39º Congreso del PSOE

Las claves ocultas de un congreso insólito

En el Congreso del PSOE Pedro Sánchez ha vuelto a manifestar su voluntad de “hacer posible una mayoría alternativa”, basada en un acuerdo entre PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos, que se enfrente a las políticas representadas por Rajoy.

Al valorar el 39º Congreso del PSOE, todos los medios centran su atención en cómo va a continuar la disputa, todavía no cerrada, entre la actual dirección encabezada por Pedro Sánchez y los partidarios de Susana Díaz y los barones territoriales. O remarcan que la nueva política socialista busca disputar a Podemos la hegemonía en la izquierda.

Y estos son factores que sin duda están presentes… pero que se magnifican para ocultar lo principal. Que los resultados del congreso socialista generan mejores condiciones para impulsar un gobierno de progreso, que la mayoría social enfrentada a las políticas de Rajoy -presente tanto en la calle como en el parlamento- reclama con insistencia.

El reciente congreso del PSOE ha tenido mucho de insólito. Ninguno de los anteriores secretarios generales -Felipe González, pero también Zapatero o Rubalcaba- se quedó a escuchar el discurso de Pedro Sánchez. Tampoco lo hizo Susana Díaz, alegando “compromisos institucionales”.

Pero esos no fueron los hechos más excepcionales. Nunca antes en la política española un líder defenestrado por la presión de importantes centros de poder había “renacido” y ganado la batalla.

La movilización de las bases del PSOE, cuando tuvieron ocasión de pronunciarse directamente en el proceso de primarias, obró el “milagro”.

Ninguno de los dirigentes socialistas que participaron en el “acoso y derribo” a Pedro Sánchez han podido dar la batalla abierta en este congreso. Pero eso no quiere decir que hayan desaparecido. La batalla va a darse ahora en otras condiciones. Los editoriales de los principales periódicos, coincidiendo en sus nuevos ataques contra Pedro Sánchez, evidencian que las presiones van a continuar.

¿Pero cuál es el centro de la disputa en el seno del PSOE? Existe una contradicción entre las bases y el “aparato”, hay una disputa entre diferentes sectores por el control del partido. Pero si se defenestró a Pedro Sánchez en aquel Comité Federal de infausto recuerdo, fue para impedir que pudiera avanzar la posibilidad de un gobierno de progreso, abriendo el paso con la “abstención” al retorno de Rajoy a la Moncloa.

Este sigue siendo hoy el principal escenario. En un articulo publicado en El Mundo, cuyos argumentos reiteró en su discurso ante el Congreso socialista, Pedro Sánchez manifiestó su intención de “trabajar para buscar una mayoría parlamentaria alternativa al PP”. Haciendo un llamamiento directo a “las fuerzas del cambio”, en las que se incluyen tanto Unidos Podemos como Ciudadanos. Anunciando que “durante las próximas semanas vamos a crear un espacio de coordinación parlamentaria para desmantelar la acción legislativa del PP”. Y reclamando tanto a Unidos Podemos como a Ciudadanos a “levantar los vetos” que “frustran las expectativas de millones de ciudadanos que demandan un cambio en nuestro país” mientras “Rajoy saca réditos del espectáculo”.

Estas declaraciones de Pedro Sánchez, convertidas en una propuesta política que el congreso socialista ha ratificado, son una buena noticia. Expresan el avance de la exigencia de un gobierno de progreso, un movimiento que ha ganado apoyos tras la doble vuelta de las generales o con el escándalo de corrupción que sigue afectando al ex presidente murciano.