que aumente en los presupuestos de la Generalitat: un 14% más que en el 2012.¿Derecho a decidir de quién? Si como ha dicho reiteradamente durante la campaña electoral, Mas es un ardiente partidario del derecho a decidir, ¿por qué no somete a consulta popular la nueva oleada de ataques y recortes que se dispone a aplicar? Pero no, sobre esas cuestiones, Mas no es partidario del derecho a decidir. Para eso están ya el FMI y Merkel. Los que, con gobiernos serviles como el del Artur Mas en Cataluña (o los de Zapatero y Rajoy en Madrid), tienen de verdad la potestad de decidir sobre el futuro de todos nosotros.