SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

González abandonará BBVA «en cinco o diez años» a la espera de Caruana

En la red comercial del BBVA, empleados, sucursales, delegaciones, están de suerte. Francisco González, el polémico presidente del segundo mejor banco español, ha fijado fecha para su marcha. «No me veo aquí dentro de cinco o diez años», ha dicho. Toma ya, vaya descubrimiento. FG, que ha destrozado uno de los mejores bancos del mundo desde que asumió la presidencia gracias a José María Aznar, tiene 70 años. La ley de vida no perdona. Pero, ojo, no es la primera vez que dice algo así.

Cuentan en altas ins­tan­cias del banco que FG, muy pro­clive al sa­cri­ficio per­sonal (de eso dan cuenta la larga lista de dam­ni­fi­cados de FG: Emilio Ybarra, Pedro Luis Uriarte, José Ignacio Goirigolzarri, Pepe Sevilla…y un largo et­cte­ra), ha cal­cu­lado mal los tiempos y, ahora, con el banco hecho unos zo­rros, solo quiere aguantar hasta que pueda meter en el con­sejo a su del­fín. Y es un ta­pado con po­de­res.

Se llama Jaime Caruana, ex go­ber­nador del Banco de España y que acampa ahora en es­pera de mejor des­tino en un alto cargo de un or­ga­nismo in­ter­na­cio­nal, el BIP de Basilea. FG quisó traerle antes de ocupar ese cargo al con­sejo del banco (para ser pre­si­dente del BBVA hay que pasar por el con­sejo al menos dos años) pero Mariano Rajoy, que tiene su propio can­di­dato, se lo im­pi­dió.

El pre­si­dente del Gobierno, que con­si­dera a FG un bicho com­pli­cado y con un con­cepto de la lealtad muy par­ti­cu­lar, le co­locó a González Páramo dentro de la en­tidad para esos me­nes­te­res, pero sus po­si­bi­li­dades pre­si­den­ciales son muy re­mo­tas, hoy por hoy. Es cierto que Caruana tendrá que es­perar a cesar en el BPI y luego cum­plir el tiempo exi­gido de in­com­pa­ti­bi­li­da­des. Pero FG está dis­puesto siempre al sa­cri­ficio y aguan­tará, como ha di­cho, «cinco o diez años» más.

¿Por qué Caruana? Habría que re­mon­tarse a su etapa en el banco de España. Fue una de­ci­sión per­sonal del ex go­ber­nador la que salvó a FG del ataque de Luis del Rivero y Juan Abelló desde Sacyr, allá por 2005 ó 2006. El ar­gu­mento era pe­re­grino, pero era el banco re­gu­la­dor. Según Caruana, hacía falta más del 3-5% de pro­piedad del banco para en­trar en el con­sejo. Y así quedó la cosa. Sacyr se fue con sus plus­va­lías y Caruana y FG se sa­lieron con la suya.

El pro­blema de FG es que está ais­lado, enor­me­mente ais­lado. En la or­ga­ni­za­ción del banco, en la es­truc­tura, de cara a los em­plea­dos. El banco deam­bula a la de­riva y tiene un pa­no­rama di­fícil por de­lante. México, la vaca le­chera de los be­ne­fi­cios en los úl­timos años (gracias a Ybarra/Uriarte) , lleva dos ejer­ci­cios sin aportar lo que solía a la cuenta de re­sul­ta­dos. El país az­teca está en re­ce­sión, la crisis del pe­tróleo le sa­cude y tar­dará un tiempo en su­marse a la re­cu­pe­ra­ción nor­te­ame­ri­cana.

Y el resto de aven­turas ex­ternas son y han sido a su vez un desas­tre. Sin pa­lia­ti­vos. El Compass Bank (mal lla­mado ahora BBVA América) es una fuente de pér­di­das. La pa­sión turca se ha lle­vado ya más de 4.000 mi­llones de euros de re­po­si­cio­nes. Y lo de China, mucho más. Esta vez, al me­nos, FG ad­mitió que China ha sido un error. Pero solo por eso, en América, es­taría ya en la puñe­tera ca­lle, di­mi­tido.

A FG ahora le queda España, pero el banco es un la­be­rinto. Ha co­men­zado a equi­li­brar cuentas en 2014 pero la red está ago­tada y ca­breada y si no fuera por la ley del te­rror, el banco se iría por el re­trete en se­gun­dos. Pese a las de­cla­ra­ciones pro­nun­ciadas en la pre­sen­ta­ción de re­sul­ta­dos, el banco pre­para en se­creto una am­plia­ción de ca­pital (ya hizo una hace poco para co­merse el error turco) y, quiera o no quiera, tendrá que mo­di­ficar su po­lí­tica de di­vi­den­dos. Como lo ha hecho Ana Botín, antes de que el nuevo re­gu­lador eu­ro­peo, la ABE, to­mara me­di­das.

Pero el prin­cipal pro­blema de FG es po­lí­tico. Mariano Rajoy no le traga, Luis de Guindos le odia y su único ex aliado, Rodrigo Rato, se siente trai­cio­nado, además de no contar ya en la es­cena po­lí­tica. La cues­tión es que el Gobierno tiene de­ma­siados pro­blemas para fi­jarse en FG, pero hay gente que se la tiene ju­rada. Atento a la plaza de Castilla, donde lo tienen claro. En poco tiempo, Bankia será, gra­cias a los es­paño­les, el banco más sa­neado y ren­table de España. Se lo co­merá con bo­nito del norte.