SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

Lí­o de los partidos sobre cómo alcanzar la independencia de Catalunya

El acuerdo entre Junts pel Sí­ y la CUP surgido de las elecciones del 27 de setiembre dibuja una legislatura de una supuesta transición hacia la creación de un estado catalán independiente. Así­ lo recoge la Resolución 1/XI del Parlament de Catalunya, conocida como la resolución de la desconexión. Ahora bien, con el debate constituyente de por medio, en las últimas semanas se han evidenciado las diferencias en los caminos para llegar a la independencia de las dos formaciones y las entidades independentistas, diferencias que incluyen una confusión entre proclamación y declaración (de la independencia), elecciones plebiscitarias o constituyentes o el proceso constituyente en sí­.

El acuerdo entre Junts pel Sí y la CUP surgido de las elecciones del 27 de setiembre dibuja una legislatura de una supuesta transición hacia la creación de un estado catalán independiente. Así lo recoge la Resolución 1/XI del Parlament de Catalunya, conocida como la resolución de la desconexión. Ahora bien, con el debate constituyente de por medio, en las últimas semanas se han evidenciado las diferencias en los caminos para llegar a la independencia de las dos formaciones y las entidades independentistas, diferencias que incluyen una confusión entre proclamación y declaración (de la independencia), elecciones plebiscitarias o constituyentes o el proceso constituyente en sí.

JxSí: elecciones constituyentes y referéndum

El programa electoral de Junts pel Sí parte precisamente de la resolución de la Desconexión que define como “declaración de inicio del proceso de independencia”. La coalición independentista interpreta que el resultado del 27S ha permitido la creación de un Govern de concentración que prepara las estructuras de Estado. Paralelamente, JxSí contempla la apertura de la “fase ciudadana el debate ciudadano” del proceso constituyente. Esta etapa se deja en manos de la sociedad civil y sin “regulación jurídica”.

Concluida esta etapa, que se prevé de 18 meses, JxSí asegura que “se proclamará la independencia” – en otros textos escriben “se declarará”- e inmediatamente se aprobarán las leyes de transitoriedad.

A continuación, se convocarán elecciones constituyentes -no plebiscitarias, como las del 27S- que articulará una ponencia constitucional donde se integrarán los trabajos de la sociedad civil de la etapa anterior. El Parlament concluirá una propuesta de constitución que deberá ser aprobada en referéndum por la ciudadanía. “El proceso de creación del nuevo Estado independiente culminará con la aprobación de la Constitución por referéndum”, señala el programa electoral.

La CUP, la DUI en las elecciones constituyentes

Al día siguiente que se aprobó el plan de trabajo de la comisión del Procés Constituent, la CUP presentó su propuesta de proceso constituyente que incluye como convertir Catalunya en un Estado independente.

Los anticapitalistas proponen tres fases. Una primera “preconstituyente”, de 16 meses de duración, que incluye la celebración de un Fórum Social Constituyente que conduciría un referéndum múltiple sobre siete aspectos -desde los principios de la República al modelo económico-.

Acabada esta etapa, y ya con las conclusiones del multireferéndum, se celebrarían las elecciones constituyentes para las que la CUP recupera el concepto “plebiscitarias” -que ya ha olvidado JxSí-. En este punto se encuentra la gran diferencia con la coalición independentista puesto que la CUP asegura que si los independentistas ganan estas elecciones “se interpretará como una Declaración Unilateral de Independencia”. Destaca que la CUP utilice el concepto DUI del que huyen contínuamente sus socios de Junts pel Sí.

Con una victoria independentista en estos comicios, los anticapitalistas apuestan por abrir una tercera fase constituyente. Esta etapa la abanderaría el Parlament transformado en “asamblea constituyente”. Así se articularía la Constitución elaborada con los resultados del multireferéndum que finalmente se aprobaría por referéndum. Es decir, la CUP declararía la independencia a todos los efectos antes de aprobar la Constitución. Una opción diametralmente opuesta a la de JxSí.

La ANC, proclamación en el 2017

La ANC debe aprobar en su asamblea del próximo 17 de abril su hoja de ruta hacia la independencia. El borrador de su propuesta prevé “proclamar la independencia” a lo largo del 2017, immediatamente después se aprueban las leyes de transitoriedad y posteriormente se celebran. En este punto coinciden con Junts pel Sí, con una diferencia clave: que la proclamación y las leyes de transitoriedad darán lugar al “nuevo estado catalán”.

Después de los comicios constituyentes se “iniciará el proceso parlamentario constituyente que culminará con la aprobación de la Constitución”. Un texto que deberá ser ratificado mediante la “participación directa de todos los ciudadanos de Catalunya”. Es decir, evita hablar de la culminación con el referéndum e intuye la necesidad de la “intervención internacional”.

A todo ello, la Asamblea Nacional Catalana le añade una Mesa de Fuerzas Políticas y Sociales así como una Asamblea de Cargos Electos, formada por alcaldes, concejales, diputados, senadores o eurodiputados. La primera entidad tiene como objetivo ser “agente activo” del proceso. La segunda deberá asumir “la máxima representación legítima e institucional de Catalunya para completar el proceso”, si se “produce un vacío institucional”.